Entrevista a Manuel Díaz Ordóñez
jueves 23 de octubre de 2014, 13:23h
“Tenemos que desterrar la idea de una España vencida en los mares que nos ha legado la historiografía anglosajona y el cine de Hollywood”
Por José Carlos Fernández
Manuel Díaz Ordóñez es un barcelonés nacido en 1967. Es licenciado en Geografía e Historia y doctor en historia por la Universidad de Barcelona. Profesionalmente trabaja para Telefónica de España en Sevilla. Alterna su actividad principal como profesor en habilidades, con la colaboración en diferentes revistas de investigación histórica, muchas de ellas con un tinte naval que lo han hecho especializarse en la Armada española. Su obra principal, publicada por el Ministerio de Defensa, es la monografía Amarrados al negocio: Reformismo borbónico y suministro de jarcia para a Armada Real (1675-1751).
El Maestro de Jarcia es su primera incursión en la narrativa histórica, pero lo hace con un carácter especial, porque, desde sus primeras páginas, se desprende la gran pasión del historiador por su objeto de estudio. El protagonista es Juan Hunn, un guardia marina muy joven, que nos irá introduciendo en un complejo mundo de intrigas comerciales, sabotajes y espionaje industrial. Todo ello aderezado por el profundo conocimiento de la manufactura de la jarcia en la España de los Tiempos Modernos.
Usted es doctor en historia y autor de varias monografías de investigación. ¿Por qué este salto a la novela histórica? Creo que de forma natural. De alguna forma, al investigar la figura de los ministros reformistas, los oficiales de la Armada, los comerciantes que contrataban los asientos y los artesanos que fabricaban la jarcia acabé por verme entre ellos. Necesitaba darles movimiento, hacer que vivieran de nuevo ante mí y ante los lectores.
No me resisto a preguntarle por la jarcia. ¿Fue tan importante como para hacer una monografía histórica y, ahora, una novela? Me he pasado años explicando la importancia de la jarcia. Hoy en día, los titulares de prensa nos bombardean con lo que está pasando en Libia y todos entendemos la importancia del petróleo, Pues bien, en el siglo XVIII la jarcia era, junto a las velas, el principal sistema de propulsión de los barcos. Fíjese qué importante era.
La acción principal en El Maestro de Jarcia se centra en 1750 y me llama la atención que su monografía Amarrados acabe también en esta época. ¿Están relacionados? Efectivamente. Es el momento culminante en que el marqués de Ensenada modificó el suministro de jarcia entre los asientos, contratos con particulares, con la implantación de fábricas reales, gestionadas directamente. Es un momento de cambio que doblemente otorga ritmo a la narración.
La novela es histórica pero lo que cuenta ¿es ficción? Sí y no. Es uno de los valores añadidos que le doy a El Maestro de Jarcia. El guardia marina Hunn es un personaje ficticio, pero se mueve en una trama que es verdad. El gran marino Jorge Juan estuvo infiltrado en Inglaterra espiando su industria y su construcción naval. Reclutó operarios y mandó máquinas a España. Es evidente que los ingleses hacían otro tanto en nuestro país.
Batallas navales con berberiscos e ingleses salpican su relato. Sin embargo estamos más acostumbrados a ver personajes heroicos en barcos ingleses. ¿Es una buena idea? Claro que sí. Tenemos que desterrar la idea de una España vencida en los mares que nos ha legado la historiografía anglosajona y el cine de Hollywood. Si tan buenos eran los ingleses, y tan malos los españoles, ¿cómo mantuvimos casi intacto el imperio hasta las primeras décadas del Diecinueve?
Es una buena pregunta desde luego. ¿Puede ahondar más en esta cuestión? Desde luego. Hemos resumido nuestra historia naval del siglo XVIII en nuestras derrotas de San Vicente o de Trafalgar pero, al mismo tiempo, manifestamos una curiosa amnesia de nuestras grandes gestas de la época. Por citar algunas, la derrota de Vernon en Cartagena de Indias, la toma de Pensacola o la derrota de Nelson en Tenerife.
Nos habla de la campaña de Cartagena de Indias y nos emplaza a un terrible combate en la noche ¿puede comentarnos algo más de ello? Es la batalla del 19 al 20 de abril de 1741. El escenario fue el castillo de San Felipe de Barajas y te puedo asegurar que fue horrible la derrota británica. De hecho, se puede considerar decisivo en el resto de la campaña inglesa en Cartagena de Indias
La derrota de Vernon en Cartagena es retratada en su novela, ¿Fue tan grande como la recrea usted? Creo que fue mucho más. Imagínese una flota inglesa enorme, de más de 180 barcos de guerra y transporte con 2.000 cañones y más de 23.000 hombres enfrentándose a 6 buques españoles de guerra y poco más que 3.000 resistentes. Tras días de infructuosos combates se retira completamente derrotada. No sólo se venció el poder naval inglés sino que, también, se derrotó el orgullo de un país que se consideraba imbatible en el mar.
Y, sin embargo, ¿Los españoles conocemos estos hechos? No, desde luego que no. Es muy gratificante, se lo aconsejo, echarle un vistazo a la medalla que el comandante inglés, Edward Vernon, acuñó antes de la batalla de Cartagena de Indias retratando a nuestro héroe Blas de Lezo entregándole la espada. Quizá deberíamos saber más de nuestro pasado, para saber hacia dónde debemos ir en la actualidad.
Volviendo a El Maestro de Jarcia, hacia el final asistimos a una implacable persecución en el mar. ¿Fue difícil plantearla? Sí. Sobre todo porque uno de los barcos iba aparejado con velas latinas. Esta era la dificultad, porque la mayoría de autores suelen acogerse al siempre recurrente “todos a las vergas” de las películas. Yo no podía, así que tuve que recurrir a navegantes experimentados, como mi amigo Juan José de Ozámiz Lestón para que me asistieran en las maniobras que debían realizarse en la navegación del jabeque Gitano.
El jabeque está capitaneado por un mallorquín, Antonio Barceló. ¿Otro héroe de la mar? En efecto, ese gran capitán, Toni, como se le conocía, fue una verdadera pesadilla para los enemigos de la Corona española. Sus jabeques, su pericia y, sobre todo su valor, fueron un pilar del control español en el Mediterráneo.
Para terminar, ¿Trabaja en algún nuevo proyecto? Tengo algunas ideas. Más de la Armada Real, Nueva Guinea y una tribu. De momento sólo un esbozo.
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