De Juan Solo podríamos decir que tiene doble personalidad. “Por una parte, me dedico al humor en mis monólogos y por otra a matar a gente en los libros”, señala con una sonrisa en la boca y añade “pero mis novelas suelen tener un alivio cómico”. No todo va a ser matar –bien sea de risa o con una pistola-, aunque en su último libro hay muertes, pero de esa manera tenue, casi equilibrada. “La vida tiene mucho de humor. Aprendí a apreciarlo de la mano del superviviente de los campos de concentración Viktor Frankl, su libro En busca de sentido es una obra maestra y nos enseña que las situaciones más dolorosas y terribles no están exentas de humor”, cuenta con decisión. "Los crímenes del carrusel" es una novela policíaca que se desarrolla en el contexto de Estados Unidos. “La elección de este escenario no es casual, ya que la temática de la obra se adapta mejor a las circunstancias y el entorno de este país, donde ocurren eventos que enriquecen la narrativa”, apunta Sol. En su opinión, “el ambiente estadounidense permite explorar de manera más efectiva las complejidades de la trama y los personajes”. Y nos narra una curiosa anécdota sobre su amigo Richard Vaughan, sí el del método de aprendizaje de inglés que lleva su apellido. “Le pedí consejo cuando le conté que quería escribir una novela que transcurría en Estados Unidos y me dijo: espero que no salga nadie comiéndose un perrito caliente y eso hice. Se la mostré cuando la terminé y me aseguró que era una novela totalmente americana”, apunta el autor de la Editorial Planeta. Juan Solo ha visitado en reiteradas ocasiones en país. “Tanto por motivos de trabajo como personales. Todas las ubicaciones de la novela, las he visitado. Menos el pueblo donde ocurren los crímenes que es inventado. Hasta los carteles que cito en la novela los he visto en mis viajes. Creo que refleja a la perfección la América de los hermanos Cohen”, agrega. Uno de los aspectos más destacados de la novela es la importancia de los personajes. Juan Solo enfatiza que los protagonistas son fundamentales para la comprensión de la historia. A lo largo de las páginas, los lectores podrán sufrir y descubrir junto a ellos, lo que añade una capa de emoción a la trama. La conexión con los personajes es esencial para que el lector se sumerja en el misterio que rodea a la novela, creando un vínculo que lo mantendrá enganchado hasta el desenlace. “Los casos se resuelven gracias a la colaboración”“Me gusta ser fiel a los personajes. Me gusta verlos crecer”, afirma el autor madrileño y continúa diciendo “la policía no consigue resolver ella sola los casos, la periodista tampoco, es gracias a la colaboración cuando se consigue. En la vida no todo es blanco o negro. Hay personas que hacen cosas malas sin serlo y es porque toman, o pueden haber tomado, decisiones equivocadas en momentos críticos”. Esta exploración del demonio interior que todos llevamos dentro es un tema recurrente en la obra, invitando a los lectores a cuestionar su propia moralidad y las circunstancias que pueden llevar a una persona a perder el control. Con su estilo característico, Juan Solo promete que su novela es un thriller que no solo entretendrá, sino que también invitará a la reflexión sobre la naturaleza humana. La obra está diseñada para mantener a los lectores en vilo, asegurando que cada página revelará nuevos giros y sorpresas en la trama. “Me gusta sembrar la duda en el lector desde la primera página”, afirma con decisión.
El protagonista-escritor se parece mucho a su padre. Una experiencia muy dura; cuando era un chaval, forja su personalidad. “Él tiene que vivir un infierno personal importante. Creo que la novela toca algo que no está muy visto en la literatura y para ello necesito varios puntos de vista. Así el lector, reflexionará sobre los acontecimientos teniendo más elementos de juicio”, nos adelanta Solo. Aunque su novela tiene mucho de la América de los hermanos Coen. La ética ocupa un papel importante en “Los crímenes del carrusel”. “En Estados Unidos están muy influidos por la pretensión de hacer siempre lo correcto, pero mis personajes tienen una ética muy flexible, así consigo que pasen muchas cosas en el libro. Lo que más me gusta es que les pasen cosas a los personajes”, apunta. La periodista Irene hace el papel de Watson, el compañero de Sherlock Holmes, “esto permite seguir la trama de lo que va sucediendo. A mí, no me gustan las novelas de Agatha Christie que se resuelven en la última página. Prefiero poner en contacto al mundo de la literatura con lo que ocurre. Y muchas veces ocurren cosas que son muy difíciles de explicar”, señala enigmático. Para finalizar, destaca el juego metaliterario que hay en la novela, la relación de unos crímenes con una novela. Y concluye contándonos su pequeño secreto de cómo afronta la escritura: “yo no me siento a escribir hasta que no sé cómo va a acabar la novela”, y añade sobre cómo entiende él la literatura “creo que es más valioso lo que se va generando en la cabeza del lector que lo que se muestra en el papel cuando se describe escenas truculentas. Mejor incitar que explicitar”. Puedes comprar el libro en:
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