El autor, en la entrevista, desmenuza este pasaje de la historia que él ha sabido trasladar a una novela trepidante y originalmente escrita, ya que el texto tiene varios narradores, principalmente dos, en primera persona. Aceytuno ha escrito una apasionante novela con unos protagonistas llenos de contradicciones y perplejos ante unos sucesos que no atisban a comprender. La solución la tiene el autor y así nos lo recomienda "lean historia. ¡Es apasionante! No lo duden, nuestra historia lo es y hay escritores, como Miguel Aceytuno, que están escribiendo libros apasionantes sobre ella.
¿Cómo acometió una novela de estas características y por qué?
Aunque parezca mentira, apenas hay ficción histórica sobre la Guerra Civil en el mar, cuando fue una lucha dura, despiadada, con momentos heroicos y cobardes por ambos bandos. Siempre me ha apasionado la historia, es mucho más divertida que cualquier cosa que puedas inventar. Por otra parte, cayeron en mis manos documentos familiares, que hablaban de mi abuelo y su hermano, en el San Fernando de 1.936. Yo recordaba a mi abuelo como aquel anciano con bastón tan cariñoso.... ¡Y resultó que tenía una historia a sus espaldas! (que no voy a contarle pues sale al final del libro) Me puse a recopilar información sobre el tema, y tan apasionante me pareció que pensé publicarlo en formato novela.
Guerra submarina en la guerra civil...
Exactamente igual a la que pocos años más tarde se llamará Batalla del Atlántico, pero a menor escala. Nuestra historia nos es desconocida, y la naval no hablemos. ¡Si hubiera sido por la Real Armada, los esquimales hablarían castellano! ¡Si hasta ahí llegaron en el siglo XVIII! Si con esta humilde novela consiguiera que la gente se animara a leer más historia...
¿Es realidad novelada o ficción lo que nos cuenta.
Casi todos los hechos que cuento son reales, pero sacados de contexto. ¿Un pesquero armado con un cañoncito contra un crucero pesado? ¡Pues fue Cierto! ¡Se llamó Navarra! Milicianos que matan a un cura por eso, por cura, y después se ponen a rezar. ¡Pasó en el pueblo de mi padre! SI ve algo que le parece una barbaridad, fue real. Y cuando piense "Esto parece posible"... es la ficción que he inventado para unir las historias que componen el libro.
Tratar el tema de la Guerra Civil siempre es espinoso, ¿cómo lo ha enfocado?
Con respeto y cariño a la gente que vio sus esperanzas, su vida destruida por una guerra entre hermanos, independientemente de su bando. Hablamos de medio millón de muertos, y de ellos solo ciento cincuenta mil en combate. El resto en venganzas, fusilamientos, paseos... Sírvanos de lección en la actualidad, antes de levantar odios.
Los submarinos de aquella época, ¿en verdad fomentaban tanto esta camaradería?
Y hoy en día igual. La vida en un submarino es dura. No puedes salir a "tomar el aire" cuando estás algo cansado, o harto de los compañeros, ni siquiera ver el sol durante semanas. No hablemos del contacto con las familias. Requiere gente con una pasta especial, y mucho amor por su oficio. Por suerte, en España siempre hemos tenido una gran arma submarina. La verdad, tenemos una armada muy buena, tanto a nivel material como humano. No es ninguna exageración el nivel técnico que se da en la novela a suboficiales como Ramiro Ortega.
¿Qué otros sucesos son de reseñar en esa época con sumergibles?
Hubo marinos españoles embarcados en los U-Boote alemanes durante la guerra. En la Guerra de África, submarinos españoles fueron de noche al peñón de Alhucemas, a evacuar a los civiles bajo el fuego de las cabilas marroquíes. Agentes secretos alemanes gestionaron la construcción de un submarino en España, para que los oficiales de la Kriegsmarine pudieran obtener experiencia cuando tenían prohibido fabricarlos. Y en la guerra... imagine a un grupo de agentes secretos nacionales intentando robar un submarino republicano en un puerto, pistola en mano, para ser repelidos por un único defensor, que se encerró en la torre. O un submarino hundido ¡Cuarenta y cuatro horas! Por debajo de la profundidad de seguridad del casco, consiguieron salir porque eran un equipo, y un equipo muy bueno. ¡Y solo hablamos de submarinos! Lea historia. ¡Es apasionante!
