En 2004, un grupo de libertarios visionarios lanzó el ambicioso proyecto Free Town, con la meta de apoderarse de una ciudad estadounidense y desmantelar su gobierno. Grafton, un pequeño pueblo rural en New Hampshire, fue seleccionado como el escenario para llevar a cabo uno de los experimentos sociales más audaces en la historia moderna de EE.UU.
Con la intención de crear una sociedad sin restricciones fundamentada en la libertad individual y los principios del libre mercado, activistas de diversas partes del país se trasladaron a Grafton. Su estrategia incluía tomar el control del gobierno local, eliminar regulaciones, reducir al mínimo el gasto público y transformar Grafton en una utopía libertaria. Los recién llegados, que estaban comprometidos con estilos de vida alternativos, empezaron a establecerse en yurtas, casas móviles y tiendas de campaña. A pesar de que todos compartían el deseo de alcanzar la libertad personal, las distintas interpretaciones de este concepto dieron lugar a un mosaico social tan variado como inusual.
A lo largo del tiempo, se realizaron recortes drásticos en los fondos públicos que se destinaban a servicios esenciales como bibliotecas, escuelas y bomberos, mientras que las leyes tanto estatales como federales perdieron prácticamente toda su relevancia. No obstante, la utopía libertaria que se había prometido nunca llegó a concretarse. En cambio, lo que realmente proliferó fue una gran cantidad de osos.
La falta de regulaciones en la caza y la inadecuada gestión de los desechos alimentarios llevaron a que los osos se acercaran cada vez más a las personas. En 2012, el primer ataque verificado de un oso salvaje a un ser humano en la historia reciente de New Hampshire fue documentado por Grafton, lo que le otorgó notoriedad.
La comedia de humor negro "Un liberal se topa con un oso" presenta un agudo análisis social, entrelazando personajes singulares, juegos de palabras y situaciones absurdas. Este enfoque proporciona un retrato profundamente estadounidense del compromiso radical con la libertad.
El autor, con un enfoque que combina el periodismo de investigación, la historia y el humor, analiza los retos de implementar una ideología extrema y profundiza en las tensiones que existen entre la responsabilidad colectiva y la libertad individual.
Matt Hongoltz-Hetling es un periodista freelance, especializado en crónicas y reportajes de investigación. Ha sido finalista del Premio Pulitzer y ganó el premio George Polk 2011 de Reportaje Local. Actualmente es reportero del Valley News, un diario de Lebanon, New Hampshire.
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