Su nueva obra es un thriller musical en el que fallece el líder del grupo musical del momento. Se declara culpable el asesino de John Lennon, que lleva 30 años entre rejas. Eso da pie para que se resucite la leyenda del “Club de los 27”, según el cual las estrellas más importantes del rock mueren a los 27 años, como los conocidos Jimi Hendrix, Janis Joplin, Brian Jones, Jim Morrison o Kurt Cobain. La intriga está servida y la novela en ningún momento defrauda. En la entrevista nos desvela algunas de sus claves y su oculto pensamiento.
¿Sigue pensando en aportar más misterio a sus obras manteniendo su nombre en el anonimato?
Sí. Está resultando una gran estrategia de marketing. Sobre todo en estos tiempos, donde todo el mundo se mata por salir en los medios de comunicación para obtener los famosos cinco minutos de gloria de los que hablaba Warhol. Gelinek en cambio es distinto. Gelinek, como si fuera el caballero oscuro del suspense, escribe desde las sombras.
¿Qué le llevó a escribir Morir a los 27?
Mi pasión por el rock and roll y mi convencimiento de que la época del rock progresivo que arranca con The Beatles y termina con la llegada de la MTV es una de las más fecundas del siglo XX. También quería mostrar las conexiones entre el rock y la música clásica. La progresión de acordes del blues, de la que se origina luego el rock, existe desde el Renacimiento, y se llama Passamezzo Moderno.
¿Qué miembro del Club 27 le merece la mejor opinión musicalmente hablando?
Brian Jones. El creó los Rolling Stones y era el más dotado musicalmente de toda la banda. Era un auténtico genio.
¿Cree que alguien podrá igualar a John Lennon como ocurre en la novela?
El tandem Lennon-McCartney no será nunca superado. Leonard Bernstein llamaba a The Beatles los Schubert del siglo XX. Y todo ese talento fue potenciado por el genio musical del productor de sus discos, George Martin.
En la novela habla de ciertas paradojas musicales, como que los músicos nos toman el pelo con una música que no tiene nada que ver con la canción ¿Qué piensa acerca de que la música no se ajuste para nada a la letra en una canción?
Una canción no tiene nada que ver con la letra. Una canción es una progresión de acordes original, con una melodía pegadiza y unas voces que emocionan. A mí se me ponía la carne de gallina con diez años escuchando a los Beatles cantar Traitusitmaigüey duaijavtoquip ontolquin til aicagouon (We can work it out) y no tenía ni la más remota idea de lo que estaban diciendo. Pero la música me hacía sentir que, dijera lo que dijera esa letra, aquello era importante y sobre todo, era verdad.
Estos días el canon digital sigue siendo un tema que da de qué hablar. Como escritor, ¿está de acuerdo con los ideales de piratería cultural que propone el hacker del libro?
Si aplicáramos al pie de la letra lo que defiende el hacker del libro en Morir a los 27, yo mismo me quedaría sin derechos de autor en veinticuatro horas y no podría seguir escribiendo. Pero es imprescindible que tanto la industria discográfica como la editorial tomen nota de que el mundo está cambiando a una velocidad de vértigo y se adapten a los nuevos tiempos.
¿Cree que el mundo editorial debe evolucionar hacia el e book y la tecnología?
Sí, pero una vez más, no creo que el e-book signifique la muerte del libro de papel, de la misma manera que la llegada de la televisión no supuso la muerte del cine.
¿De dónde proviene su conocimiento acerca del póker?
Juego al póker desde los quince años, y además ahora he tenido la suerte de trabar amistad con una familia de expertos en juegos de casino como es la de Los Pelayos. Son brillantes en todo lo que hacen y me han enseñado muchas cosas acerca de este endiablado juego.
¿Piensa que el Texas Hold’em es la mejor variable del póker, como dice su personaje Amanda Torres?
Sin duda ninguna, el Texas Hold´em es el Cadillac del póker.
Hablando de cartas, ¿cómo cree que el azar puede influir en una investigación policial?
Yo no hablaría tanto de azar como de probabilidades. El póker enseña a no asumir riesgos tontos, pero también te demuestra que si no te arriesgas en la vida cuando los odds están a tu favor, nunca llegarás a nada. Eso vale también a la hora de decantarse por una línea de investigación u otra, en un caso policiaco.
¿Qué opina acerca de los periodistas musicales?
Hay de todo, como en botica.
¿Cree que la industria musical tal como la conocemos está agonizando a ritmo de requiem?
Tú lo has dicho, tal como la conocemos. Como decía Burt Lancaster en Il Gattopardo, a veces tiene que cambiar todo para que todo siga como está.
¿Cómo cree que puede afectar la fama a un investigador?
El móvil de algunos investigadores -sean jueces o policías- es la fama, el afán de notoriedad. Eso no los convierte en peores investigadores.
¿Cree que sería capaz de seleccionar cuál es la mejor canción de entre todas las grandes canciones que ha utilizado como títulos para los capítulos?
Yo me quedo con Happiness is a warm gun.
¿Qué canción se ajustaría mejor a Morir a los 27?
Tal vez This is the end, de The Doors
¿Cuál es su músico favorito?
No tengo. Soy musicalmente omnívoro.
¿Cree que la música puede afectar el ánimo de las personas?
La música sirve para provocar emociones. Si estamos alegres nos puede sumir en la melancolía y si estamos tranquilos nos puede sobresaltar o incluso aterrorizar.
¿Cree que se escriben buenas novelas sobre músicos? ¿Cuáles destacaría?
No hay muchas, pero yo he leído varias muy emocionantes. Una música constante, de Vikram Seth, por ejemplo es una muy recomendable.
¿Publicará nuevas novelas en el futuro?
Eso dependerá del respaldo de mis lectores.
¿Cómo lleva la celebridad en el anonimato?
Magníficamente. La promoción vis a vis es desgastante y agotadora. Es mucho más relajado poder comunicarse con los lectores desde casa, vía facebook. Y ahora, gracias al IPAD, puedo incluso firmar autógrafos y dedicatorias sin salir de mi despacho.
Puede comprar el e book en:
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