Lo importante es seguir hablando, toda la hipocresía acabará saliendo a la luz y nos mostraremos transparentes, sinceros, descubiertos.
Hemos venido a aceptar los misterios de un hombre de negro que se llama Alejandro, que camina descalzo y que nos desordena la memoria. Porque todo lo que hacemos, y lo que no, también lo que pensamos, lo que sentimos, lo que creemos y lo que creamos nos deja huella, es la imaginación revestida de pasado, y tenemos que perder el miedo a reconocer las historias nefandas, las que no nos dejan dormir, y en la que nos visitan nuestros propios fantasmas.
Esa es la noche que pasa la protagonista de El cuarto de atrás, quizás alter ego de la propia Carmen Martín Gaite, cuya adaptación a la escena ha llevado a cabo María Folguera. Y el texto resultante lo pone en manos de Rakel Camacho para, entre las dos, y con la inestimable interpretación de Emma Suárez, puedan vencer a la realidad en este calendario donde los años van pasando y resultan frágiles con el temor de lo que pasará con el tiempo, siempre acechando.
A Emma Suárez la acompañan también Alberto Iglesias y Nora Hernández (algunos días, Olivia Hernández), y asistimos a una delicada puesta en escena donde nos presentan la imagen de la vida, las motivaciones escondidas que provienen, posiblemente, de un cuarto exclusivo y privado, estrecho y sin luz, para dejar volar esa imaginación y esa creatividad que, posteriormente, hemos podido disfrutar todos a través de la obra de Carmen Martín Gaite.
Emma Suárez está especialmente luminosa en esas sensaciones internas de dudas, miedos, deseos, mostrándonos el brillo de la novela, postales de otro tiempo, conversaciones consigo misma y su conciencia, con sus amigos y su hija, me refiero ahora al personaje, noche de misterio, de tormenta, de añoranza sin nostalgia, de artesanía humana.
El escenario creado resulta perfecto, con todos los detalles cuidados al límite, para representar un texto literario en el lenguaje dramatúrgico, sin buscar un triunfo efectista, sino una sensible interpretación teatral donde lo que se aprecia es el cariño con el que se ha trabajado.
Hay palabras, situaciones, elementos escenográficos y lumínicos, con música original, que no sería nada sin el aspecto humano, el del cariño, el de realizar con modestia un gran montaje que interesa en la forma, en el fondo y en la estética.
Las luces se encienden y se abren las páginas del libro, y la literatura se hace humana, remedando aquellas palabras de García Lorca, la narrativa en pie de proeza para descubrirnos una nueva forma de leer, aunque lo que debe incitarnos esta puesta en escena es, precisamente, que nos lleve a buscar el libro para dar buena cuenta de ello en una noche de insomnio, en una tarde de asueto, en una mañana anodina; en todos los aspectos.
FICHA ARTÍSTICA
EL CUARTO DE ATRÁS
Texto: Carmen Martín Gaite
Dirección: Rakel Camacho
Adaptación y Dramaturgia: María Folguera
Reparto: Emma Suárez, Alberto Iglesias, Nora Hernández/Olivia Hernández
Escenografía: José Luis Raymond y Laura Ordás Amor
Iluminación: Javier Ruiz de Alegría
Música: Pablo Peña y Darío del Moral
Movimiento escénico: Julia Monje
Producción: Lantia Escénica
Vestuario: Vanessa Actif y Raquel Arroyo
Espacio: Teatro de La Abadía