Este año la Fundación Villa de Pedraza dedica su XXIII edición de los Conciertos de las Velas a la Música, con un nuevo emplazamiento y una nueva puesta en escena que acogerá más público asistente cómodamente instalado en la explanada del Castillo de la Villa.
Para esta ocasión se han seleccionado dos orquestas de gran calidad para los días 5 y 12 de julio. El día 5, The Soloists of London, uno de los mejores conjuntos musicales de Gran Bretaña, músicos de cuerda seleccionados de algunas de las orquestas más famosas del mundo. Actuará como solista Leticia Moreno, violinista de gran prestigio, que tocará un violín de Nicola Gagliano de 1762.
Por otra parte, el día 12 de julio, tendrá lugar el concierto de la Orquesta Clásica Santa Ceclia, integrada por profesores de dilatada experiencia. Benjamin Lèvy, director titular de la Orchestre de Chambre Pelléas, será su director en esta ocasión.
Culminará el concierto clásico del día 12 con la Obertura 1812, conjugando un espectáculo único con la intervención de los cañones de la Academia de Artillería de Segovia, que estarán a la vista de todos los asistentes, y las campanas de la Iglesia Parroquial de San Juan.
Los precios son, en la Zona central, de 79€, Zona A numerada: 69€ y Zona B no numerada:49€. Existen unos descuentos para grupos a partir de 7 personas, y se ha dispuesto un servicio de autobuses desde Madrid, que salen cada sábado a las 18:00h.
Los conciertos son, en ambos casos, a las 22:00 horas.
Pedraza es bellísimo municipio de la provincia de Segovia, con una población residente de solo 467 personas. Se trata de una villa medieval amurallada, cuya cuidada rehabilitación motivó su declaración como Conjunto Histórico en 1951, y que cuenta, entre otros monumentos, con un castillo del siglo XIII que en 1926 fue adquirido por el pintor Ignacio Zuloaga y en el que instaló un taller. Los herederos del pintor adaptaron una de las torres para la exposición al público de una parte de la obra del artista. Durante la noche de las velas, que tiene lugar al caer la tarde en el primero y segundo sábados del mes de julio, la localidad es adornada con miles de velas. Se apagan las luces públicas y los vecinos cierran las a fin de resaltar la iluminación de las calles, ventanas, plazas, jardines y patios con las miles de velas dispuestas, creando un ambiente mágico y relajante.