El primer tomo se publicó en 1999 bajo la dirección de Jordi Llovet y al cuidado de Ignacio Echevarría. En la presentación del segundo volumen de sus cartas estuvieron presentes, además del periodista y escritor, el editor Joan Tarrida y el traductor de la obra Carlos Fortea, también reconocido escritor. El editor afirmó que “las obras completas concluirán con un sexto tomo que contendrán las cartas que faltan y que creemos que ya serán las definitivas, aunque la editorial alemana Fischer ha estado buscando correspondencia de Kafka por todo el mundo”. Se sabe que cuando la Gestapo entró en su casa se incautaron muchos documentos, pero la editorial no ha dado con ellos.
Para Ignacio Echevarría, “Franz Kafka es el autor más significativo de nuestro tiempo. En este volumen se encuentran más de 150 cartas inéditas en español. Es increíble que cien años después de su muerte podamos seguir leyendo pasajes inéditos de su literatura. En este tomo, se podrán disfrutar las cartas que dirigió a su hermana Ottla, llenas de ternura, y a sus novias, que fueron muchas. Kafka era todo un seductor y no hubo sanatorio en el que estuvo internado donde no terminara ligando”.
La tuberculosis fue decisiva en su obra. Durante la Gran Guerra se le manifestó la enfermedad, lo que hizo que fuese poco a trabajar a la compañía de seguros. “Pese a eso pidió aumento de sueldo. Estuvo siempre muy bien valorado, pese a sus múltiples escaqueos. El conocer el checo le ayudó mucho en el trabajo. Pese a ello, el trabajo le oprimió siempre. Le quitaba tiempo para escribir. Más le quitaría ir a la guerra de voluntario. Lo intentó, pero no le aceptaron”, cuenta Ignacio Echevarría.
Hubo un tiempo en que vivió con su hermana en un pueblo perdido del norte de Checoslovaquia. Allí estuvo feliz, pero sin escribir. Después comenzaría a escribir sus aforismos, que se encuentran entre lo mejor de su producción. El editor está de acuerdo en que “lo mejor de su producción son las cartas”.
Entre las más de quinientas cartas reunidas en este volumen, que comprende los años 1914-1920, cerca de un centenar y medio son enteramente nuevas para el lector en lengua española. La edición de las Cartas completas de Kafka recoge también todas las cartas dirigidas a él que se conservan (más de noventa, en el período comprendido en este tomo II), y se ofrece al lector equipado con un cuidado y servicial conjunto de herramientas (prólogo, notas, cronología, noticias de los corresponsales, índices) que esclarecen la lectura. “Las cartas están consideradas como lo mejor de su obra.
Sus cartas son literatura en estado puro
“Nos encontramos ante una obra polifónica, de una gran riqueza. Sus cartas son literatura en estado puro. En sus cartas hay una elaboración literaria. Una verbalidad increíble. Podemos decir que su vida está en el papel”, señala Carlos Fortea que añade que “he disfrutado más traduciendo sus cartas que sus novelas. Son más aprehensibles”.
La imagen de Kafka que nos hemos formado no se ajusta a la realidad. “Se le conoce por una iconografía falsa donde se le ve siempre serio y un tanto tétrico, pero en realidad era muy simpático, deportista, seductor, un tanto sinvergüenza y tenía mucho morro con las mujeres, como demuestra en sus cartas”, apunta Echevarría que nos anticipa que el último volumen de sus obras completas estará preparado para el 2026.