La autora ha revelado que la inspiración para esta novela surgió al conocer a Margarita Gil Roësset, una cautivadora artista española de los años veinte. Esta artista realizó ilustraciones que fueron publicadas póstumamente en un cancionero por la editorial Signo en 1932. En particular, una de sus obras muestra la imagen de un niño que se asemeja notablemente al personaje de El Principito, creado por Antoine de Saint-Exupéry.
“No es descabellada la posibilidad de que los dibujos de Margarita hayan inspirado al famoso escritor y aviador francés, ya que durante la Guerra Civil española, él trabajó como reportero y tuvo la oportunidad de ver el cancionero en alguna librería. Esta teoría ha alimentado la trama de La mujer de acuarela, que se centra en la desaparición de esta obra en un museo famoso”, nos comenta Silvia Moreno.
Silvia Moreno, la autora, ha desempeñado funciones en diversos museos, lo que le ha brindado el escenario ideal para desarrollar la trama de esta novela. Esta experiencia también ha influido en la creación de varios personajes, tales como la conservadora, el jefe de restauración, el auxiliar de sala, la restauradora y el mecenas. La autora ha comentado: “Doté a Luna de la profesión que ejercí durante años, la restauración de obras de arte. Aunque actualmente no me dedique a ello, conozco todos los detalles. Por eso, los gustos de Luna, inquietudes y aptitudes tienen que ver con el entorno museístico y el arte. Esto creo que le otorga verosimilitud en sus reflexiones y acciones”.
La escritora ha buscado visibilizar los problemas de salud mental a través del personaje de Luna, un tema que lamentablemente continúa siendo tabú en nuestra sociedad. “Mis personajes son capaces de reírse de sí mismos y tratan de abordar las situaciones como mejor pueden. Todos ellos comparten una característica común: son un conjunto de ‘antihéroes’ sociales. Incluyen al que enfrenta problemas de salud mental, al perro que ha sido abandonado, al divorciado cuyo hijo no desea verlo, al jefe inseguro, a la hija que se siente desamparada por su madre, a la mujer con un alto cargo laboral que sufre soledad e incomprensión, y al anciano en la residencia que padece alzhéimer... No son ejemplos a seguir ni aparecen en redes sociales como íconos; sin embargo, logramos conectar con ellos. En realidad, tienen mucho que enseñarnos y compartir, porque ya sabemos que la vida está llena de luces y sombras”, afirma la autora.
Con motivo del décimo aniversario de la coronación de Felipe VI, los Reyes Felipe y Letizia decidieron llevar a cabo un evento privado en el Palacio de El Pardo, donde se reunieron con varios empleados de distintas sedes de Patrimonio Nacional. Entre ellos se encontraba una escritora que forma parte del equipo laboral de la institución. “En esa ocasión, junto a mis compañeros, le obsequiamos a la reina Letizia con la novela La mujer de acuarela dedicada y, como se pudo leer en algunos titulares de revistas, le hizo especial ilusión”, comenta Silvia Moreno.
¿Qué sucede en La mujer de acuarela?
La restauradora Luna trabaja en uno de los museos más emblemáticos de Madrid y afirma haber encontrado una pieza que había desaparecido de la reciente donación del coleccionista Jacinto Blánquez a la institución. La obra, cuya búsqueda generará escepticismo en muchos, también despertará obsesiones y fantasías en otros. A lo largo de reuniones terapéuticas, se revelará una historia oculta que se remonta a la segunda visita a España del aviador Antoine de Saint Exupéry y a las ilustraciones realizadas por un niño que dibujó Margarita Gil Roësset. En esta misión, el presente y el pasado se entrelazan, mientras la salud mental y las relaciones humanas desempeñan un papel crucial para desentrañar el misterio de la obra perdida, cuyo valor aumentará conforme avance la investigación. Esta novela ha sido publicada por la editorial MaluMa y está disponible para su compra en Amazon.
Silvia Moreno, graduada en Conservación y Restauración de Bienes Culturales, nació en Madrid al final de la década de los ochenta. Además, posee un posgrado en Gestión Cultural por la UCM y ha completado un máster universitario en Humanidades: Arte, Literatura y Cultura Contemporánea en la UOC. Su formación se complementa con una especialización universitaria en Escritura, Estilo y Creatividad en la VIU, así como diversos cursos realizados en la Escuela de Escritores de Madrid. Desde que concluyó su formación académica, ha ejercido como restauradora tanto en el ámbito público como en el privado, equilibrando esta actividad con la enseñanza. En 2018, fue galardonada con una beca de investigación otorgada por la Fundación Iberdrola España, lo que le permitió realizar una estancia en el taller de pintura del Museo Nacional del Prado. Actualmente, desempeña su labor como personal laboral en Patrimonio Nacional. Su primera novela es "La mujer de acuarela".
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