Los nuevos datos cervantinos ponen de relieve que la casa de Miguel «pertenecía al Colegio Mayor de San Ildefonso porque sus propietarios debían pagar a la Universidad un censo anual de 1.140 maravedís, escrituras de traspaso del censo que describen la casa como un corral de viviendas, semejante a los corrales de casas, y que aún se pueden contemplar en la calle Mayor». También conforme a la documentación fiable la casa fue adquirida por su abuelo paterno, el licenciado Juan de Cervantes, a la Universidad en el año 1531, y se cree que los Cervantes procedieron de Guadalajara, puesto que «se oyó dezir a su padre deste testigo que quando los dichos Çervantes se vinyeron de la çiudad de Guadalajara a vivir a esta dicha villa heran tenydos por tales hijos dalgo, como a declarado, e por tales los nombraban (A. Dávila Oliveda, «Los universitarios…», 119-121).
De acuerdo con el investigador Alfonso, la casa natalicia del héroe de Argel lindaba a su espalda con los corrales y patios del Hospital de Antezana, gestionado por su Cofradía de Caballeros, hospital que había sido residencia de acogida de San Ignacio de Loyola mientras estudiaba en Alcalá, desde donde partió a Roma para fundar la Compañía de Jesús, tras apaciguar a los fantasmas de los muertos en el hospitalillo.
En su fachada a la calle de Santiago se abría la puerta de corrales para el paso de caballos, carruajes y carretas, años después, el Divino Vallés construyó en estos corrales su hospital. Su fachada de la calle Mayor daba a la “plazuela del hospitalillo”, donde se edificó en el siglo XVIII la actual iglesia con el oratorio de San Ignacio, situándose enfrente la imprenta de Francisco Benavente, que en 1565 fue alquilada por Bartolomé de Robles y el canónigo de la catedral de Sigüenza Jerónimo de Carabantes, años después pasó a propiedad de Juan de Gracián y de María Ramírez, impresores de La Galatea (1585).
Esta vivienda fue residencia de dos generaciones de la familia del glorioso Manco, sus abuelos: Juan de Cervantes, y Leonor de Torreblanca, y sus padres: Rodrigo de Cervantes, y Leonor de Cortinas. En ella vivió con sus hermanos, Andrea, Magdalena, Luisa y Rodrigo. La familia Cervantes se estableció en ella hasta la separación conyugal de sus abuelos paternos en 1551 que obligó a repartir los bienes gananciales del matrimonio como disponía el Fuero Nuevo de «Alcalá de Santiuste», y la vivienda debió cederse hacia el 30 de abril de ese año al licenciado Porcel, profesor de dicha Universidad, una vez que el abuelo Juan concedió a su hija María el permiso de venderla en enero de 1551:
«Liçencia. Córdoba, 10 de Enero de 1551. Sepan quantos esta carta vieren como yo el liçençiado Juan de Çervantes, estante al presente en la çibdad de Cordoua, conosco e otorgo a vos doña Maria de Çervantes, mi hija legitima, vesina de la villa de Alcalá de Henares, questais absente, e digo: que por quanto por vna carta misyva vuestra me hizistes saber que teneys puesta en venta vnas casas principales que teneys en la dicha villa de Alcala de Henares e que los compradores que entienden en la compra vos piden aprovasion e consentimiento mio para çelebrar la dicha venta e que yo la aya e tenga por buena e vos de poder para aver e cobrar los maravedís porque las vendieredes y me obliguéis al saneamiento dellos; por ende, yo el dicho licenciado Juan de Çervantes, como mejor puedo e de derecho devo, doy liçençia e facultad complida, tan bastante quanto de derecho se requiere, a vos la dicha mi hija, para que podáis vender e vendáis las dichas casas a quien quisieredes e por el precio que bien visto vos fuere, e para que podáis rreçibir e rreçibais los maravedís porque las vendieredes, e vos dar y otorgar por contenta, pagada e entregada dellos y hazer e otorgar en favor del comprador e compradores carta publica de vendida complida, firme, bastante, con las clavsulas, condiçiones, saneamientos, penas, rrenusçios, firmezas que para su validaçion cunplan e convengan, la qual dicha vendida que asi hisieredes e otorgaredes, yo, por la presente, la apruevo, loo y espresamente consiento y me obligo a estar e pasar por ella e la / aver por firme e no la rreclamar ni contradecir en tiempo alguno ni por alguna manera, obra ni rrazon que sea, so las penas e penas que en el contrato que sobrello fisyeredes e otorgaredes... [sigue lo protocolario] Que es fecha e otorgada en la dicha çibdad de Cordoua diez dias del mes de Enero año del nasçimiento de Nuestro Saluador Jhesuchristo de mill e quinientos e çinquenta e vno años; siendo presentes por testigos al otorgamiento della, Pedro Moñis, criado del dicho señor licenciado, e Pedro Alonso e Gonzalo Castillejo, escribano, vecinos de Cordoua; e firmo el dicho señor licenciado Juan de Çervantes, otorgante,en 125 este Registro. el licendo /cerbātes (rubricado) = Alonso de Toledo, escribano publico (signado y rubricado) = Llevado» (A. Dávila Oliveda, «Los universitarios…», 124-25).
