"Estamos acostumbrados a ser testigos de violencias extremas"
"Estamos acostumbrados a ser testigos de violencias extremas, torturas, violaciones y humillaciones en todas las formas del arte. A menudo la crueldad allí desplegada se nos presenta como espectáculo. Sin embargo, hay una crueldad que no satisface el morbo del espectador ni corteja sus valores, sino que lo confronta con sus hipocresías y sus miserias. Es ética en el sentido de que pretende una transformación del lector, aunque a veces tenga que agredirle para ello: no le ofrece certidumbres, sino lo contrario. Este libro defiende una literatura contraria a la cultura del espectáculo y a la asepsia posmoderna, una literatura que aborrece lo inocuo y lo complaciente. José Ovejero ilustra su propuesta teórica con una original exploración de novelas de Bataille, Canetti, Luis Martín-Santos, Cormac McCarthy, Onetti y Jelinek, autores crueles cada uno a su manera".
Así es la obra, La ética de la crueldad, con la que José Ovejero (Madrid, 1958) ganó el premio Anagrama de Ensayo en 2012. La violencia nos rodea. El exceso. Lo corrupto. Y a los artistas siempre les ha encantado mostrarlo en sus obras. Hay incluso a veces en las que lo traumático ha formado parte de sus vidas. Ovejero trata la crueldad de la que se sirven algunos autores para hacer arte, pero también habló de la delincuencia en sus vidas reales en su anterior libro Escritores delincuentes. Es por ejemplo el caso de Anne Perry, a la que Ovejero menciona en sus obras. Conocida escritora inglesa que, tras años de cara al público, se descubrió que se trataba de Juliet Marion Hulme, una de las dos amigas que en 1954 en Nueva Zelanda asesinó a la madre de la otra, crimen horrible al que Peter Jackson dedicó su film Criaturas celestiales.
Algo hay en la violencia que nos fascina. Y el arte cruel mueve masas. De su frivolidad o de su trascendencia dependerá que sea útil para la sociedad. Hemos charlado con el escritor sobre esta atracción innata por los rasgos más oscuros de la persona.
¿Por qué fascinan tanto los escritores con vidas delictivas?
En relidad, lo que me interesa es sobre todo los individuos que han vivido una experiencia que no es la común, ni para cualquier persona y mucho menos en el mundo de los escritores, pero ellos además usan la literatura para contarla.
¿Cree que puede haber algo en la personalidad de los artistas que les incline hacia la delincuencia?
No creo que se dé más la delincuencia entre artistas que entre otras personas. Pero los demás no nos enteramos y los artistas siempre tienden a contar estas experiencias.
Las exposiciones o libros polémicos siempre atraen a más público ¿Por qué a la gente le fascina tanto la violencia?
Es una manera segura, en vez de tener que vivirla, de acceder a esta violencia. Todos tenemos impulsos violentos, pero si los vemos expresados por otros, es más cómodo que atreverse a vivirlo.
¿La crueldad en el arte, insensibiliza o hace reaccionar al público?
Depende. La crueldad en el arte puede ser espectáculo y nada más, que es lo que insensibiliza, o te puede llevar a cuestionar tus valores e ideas sobre el mundo. En mi ensayo (La ética de la crueldad) hago esa distinción entre el puro arte cruel como espectáculo, o el otro, el que quiere remover conciencias, el que yo llamo la ética de la crueldad.
En los escritores sobre los que habla en sus libros como Anne Perry o Burroughs ¿De qué manera influyó su vida problemática en sus obras?
Son dos autores a los que sus hechos violentos marcaron tanto su vida que también su literatura se vio impregnada. Burroughs nunca se libró del homicidio de su mujer. De hecho es un tema al que vuelve una y otra vez, no sólo en su obra sino también en entrevistas, juegos con armas delante de las cámaras, incluso participa en una ópera en la que el tema es la muerte accidental de la amada. Para él fue un hecho fundamental hasta el último momento de su vida. Anne Perry lo trabaja de otra manera. Al tener una identidad distinta al salir de la cárcel parece que quiere dejar su crimen atrás. En su literatura nunca se refiere de manera directa al asesinato. Incluso lo mantiene oculto hasta que no le queda más que reconocerlo. Hay unos temas que sí que se repiten: la culpa, la memoria...
¿Cuentan estos autores estas historias crueles mejor que los escritores que las inventan desde cero?
Muchos escritores de género negro nunca han visto directamente la delincuencia y cuentan sus historias perfectamente. Pero los otros que sí lo han vivido lo introducen de una manera directa, es la parte autobiográfica, y hacen denuncia. Algunos se sienten culpables, otros menos, pero insisten en mostrar que la sociedad tiene parte de la culpa de lo que les ha sucedido y para eso usan el libro.
¿No cree que llegará un día en que la violencia deje, no sólo de atraernos, si no también de afectarnos?
La violencia ha atraído siempre. Por ejemplo, el circo romano, o las ejecuciones públicas que han durado hasta hace poco tiempo.... No es verdad que hoy asistamos a más violencia. Es más lejana porque la vemos a través de medio. Muchas personas que ven hechos brutales sin pestañear no querrían verlos en realidad. No creo que seamos menos sensibles. Al contrario, creo que los somos más.
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