"Un autor de inagotable talento, capaz de conmover por igual a jóvenes y mayores gracias a la vitalidad narrativa de sus historias, plenas de emociones y vivencias", así lo expresó el jurado al considerar que este es un sincero y agradecido homenaje de quienes creemos en el poder transformador de los libros y la lectura.
Tras recibir la noticia, Jordi Sierra i Fabra expresó su agradecimiento por el reconocimiento de los editores de Madrid, destacando la importancia del respeto en su trayectoria como escritor: “Después de 52 años dedicados a la escritura, lo único que espero al final es sentirme satisfecho y orgulloso del trabajo realizado, algo que va más allá del éxito”, mencionó. Recordó sus inicios como joven rockero con el pelo largo durante la dictadura, luchando por ideales y lleno de sueños, donde el concepto de respeto le parecía distante e inalcanzable. Sin embargo, con el paso del tiempo ha comprendido que el respeto se gana con la experiencia. Para él, este premio representa el reconocimiento a toda una vida dedicada a su pasión por las letras, otorgándole esa capa final de respeto que no siempre se encuentra en nuestro país. Es un galardón que los editores conceden a un maestro de la escritura que ha desafiado los límites con valentía y originalidad.
"Formar parte de los premiados es algo que me llena de satisfacción", expresó Sierra i Fabra. "En palabras de Grouxo Marx, quien dijo que nunca pertenecería a un club que le admitiera como socio, yo estoy orgulloso de ser miembro de este club que, además, me honra con su más preciado galardón". Sierra i Fabra, nacido en Barcelona en 1947 en una familia humilde, se encontró con numerosos obstáculos que dificultaron su aspiración de convertirse en escritor, incluyendo la oposición de su padre. Su conexión con la música rock (dirigió y en muchos casos fundó algunas de las principales revistas españolas del género en los años sesenta y setenta, como Disco Expres, Popular 1, Súper Pop, entre otras) le permitió ganar popularidad sin descuidar su verdadero anhelo: plasmar en papel las historias que su mente creaba.
En 1972, se publicó su primer libro, y desde entonces ha escrito seiscientas obras de todos los géneros. Muchas de ellas son best sellers. Ha ganado 60 premios literarios y ha recibido un centenar de menciones honoríficas, además de figurar en múltiples listas de honor. Sus obras han sido traducidas a más de 40 lenguas y sus cifras de ventas superan los 15 millones de ejemplares. En el año 2007, recibió el premio Nacional de Literatura del Ministerio de Cultura español, en 2012 el Cervantes Joven y en 2013 el premio Iberoamericano por el conjunto de su obra y la tarea social de sus Fundaciones. También ha sido galardonado con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2017 y la Creu de Sant Jordi en 2018.
En Barcelona, en 2004 nació la Fundación Jordi Sierra i Fabra y en Medellín, Colombia, la Fundación Taller de Letras Jordi Sierra i Fabra, como resultado de una larga trayectoria y un fuerte compromiso ético y social. Cada año se entrega el premio que lleva su nombre a un joven escritor menor de 18 años. En 2010, las Fundaciones fueron galardonadas con el premio IBBY-Asahi de Promoción de la Lectura, el más prestigioso a nivel mundial, y en 2015 recibieron la Medalla de Honor de Barcelona.
El 14 de noviembre en el Instituto Cervantes se llevará a cabo la entrega del Premio Antonio de Sancha 2024.
Un reconocimiento a la defensa de la cultura, y del libro y la lectura
En 1997, la Asociación de Editores de Madrid instituyó el Premio Antonio de Sancha con el propósito de honrar cada año a individuos y organizaciones que han destacado por su compromiso en la promoción de la cultura en su totalidad, así como en el fomento del libro y la lectura.
En honor al primer editor español, el galardón lleva la denominación oficial de Premio Antonio de Sancha, cuya contribución a la cultura ha sido excepcional. En el siglo XVIII, se atrevió a editar obras que habían permanecido inéditas durante tres siglos desde la invención de la imprenta. De esta manera, logró "reimprimir las mejores obras que se han escrito que, por raras, apenas son conocidas", incluyendo libros considerados universalmente como obras maestras de la Literatura Universal, como El Poema del Mío Cid, el Libro del Buen Amor o las poesías de Gonzalo de Berceo.
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