La historia sigue a Claudia, una periodista que abandonó hace años su pueblo natal, Tordevianos, a las afueras de Burgos. Claudia decide regresar para escribir un reportaje sobre una de las tradiciones más bárbaras del pueblo, "La Suelta", con la esperanza de que este artículo la promocione como periodista. Lo que comienza como un simple reportaje se convierte rápidamente en una investigación sobre la desaparición de los más jóvenes del pueblo, lo cual desata un cruce de acusaciones entre los vecinos y la lleva a enfrentar su desafortunado pasado.
Uno de los puntos más positivos de "La Suelta" es la calidad de los actores de voz que han participado en la locución. Voces como las de Marta Górriz, Israel Elejalde, Jorge Peña, Nikki García, Keni Roldán, Aida de la Cruz, Paula Iwasaki, Miguel Rodríguez, entre otros, logran transmitir la atmósfera tensa y misteriosa que rodea a la trama. La excelente interpretación de los actores contribuye a la ambientación de la historia, aunque no logra compensar los problemas estructurales de la narrativa.
Además de las voces, los efectos sonoros utilizados en "La Suelta" son otro de los puntos destacables. La ambientación auditiva es efectiva al sumergir al oyente en el contexto rural y tenso de Tordevianos. Los sonidos cuidadosamente seleccionados logran crear una atmósfera inmersiva que complementa la narrativa y aumenta la tensión en los momentos clave de la historia. Esto ayuda a mantener un cierto grado de interés a pesar de los problemas con el ritmo de la trama.
También se perciben inconsistencias en el tratamiento de los detalles narrativos, como la edad de los niños protagonistas. En ciertos momentos se mencionan como si tuvieran doce años, pero hacia el final de la obra se les describe con once. Este tipo de incoherencias, aunque menores, dificultan la construcción de una narrativa sólida y consistente.
En cuanto al estilo, el uso excesivo de flashbacks y reflexiones interiores contribuye a que la acción avance de manera lenta y, en ocasiones, se perciba estancada. Aunque los momentos de reflexión pueden aportar profundidad a los personajes, en un formato de audio es crucial mantener un ritmo que enganche al oyente. Estos elementos introspectivos, aunque bien desarrollados, ralentizan el progreso de la trama y afectan la tensión narrativa, haciendo que sea difícil mantener un estado sostenido de intriga o suspense.
Otro aspecto que limita la efectividad de "La Suelta" es la cantidad de personajes que aparecen a lo largo de la historia. La presentación de tantos nombres puede resultar confusa, especialmente en un formato donde el oyente no tiene la facilidad de volver páginas para recapitular quién es quién. Además, la falta de profundidad en la construcción del personaje principal, Claudia, reduce el impacto emocional de la historia. Sin una protagonista bien definida, el oyente tiene dificultades para establecer una conexión empática con la trama, lo que resulta en una experiencia narrativa menos satisfactoria.
En resumen, "La Suelta" es una obra que, aunque posee elementos interesantes y un claro potencial, se ve lastrada por errores que afectan su coherencia y ritmo. A pesar del excelente trabajo de locución de actores, así como de los efectos sonoros bien logrados, es posible que una revisión de los detalles técnicos, así como un ajuste en la estructura narrativa para adaptarse mejor al formato de audio, pueda mejorar notablemente la experiencia del oyente. Además, es importante destacar que plataformas como Storytel juegan un papel fundamental en la promoción de este tipo de ficciones sonoras, permitiendo que los oyentes se acerquen a un nuevo concepto de narrativa inmersiva. La apuesta por este formato es un paso positivo hacia la innovación en el ámbito de la ficción sonora.
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