Estamos ante una novela que nos lleva a través de dos personajes a dos escenarios en nuestra Hispania: La República y el Imperio, romanos. DEVOTIO, es la lealtad entendida como ese pacto de conciencia, llevado hasta el límite. DEVOTIO, nos adentra no sólo en esos espacios y tiempos de la historia de nuestra querida península, de nuestra propia historia; sino también en el corazón y en la mente de los protagonistas.
Esta novela trasluce un gran amor por la literatura bien hecha ¿Cuándo comenzó su afición a la literatura?
Desde muy jovencito, amante del cine épico, pronto salté a la novela de recreación histórica. Mis padres tuvieron la feliz idea de regalarme la colección completa de Salgari y Verne, además de los Episodios Nacionales de Galdós, trampolín para atreverme con los clásicos de la recreación histórica.
Roma llegó a ser todo en el Orbe, pero siempre parece que nos quedan flecos desconocidos, ¿Qué le apasiona y qué busca al bucear en la Hispania romana?
Muchas cosas; es nuestra base cultural, el sincretismo de los primeros colonos y la adopción de la cultura romana de los aborígenes concibió la idiosincrasia hispana. Nuestras fiestas populares, idiomas, topónimos, gastronomía, etc. son herederas de aquel pasado común. Todavía puede sentirse la huella de Roma en el paisaje...
DEVOTIO continúa la estela de VALENTIA, pero ¿Qué le movió a escribir VALENTIA?
Un vacío de un siglo en narrar en clave de ficción la historia antigua de Valencia. Fue Blasco Ibáñez en 1909 quien escribió Sónica la Cortesana, una novela ambientada en el Sagunto cercado por Aníbal, y su lectura me movió a seguir los pasos de tan insigne valenciano y aportar mi granito de arena recreando otro momento crucial en el pasado remoto de la región como fueron las guerras sertorianas.
Y entonces surge la necesidad de continuar la historia con DEVOTIO, y ¿qué nos cuenta en DEVOTIO?
DEVOTIO es el juramento de fidelidad extrema de la Antigüedad. Con ese lema abordo dos historias paralelas en el tiempo que tienen ese rasgo común: sus dos protagonistas son fieles a sus creencias hasta las últimas consecuencias. En el relato tardo-imperial narro las vicisitudes de dos cristianos que acaban siendo apresados y juzgados por sus creencias, convirtiéndose el más joven de ellos en un mito con el paso de los siglos: San Vicente Mártir. En paralelo, en el relato de época republicana, es Lucio Antonio Naso, un joven hispano, quien narra en primera persona sus experiencias acompañando a las tropas de Pompeyo el Grande por todo el Mediterráneo, dejándonos una visión original de la Guerra Civil que encumbró a César: la visión del perdedor.
Las novelas históricas suelen ser la manera de hacer entretenida la historia, o de contárnosla a nosotros mismos así que estamos hablando de ficción y veracidad pero ¿Qué predomina en sus relatos?
Ha de estar equilibrado; como toda novela, ha de predominar la ficción, pero como toda novela histórica que se precie, también ha de ser verosímil en lo ficticio y veraz en los hechos contrastados, de ahí la importancia del entorno, los personajes, diálogos y demás detalles para que el lector se sumerja en la época sintiéndose como un protagonista más de la novela.
Escribir una novela... ¿Cuáles son los ingredientes básicos de sus novelas?
Como ya he sostenido en algunos foros entre colegas del género, las tres eses suelen ser básicas en relatos de ficción histórica como los míos: sangre, sudor y semen. Violencia, aventuras y erotismo suelen imbricarse bien en relatos con tintes exóticos y épicos.
Usted sigue fiel a la nota al pie de página, práctica que no gusta a todas las editoriales, ¿por qué?
Porque es un extra que aporta el autor para disfrute de los lectores más curiosos. Como lector, si te distraen de la trama principal, siempre puedes obviarlos; en cambio, si eres un lector inquieto, disfrutas con cada detalle adicional que enriquece la trama. En mi modesta opinión, como rezaba el Oráculo de Apolo, nada en exceso.
Y en cuanto a la necesidad de escribir, de contar, ¿tiene en el horizonte nuevos proyectos?
En estos momentos estoy acabando la tercera parte de la saga, mi recreación de la década que cambió el mundo antiguo: tres hombres y una mujer pugnan por el control de la ecúmene. Solo uno podrá lograrlo. El Hijo de Neptuno es un relato coral en el que las vidas y aventuras de Sexto Pompeyo, Marco Antonio, Cleopatra y Gayo Octavio fluyen independientes hasta que se ven entrelazadas en la guerra civil que convirtió la república en un Imperio.
Mitos y leyendas; en esta difícil aventura de contar la historia o novelar hechos ¿quién y qué le inspira?
La buena literatura del género, por supuesto. Como base Mika Waltari, Robert Graves y Gisbert Haefs, como ejemplos a seguir José Luís Corral, Santiago Posteguillo o León Arsenal entre otros muchos grandes autores españoles que están demostrando que escribir novelas de calidad no es patrimonio de los anglosajones.
Nos despedimos de Gabriel Castelló Alonso, esperando encontrarle de nuevo en ese mundo romano, ese tiempo casi olvidado, del que sin embargo quedamos impregnados. La Hispania romana espera dormida a ser traída a la luz para todos nosotros.
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