-¡Menudo agua nos ha dado el Barça esta noche, Tito! Ni que se hubiese desbordado el arroyo Abroñigal.
-Ya lo creo, Pruden. Una vez más, no hemos estado a la altura.
-El partido me ha recordado a aquel 0-5 del 17 de febrero de 1974 que nos endosaron cuando el dictador estaba con un pie en el otro barrio.
-Al otro mundo es a donde nos mandaron. ¡Carajo con el Asensi, Cruyff, Sotil y compañía! Nos dejaron peor que a Franquito.
-Hasta los de la Trinca cantaron lo que ocurrió esa noche a ritmo de sardana, cuyo estribillo decía: Cruyff, Cruyff, Cruyff…
-Pero luego nos vengamos.
-Sí, pero a estos no los veo con carácter. Tienen un entrenador que no entrena, que no prepara los partidos y que estratégicamente es peor que un militar italiano de la Segunda Guerra Mundial, que salía huyendo cuando oía disparos.
-Yo creo que está más pendiente de ganar dinero y no pagar impuestos que de otra cosa.
-Pues, puede que le caigan cinco años. Malo para él, pero bueno para el Madrid.
-Y no dimite como los políticos que tenemos en el país que los pillan con las manos en la masa y echan la culpa a cualquiera que pasaba por allí.
-Ya es hora de que se vayan él y el Floren, que tiene más un proyecto urbanístico que uno deportivo.
-Sí, lo del nuevo estadio no tiene nombre. Ha puesto en contra y en pie de guerra a todo un barrio. Y saber que cuando se hizo el estadio estaba en las afueras de Madrid concretamente en el municipio de Chamartín de la Rosa que lindaba con Fuencarral por el norte y el oeste, con Hortaleza al noroeste y con Canillas al sureste.
-Para eso, mejor que hacer la remodelación habría sido llevárselo a Valdebebas.
-La pela es la pela, que diría un catalán del Barça.
-Pues sí, el Floren me parece que es unos de esos. ¡Menudos fichajes hace el pollo!
-¡Anda que el Mbappé! Bueno, es que ni corre ni anda. Va con el freno de mano echado. Parece que no entrena. Mis colegas de la residencia les habrían ganado por más goles, y eso que ninguno baja de los 80 y todos van con taca-taca.
-Eso es lo que les haría falta: el tiquitaca de Luis Aragonés.
-Ese sí que entendía de fútbol. Era un sabio.
- Ya te digo, Tito. Y, además, ninguno de los jugadores juega en su sitio. Vaya panda de mataos. El Bellingham escorado a la izquierda y hundido. Los otros franceses navegando en el centro del campo y eso por no hablar de la defensa, que daba estampitas de santos a los delanteros cuando pasaban por su lado.
-Y para colmo, los cantos racistas. Eso no se debería consentir. Demasiado poco le ha caído al Atleti y más le tendría que caer al Real.
-Es que ya no hay ni señorío ni caballeros del honor.
-Eso era de otra época. Ahora todos juegan para forrarse y el primero el presi.
-Lo del respeto se ha olvidado y el corazón se lo dejan en la mesilla de casa.
-Para que luego digan que el Ancelotti ejerce un liderazgo tranquilo.
-Ni liderazgo ni ná de ná. Ni sufre ni padece. Como no le ponga las pilas el Carvajal, los veo en Segunda, como los de la Peineta.
-Con la de entrenadores entendidos que tenemos por aquí y nos trae el Floren uno que, aún teniendo a los mejores jugadores del mundo, no sabe realizar los cambios a su tiempo y no quiere fichar a jugadores que suplan a los lesionados. Menuda debacle se nos viene encima.
-Sí, y encima no saca a Arda Guler. Lo que necesitamos es sangre joven, que se coman el balón sin kétchup.
-A este paso, se están pareciendo el presi y el míster a los de la película “Dos tontos en apuros”.
-Bueno, no te burles que si el próximo día hacen una remontada se nos olvida el disgusto.
-Sí, pero los del Barça seguirán refocilándose de nosotros hasta el próximo partido del siglo. Que llevamos un cuarto del mismo y ya hay más que en todo el siglo pasado.
-Pues a ponerse las pilas, que las mías son alcalinas.
Si (
No(