El 28 de abril de 1560, la Universidad y el Rector del Colegio de San Ildefonso Pedro de Agés autorizaron el traspaso del censo del Corral de Casas de los Cervantes en el comerciante alcalaíno Francisco de Frutos, quien el 14 de septiembre de 1560 firmó la «carta de reconocimiento de censo al Colegio y la Universidad de Alcalá de una casa en la calle Mayor en el corral que dizen de los Cervantes», ante del escribano Juan de Ayllón (A. Dávila Oliveda, «Los universitarios…», 126).
El 20 de julio de 1600, el corral de casas de los Cervantes dejó de pertenecer a la Universidad cuando Guiomar de Zúñiga, viuda de Gerónimo de Vitoria, se comprometió a retribuir a Francisco Ximenez 43.224 mrs. para redimir la carta de censo sobre las casas de la calle de la Imagen que lindan con casas de Pedro Luis y casas de los frailes de San Jerónimo, comprometiéndose a liquidar en san Juan de Junio de 1601 los intereses pendientes del censo que debía abonar Inés de Çiancas, viuda de Juan de la Cámara, y su hija Sebastiana de la Cámara, que no pudieron pagarlos al haber entrado en quiebra. La profesora Ana Naseiro Ramudo, descubridora de estos datos, adelanta la descripción de la casa de Cervantes cuando Francisco de Frutos se hace cargo de su posesión:
«tiene esta casa entrada de puerta principal debaxo del portal, cerca del cabo del dicho portal de corral de vecindad, que tienen luego que entran un zaguan y tiene de largo de hueco ocho varas y quarta y de ancho cinco varas, está esta entrada estado cerrado y, lo cierto del, no es de la casa. Más adelante tiene un patín, que tiene de largo cinco varas y media y de ancho otro tanto y más adelante tiene un Palacio que tiene de largo siete varas y media y de ancho cinco varas y tiene un callejón para entrar en un corral junto al palacio, tiene de largo siete varas y tercia y el corral más adelante tiene de largo 9 varas y media de ancho y 7 varias y media en el patín ay un poço con su brocal de piedra y en el dicho patín una escalera por donde sube a un corredor 6 varas y media con el hueco de la escalera, y de ancho, 2 varas y tercia, y tiene» (A. Dávila Oliveda, «Los universitarios…», 126-127).
En resumen, le felicito al distinguido historiador Alfonso Dávila Olivada por el brillante hallazgo de los nuevos datos cervantinos y le agradezco su magnífica colaboración tocante a las nuevas joyas documentales sobre la casa del «Príncipe de los Ingenios», que son de capital importancia para la Historia de «Alcalá del Burgo» y la biografía documentada del autor del Quijote, las que deberían divulgarse en los papeles, rectificando así los desmedidos desaciertos en las enciclopedias, libros de enseñanza y revistas electrónicas. ¡Enhorabuena!
«Laus in Excelsis Deo»,
Krzysztof Sliwa
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