Uno piensa en la guerra en Guadalajara, Brunete, Teruel, Madrid...
Sí. Mucha gente tiene una imagen muy somera de la Guerra Civil. Por ejemplo, hubo una campaña naval brutal. Y no solo submarina. Como muestra un botón, la guerra contra el tráfico marítimo. Los nacionales capturaron trescientos mercantes republicanos. Quiere decir eso que cada tres días entraba en un puerto nacional un barco mercante.... pagado por la república. ¿Sabe cuántos barcos capturaron los republicanos? ¡Uno! Y no es que fueran más malos... Es que mucho armador extranjero de simpatías nacionales pasaba información.... Pagaban unos y se beneficiaban los otros. Ya ve usted. Una guerra es mucho más que una lista de batallas.
La novela histórica militar está de moda.
Siempre, desde Jenofonte. La guerra está llena de pasiones, de héroes y cobardes, de jugarte la vida a cara o cruz. La verdad, es un caldo de cultivo perfecto para una novela. Eso sí, no dejas de pensar que tras estas aventuras hay personas que murieron, pasaron hambre.... Por otra parte, no solo he querido hacer una novela de guerra. Trata también del despertar de un joven oficial de simpatías nacionales a la vida real, ayudado por un viejo suboficial republicano que ya está de vuelta de todo. Una figura casi paternal en un mundo de odio, intentando aportar un gramo de cordura al caos moral que debe ser una guerra. Mi padre, que pasó de niño la guerra en San Fernando, falleció mientras escribía la novela. Quizás por eso me he intentado identificar mucho con los personajes.
¿Qué significado tiene para usted la lucha interna del protagonista entre sus ideas y su deber?
Víctor de Loreto es un hombre joven, que ha recibido una educación muy buena, pero acaba de salir de la escuela, y no tiene experiencia en la vida. Es valiente y generoso, estaría dispuesto a dar la vida por su patria... si supiera cuál es. Una guerra civil le supera. ¿Dónde está el bien? ¿Dónde está el mal? En cada momento, en tu corazón. Es una vocecita que se llama conciencia, pero con el ruido de las armas, en una guerra, cuesta escucharla. Afortunadamente, con el tiempo, Víctor comprenderá esto.
Hoy, en España, ¿se ha perdido algo de ese sentido del honor que antes estaba tan presente en nuestra sociedad?
Espero, deseo, rezo que no. Nuestra juventud pasa un momento difícil, pues no estamos pudiendo ofrecerles las oportunidades que merecen, ¡A las que tienen derecho! Pero eso no es excusa para perder las ganas de luchar. El joven protagonista de la novela se ve superado por una guerra que no entiende... ¡Claro! ¡No hay forma de comprender una guerra, y entre hermanos, no digamos! Pero al final, muchos años después, comprende que lo único que te puedes llevar a donde quiera que rindamos viaje es la satisfacción de haber hecho las cosas no bien, sino según tu corazón.
¿Está escribiendo en la actualidad alguna otra novela? ¿De qué trata?
¡Sí! Quiero continuar con las aventuras de nuestro personaje. Durante la guerra civil, España tuvo dos acorazados: El España quedó en zona nacional, el Jaime I en la republicana. Ambos se hundieron por explosiones: El España probablemente con una mina propia, el Jaime en el puerto de Cartagena, quizás por sabotaje, quizás por accidente. La novela se llamará Babor y Estribor, Izquierda y Derecha, y contará cómo lucharon en ambos bandos los mismos hombres, los hijos de Churruca, Escaño, Blas de Lezo... El hilo conductor es Víctor de Loreto, el joven oficial, cada vez más maduro y experimentado, pero enfrentado a problemas más grandes.
Permítame un mensaje final para los lectores.... ¡Hablen con el abuelo! ¡Hablen con el abuelo, antes de que sea tarde! Todas estas historias que les cuento, y otras mejores, están ahí afuera.
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