A sus 22 años, es el fichaje estrella del Barça de la presente temporada. Su indumentaria y su estética con una cresta colorida le han marcado como niño rebelde del fútbol brasileño, pero sobre todo, su juego alegre y osado, arte en estado puro como han llegado a definirlo, es el que le ha catapultado hasta el viejo continente con un contrato millonario.
Pero aunque el coste de su llegada a España haya llegado incluso a estancias judiciales por una supuesta ocultación de datos (después de la denuncia de un socio del club blaugrana) el hecho indiscutible es que las cifras, y no solo salariales, avalan a Neymar. Un jugador del que dicen que podría emular al mismísimo O Rey Pelé, y ocupar su “trono” en el Olimpo futbolístico. Parece estar llamado a ello.
El domingo 26 de mayo de 2013, fecha del último partido de Neymar con el Santos, el club que le vio crecer como deportista y como hombre. Llevaba marcados 138 goles y atesorados 6 títulos en los 229 encuentros que había disputado. Se despedía de la
afición, que ya le había encumbrado a lo más alto, afirmando:
«Jugar con Messi, Iniesta y Xavi es un gran honor. Y obviamente también con Dani Alves, que me ha puesto la cabeza como un bombo para que vaya al Barcelona». Aunque siguen siendo muchos los que piensan que tiene que seguir creciendo y no ya por el número seguidores en las redes sociales (casi 24 millones entre Facebook, Twitter e Instagram). Ni siquiera por ser el quinto jugador del mundo mejor pagado con 20 millones de euros en 2012, por detrás de David Beckham (treinta y seis millones), Leo Messi (treinta y cinco millones), Cristiano Ronaldo (treinta millones) y Eto’o (veinticuatro millones). Sino porque todavía no ha alcanzado su plena madurez,
tanto en el campo como fuera de él.
Con 20 años había marcado ya 100 goles, un año antes se convertía en flamante padre de David Lucca. Había debutado con la Canarinha cuando contaba solo 17 años de edad. Antes, en 2006, pasó tres semanas en Madrid y deslumbró con su juego, pero finalmente Neymar no fue merengue. No se sabe con certeza si fueron los 60.000 euros que pedía su padre, a los que un directivo del club se negó, o realmente la nostalgia, la saudade, que decía sentir su hijo. Pero ese fue el principio y el fin del que podría haber sido un idilio blanco, al igual que Messi lo tuvo blaugrana cuando llegó con 13 años a La Masia. El Chelsea también se quedó con las ganas de tener en sus
filas al delantero, gracias a un brillante plan de marketing y, un sustancioso aumento de sueldo, Neymar siguió defendiendo los colores del Santos.
Un brillante broche de fútbol brasileño lo vivió Neymar poco antes de aterrizar en España, como nuevo delantero del Barcelona. Concretamente la noche del 30 de junio de 2013, cuando se saca la foto soñada en el corazón del Maracaná. Medalla de campeón y tres trofeos: la Copa Confederaciones, el Balón de Oro al mejor jugador y la Bota de Bronce al tercer máximo goleador. Brasil ha ganado frente a la Roja y con protagonismo de la joven estrella, después de haber afirmado que al jugador que más temía era a Iker Casillas.
Ya estaba preparado para dar el salto al fútbol del viejo continente. Tanto que en el primer clásico Barça-Madrid, que gana el equipo de la ciudad condal, Neymar, es nombrado como Príncipe del Camp Nou por el periódico L'Equipe.
Luca Caioli, escritor y periodista italiano afincado en España, es también autor de las biografías Messi, la historia del chico que se convirtió en leyenda y Cristiano Ronaldo: historia de una ambición sin límites, dos éxitos de ventas traducidos a más de treinta idiomas. Tras dirigir la redacción de deportes de Euronews TV, ha colaborado con la Cadena Ser, Onda Cero, La Sexta, Cuatro y Marca, y con otros medios internacionales como La Repubblica, La Gazzetta dello Sport, Granada TV o Corriere della Sera.
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