La obra recibió una acogida excepcional tanto por parte de lectores como de educadores. Este cambio en el país permitió a muchos descubrir que “nuestras Cenicientas, Blancanieves y Pulgarcitos -siempre con otros nombres- eran historias mucho más excitantes y complejas, que nada debían a los estereotipos importados y manoseados hasta la saciedad por el canon Perrault-Grimm-Disney”.
Desde 1976, Antonio Rodríguez Almodóvar se dedicó a la recolección de relatos orales con una grabadora en mano, revisando colecciones folclóricas y organizando materiales. Aunque su labor incorpora aspectos filológicos, históricos y antropológicos, él mismo definió la selección y clasificación de los cuentos como “una tarea científica en sí misma”, tal como también lo destacó Lévi-Strauss. A lo largo de gran parte de su trayectoria profesional, el autor realizó un amplio trabajo de recopilación, análisis, divulgación y restauración de cuentos tradicionales. En este último aspecto -la restauración- enfatiza su empeño por recuperar relatos que se encontraban perdidos o incompletos, similar a la restauración de una obra artística, donde es fundamental preservar el estilo y el tono originales de las narraciones. El objetivo central de su labor ha sido desentrañar el significado simbólico de los cuentos, que comunican un mensaje pero representan otro diferente.
Las recopilaciones de cuentos populares de diversas culturas, como las realizadas por los hermanos Grimm, Perrault, Andersen, Afanásiev o Calvino, han logrado una gran fortuna que a menudo eclipsa el rico patrimonio de relatos de nuestra propia tradición. "Estos cuentos no son meras historias infantiles. Reflejan la forma de ver el mundo de nuestros antepasados y contienen enseñanzas que siguen siendo relevantes hoy. Mi trabajo ha consistido en traer esas voces del pasado al presente, sin distorsionarlas, pero asegurándome de que puedan ser comprendidas y disfrutadas por nuevas generaciones", señala el autor.
Sencillez, claridad y un toque de humor
El trabajo literario de Rodríguez Almodóvar recibió en su momento el reconocimiento del novelista José María Merino, quien destacó su naturalidad: “No son simples transcripciones de testimonios orales recogidos aquí y allá, sino reelaboraciones que pretenden mantener, en su condición escrita, una vigorosa apariencia, o sugestión, de oralidad (…) y tal naturalidad tiene mucho que ver con la concisión expresiva, que es fruto de un propósito de estilo en el recopilador. Estos cuentos están narrados con las palabras necesarias, ni una más ni una menos”. Además de estas cualidades, Merino subrayó “un equilibrio estético entre lo popular y lo literario, voluntad de completar al máximo los textos y, como sustrato que lo impregna todo, humor, mucho desenfado, y ningún edulcoramiento. Todo lo que, en fin, resulta clave y paradigma del buen contar”.
Cuentos al amor de la lumbre, que ha alcanzado más de 50 ediciones y ha vendido más de 500.000 copias a lo largo de sus cuatro décadas, reúne y organiza relatos de diversas categorías. Incluye desde los más célebres, como Garbancito o Juan sin Miedo, hasta historias menos conocidas que preservan elementos de la mitología y las creencias populares. Estos cuentos están dirigidos tanto a un público joven como adulto, evocando valores como la justicia, la valentía y la astucia, además de reflejar las costumbres y estilos de vida de la España rural. Como mencionó José Manuel Caballero Bonald durante la primera presentación del libro, se trata del “rescate definitivo de un legado colectivo, intemporal y disponible, que también nos devuelve la riqueza de muchas arrinconadas sabidurías populares”.
Desde su lanzamiento, Cuentos al amor de la lumbre ha recibido elogios tanto de críticos literarios como de educadores y familias. Considerada una obra esencial para la conservación del patrimonio cultural español, el libro ha sido objeto de estudio en el ámbito académico debido a su importancia en la literatura oral y su aporte a la pedagogía, especialmente en lo que respecta a la enseñanza de valores. “Estos cuentos no solo eran historias para entretener, sino que cumplían una función educativa y moral en las comunidades. Cada relato encierra lecciones sobre la vida y el comportamiento”, señala.
Cuentos al amor de la lumbre se caracteriza por la ausencia de adaptaciones narrativas y cambios estéticos o morales. El autor ha optado por mantener la forma más tradicional de los cuentos, empleando una metodología estructural inspirada en Vladimir Propp. Esta metodología identifica funciones narrativas en los relatos maravillosos, lo que facilita la comparación de diversas versiones y la creación de un arquetipo representativo.
Rodríguez Almodóvar señala: “solo pido que se tenga en cuenta que en este libro no hay nada de mi propia cosecha, salvo el aparato teórico-analítico que los acompaña, y que los cuentos venían así desde una larga tradición, por lo que también aportan un valor histórico”. Tal como él mismo aclara, el pueblo español es el verdadero autor de la mayor parte del libro. Su labor ha consistido en mediar entre la oralidad y la lectura, además de iluminar el significado de cada cuento tanto individualmente como en su relación con los demás relatos.
Antonio Rodríguez Almodóvar (Alcalá de Guadaíra, Sevilla, 1941) es un escritor de larga trayectoria literaria. Catedrático de Lengua y Literatura Españolas y doctor en Filología Moderna, es autor de más de cuarenta obras que van desde la novela al ensayo, pasando por el teatro, la poesía, el cuento infantil, el guion televisivo, la crítica literaria y las colaboraciones periodísticas, principalmente en el diario El País. Su labor literaria ha sido reconocida a lo largo de los años con distintos premios, como el Nacional al Libro Mejor Editado 1985, el Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2005 por El bosque de los sueños (adaptación literaria de cinco cuentos maravillosos de cultura indoeuropea), el Internacional de Narrativa Juvenil Infanta Elena 1991 o el Ateneo de Sevilla de Relatos 2004. Entre 1969 y 1973 fue profesor de la Universidad de Sevilla, de la que fue apartado por su activa participación en la lucha antifranquista. En 2016 fue elegido académico correspondiente de la Real Academia Española.
Puedes comprar el libro en: