El autor aragonés siente una absoluta fascinación por Isabel I. En la novela, Isabel la Católica aparece como una madre que, aunque consciente de su final, busca asegurar el dominio mundial a través de su hijo Juan. Es una mujer distinta, su ambición no se limita solo a ser reina”, explica y añade “tuvo mala suerte porque el hijo destinado a reinar fallece antes de llegar a la veintena”. Siempre fue una persona débil que sufría el Síndrome de Inmunodeficiencia Primaria (SIP). “Partiendo de ser una infanta de Castilla, destinada a ser abadesa de cualquier monasterio que escogiese su hermano se convierte en una reina poderosa. No solo le vale unir Castilla y Aragón, sino que aspira a convertir España en la potencia mundial”, desgrana el escritor de Borja con precisión. A pesar de todas las adversidades que sufre, su plan tiene éxito, aunque con trágicas pérdidas familiares. Luis Zueco reflexiona sobre los desafíos que enfrentó Isabel. “El plan era tan bueno que incluso con la muerte de sus hijos y nietos, sigue funcionando”. Esto demuestra la complejidad del legado que dejó y cómo su visión trascendió más allá de su vida. Isabel la Católica fue, probablemente, la reina más importante de España, la que dio un giro radical al país convirtiéndolo en una potencial mundial. Isabel y Fernando se complementaban muy bien. Ambos eran muy inteligentes”, afirma. En “El mapa de un mundo nuevo”, tiene un papel muy interesante la figura de Cristóbal Colón. Según Zueco, “Colón es un personaje muy oscuro al que Isabel confió sus esperanzas. Apuesta por él casi siempre. Si bien es cierto que le tuvo ocho años esperando para la primera expedición a Asia por el oeste y se encontró por casualidad con América. Le permitió otras tres expediciones, lo sacó de la cárcel y le convirtió en Almirante de la Mar Océana y Virrey. Isabel percibió en Colón la posibilidad de alcanzar sus objetivos imperiales”, desarrolla con razón. “Colón no llega a América por casualidad”“Colón no engaña a Isabel”, argumenta el autor aragonés y agrega, “más bien, ella entiende que Colón tiene una gran ambición personal. A pesar de sus defectos, ella sabe que puede utilizarlo para lograr lo que desea para España. Este aspecto se refleja en las capitulaciones firmadas por los Reyes Católicos. Colón no llega a América por casualidad. Sabía muy bien lo que quería y tenía mucha información”. Sin embargo, quedan flecos oscuros en su comportamiento. En la novela, los narra Zueco. Colón abandonó a su suerte a los 39 tripulantes de la Santa María en el fuerte Navidad. A su regreso del primer viaje, pasó por las islas Azores y desembarcó en Lisboa, donde estuvo una semana, antes de hacerlo en España. La novela presenta tres protagonistas principales: un juglar llamado Anselmo del Perpiñán, una joven llamada María, y el viajero de Flandes Noah. El autor apuntó que “Anselmo es clave en el desarrollo de la novela porque representa el papel del narrador en una época donde se contaban historias a través de mitos y leyendas”. Por el contrario, “María es un personaje más oscuro. Ella busca venganza tras perder a su familia y se enfrenta a conflictos internos mientras evoluciona a lo largo de la historia. La venganza se convierte en un motor fundamental para su desarrollo personal dentro del relato”, apuntó Luis Zueco. El autor nos dice que “escribir esta novela fue un desafío debido a su compleja estructura. Busco ser original, además me esfuerzo al máximo para mantener una narrativa fluida mientras entrelazo múltiples tramas. La evolución de los personajes también influye en el desarrollo del relato. Muchas veces los personajes demandan cambios. Anselmo no iba a ser un personaje tan importante como tenía previsto y lo mismo ocurre con María. Su sentimiento de venganza se apodera de ella y lo lleva a un extremo fatal. Es un sentimiento que puede dar sentido a una vida, pero también destruirte”, explica el autor. “Esto implica adaptarse a las necesidades narrativas mientras se mantiene fiel al contexto histórico. La interacción entre los personajes permite explorar temas como la venganza y el destino durante un periodo crucial para la historia europea”, añade.
Luis Zueco también reflexionó sobre cómo el descubrimiento de América representó un cambio profundo en el pensamiento europeo. “Ocurrieron muchos cambios en esos años del comienzo del siglo XVI. La imprenta y el Renacimiento contribuyeron a abrir nuevas rutas comerciales hacia Asia y otros territorios desconocidos”, señala. “Estamos ante un nacimiento de una nueva época histórica. Reconocer estos cambios es esencial para entender cómo evolucionaron las sociedades europeas desde entonces hasta nuestros días”, expresa el escritor de alguna de las mejores novelas históricas que se han escrito estos últimos años. Para concluir, Luis Zueco recuerda unas palabras de su abuela: “sabe más un tonto que viaja que un listo que se queda en casa”. “Si viajas te pasan cosas. Noah es un viajero que crece con sus viajes. Un viajero no controla su destino, pero lo que ves y descubres te forja de una manera indeleble. Te enamoras, te rompen el corazón, te engañan; pero sigue creciendo”, cuenta. En esos años, además de la imprenta. Los portugueses circunvalan África, los españoles descubren América. Es la época más apasionante de la Historia. Avanza el humanismo y la Reforma y Luis Zueco lo ha sabido contar de manera genial. “Mis libros son difíciles de escribir porque su estructura es muy compleja –aunque no lo parece por la fluidez con la que se lee-. Yo suelo arriesgar mucho porque afronto muchos retos”, detalla el autor. Escribe muchos borradores para dar con la versión definitiva. Es un escritor incansable, ya ha empezado su próxima novela que estará en dieciocho meses. Además, tiene otras tres en mente. Desde luego, tiene tantas ideas que a sus lectores no les va a dejar tranquilos en mucho tiempo. Al menos, eso esperamos. Puedes comprar el libro en:
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