El rumor de los muertos lleva vendiéndose en Amazon unos años y ha conseguido vender casi 150.000 copias o, mejor dicho, descargas. Ha estado más de 500 días en el TOP100 de los libros más vendidos y la gran mayoría de esos días en el TOP10, lo que es un auténtico logro. En total, de todas sus obras, ha vendido más de 250.000 copias digitales en un total de 14 idiomas. “Con la crisis económica, me han llamado algunos traductores para hacer la versión en diferentes idiomas. En este caso voy al 50% con el traductor”, cuenta satisfecho como buen negociante que es. De algo le ha valido su licenciatura de Dirección de Empresas y su diplomatura en Marketing.
Porque hay que moverse por la genialidad para conseguir lo que hace en las redes sociales y en el mundo digital. Tan es así, que lleva un año dedicado en exclusiva a la escritura. Pocos autores pueden alcanzar lo que él ha conseguido. Hasta le han llegado ofertas de 14 editoriales, algunas de un mismo grupo. “Tres grandes grupos editoriales internacionales, unos de ellos español, han venido a hacerme ofertas. He escogido Planeta porque puedo mantener los derechos para posibles películas en Hollywood para ésta y mis pasadas o futuras producciones y porque me inspira más confianza y más ilusión me hizo”, dice exultante y convencido. “Las editoriales aún están en la Prehistoria”, opina, no sin razón.
Por fin ha conseguido hacer sus ilusiones realidad y publicar en papel, pero es consciente de que no es lo mismo publicar en digital que en papel. El rumor de los muertos es un experimento que puede salir bien o puede salir mal. “Con esta obra la editorial Planeta me está midiendo a mí, pero yo también estoy midiendo a Planeta. A ver qué somos capaces de hacer”, afirma con ojos como los de un pistolero que mira al otro en un duelo para saber quién va a ser el primero en disparar. De momento parece que Enrique Laso lleva las de ganar, porque el autor está convencido de que “no estoy vendiendo cualquier cosa”.
“Mi libro vende muchísimo en digital pero vamos a probar en papel. Con otros libros que han seguido una estrategia como el mío, algunas editoriales han metido la pata y otras, no. Es siempre un enigma”, reconoce humilde Enrique Laso en la entrevista que mantuvimos en una cafetería madrileña. “La promoción es fundamental en un libro como éste. La editorial me ha mostrado un gran respaldo y ha hecho un book-trailer soberbio”, nos anuncia. A la entrevista ha llegado con una camiseta con la portada del libro, algo que puede inducir a error, ya que el libro digital tenía una portada diferente.
Enrique Laso no es un recién llegado a la literatura. Ha recibido numerosos premios de poesía y de relatos, incluso ha escrito alguna “novela muy literaria, pero no he triunfado con ella”, reconoce pesaroso. “Hay escritores excelentes como Jesús Carrasco, que es extremeño como yo, o Ricardo Méndez Salmón con gran éxito de críticas que no venden lo que se merecen”, cuenta. Quizá de ahí que haya preferido, para hacerse conocido, escribir un thriller. “Disfruto muchísimo escribiendo thrillers”, confiesa. “Antes solía leer muchas novelas de este género, ahora mis gustos van por otro lado”, señala.
Reconoce que en El rumor de los muertos hay mucho de él. “El protagonista, Sebastián, tiene el 50% de mí. El otro 50% está en los otros personajes. Otros están basados en personas que conozco”, explica. Pero sobre todo lo que hay en la novela es mucho de H. P. Lovecraft. La novela parte del Necronomicón. “Lovecraft apenas escribió una página sobre él, pero el misterio quedó ahí y yo he querido desarrollarlo basándome en que no hay casi nada escrito sobre ese supuesto libro desaparecido”, elucubra.
Su estilo narrativo es sencillo, fácil de leer. “Mi lenguaje es fluido y natural, está hecho así a propósito, nada que ver con otra de sus novelas digitales, El taxidermista”, explica con grandes movimientos de manos con lo que subraya dónde quiere hacer hincapié. Sin embargo, la estructura del libro la podríamos definir como complicada, con varias líneas narrativas y constantes saltos en el tiempo al pasado. “Quería que el lector se sintiese cómodo leyendo mi novela, pero siempre con un respeto tremendo al lector y a su inteligencia. Pero sí he querido que se esforzase para seguir la trama de la novela y que en la segunda parte encajasen todas las piezas”, analiza. Cree que si la trama fuese lineal, su libro no hubiese triunfado. “Lo quise hacer sugerente y que fuese un reto para el lector”.
El protagonista Sebastián Madrigal es un perdedor. “Los perdedores nos fascinan a todos. Todos hemos sido perdedores en algún momento de la vida”, elucubra y añade el escritor extremeño que también ha escrito varios libros de autoayuda: “todos tenemos conocidos que han tenido problemas como el protagonista, pero él tiene una oportunidad y la aprovecha haciendo trampas. Lo importante es que nunca nos vengamos abajo”.
El libro, aún teniendo características del género fantástico, es absolutamente creíble. Enrique Laso se ha preocupado de que sea verosímil, para ello ha jugado con mucha documentación y ha recorrido todos y cada uno de los escenarios donde se desarrolla la novela. Lo que más le fascinó fue la biblioteca Beineke de manuscritos y libros raros de la Universidad de Yale, donde se desarrolla parte de la novela y a su director, David Foster, lo ha utilizado como protagonista en la novela.
“El Necronomicón lo están buscando muchas personas en la actualidad”, aquí la ficción y la realidad se unen sin saber si existe de verdad. Así consigue hacer la trama más entretenida. El supuesto autor del libro, Abdul Al Hazred, se supone que se basó en Annubis, el dios funerario de los antiguos egipcios, y en El libro de los muertos para escribir su obra, auténticamente peligrosa: quien lee el libro puede…
No lo vamos a desvelar, lo que sí vamos a decir es que el hombre no quiere morir. “Lo que hemos vivido no vale nada, lo que importa es el presente, el hoy, pero también el mañana. La ilusión de seguir viendo cosas nuevas”, expone convencido. Pero, siempre hay un pero, muchas personas matarían por ser inmortales. “Buscar la inmortalidad es un error, la vida ha de ser finita, es la mejor herramienta que tenemos para disfrutar y aprovechar la vida”, concluye Enrique Laso, que ha conseguido que en la próxima Feria de Frankfort su libro sea señalado como ficha destacada. Parece que el éxito le espera a la vuelta de la esquina.
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