Así he llegado a la figura de Gonzalo Martínez Sadoc y he publicado República, exilio y poesía. La memoria rescatada de Gonzalo Martínez Sadoc (Sevilla, Renacimiento, 2024), donde he aunado la investigación y la reflexión para escribir un ensayo biográfico. No ha consistido en una tarea fácil, pues el rescate de personas bastante anónimas conlleva afrontar el estudio sin un apoyo bibliográfico. Antes de comenzar a buscar información sobre él, apenas sabía un par de detalles sobre su vida: que había escrito unos libros de poesía y que había estado en México como exiliado durante el franquismo. Con apenas esto, me he dado a preguntarles a amigos y familiares, en una suerte de memoria oral, y me he recorrido archivos municipales, nacionales, diplomáticos, militares, históricos, universitarios, y otros, de España, Francia y México, en otra suerte de memoria documental.
Con todo lo reunido de los archivos y todo lo leído en sus poemas, he escrito una biografía que apasiona en la medida en que su vida contiene trazos apasionantes. Gonzalo Martínez Sadoc, que nació en Sanlúcar en 1908 en una familia republicana, se mudó a Madrid en 1933 y se afilió al Partido Comunista, pasó por Valencia y Barcelona con el gobierno de la República. Tras la Guerra Civil se exilió a Francia, donde estuvo preso en el campo de concentración de Saint-Cyprien. De aquí se fugó para exiliarse a México en uno de los barcos fletados por los comités de ayuda a los exiliados. Pasó en Veracruz unos meses, se estableció en el Distrito Federal, y volvió a España en los años de la transición, primero a Madrid y luego a Sanlúcar. Murió en su ciudad natal en 2003 a los noventa y cinco años.
De esa vida dejó testimonio en varios libros de poesía, que me han servido de guía. Recojo algunos de esos poemas al final, a modo de apéndice; especialmente aquellos en los que vuelca su experiencia de la guerra y el exilio, pues trasmiten unas vivencias traumáticas, un desgarro sentimental y una conciencia histórica, con las que el lector empatiza con facilidad y se emociona.
Aunque he escrito un ensayo biográfico sobre un sanluqueño, he intentado que el libro tenga mayor alcance. Voy insertando su biografía en la historia general de España con el propósito de que lo local y lo personal cobren la dimensión de lo universal y lo colectivo. En este sentido, parto de que los pasos de Martínez Sadoc responden a los de un hombre común que nace en un pueblo del sur, un andaluz más, un español más entre los millones que viven el siglo XX, y, sin embargo, intento explicar que su vida ejemplifica la de otros muchos españoles del siglo XX.
Como he procurado en otros libros míos, he querido llegar más allá del apunte histórico y del dato biográfico. Me he dado a una revisión emocional de lo sucedido y he trabajado con los papeles viejos en busca del ser humano que hay tras ellos. He querido entender las emociones y las decisiones que Martínez Sadoc va tomando en cada momento de su andadura y, para esto, he recurrido a mi propia experiencia, mi ideología, mi cosmovisión y mi sentimentalidad. Me meto de lleno en la narración de su vida, con lo que el resultado final tiene mucho de ensayo biográfico donde entrelazo su historia personal y la mía, su historia personal y la nuestra. La vida de un ser común tiene mucho que ver con la vida de cada uno de nosotros.
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