La trayectoria de Estrellita Castro abarca desde que actuó con 11 años ante la reina Victoria Eugenia hasta que logra salir del Madrid republicano de la guerra, gracias al ministro socialista Indalecio Prieto, sin olvidar la dictadura de Primo de Rivera, la proclamación de la II República, la Revolución de Asturias, el terrorismo y el inicio de la Guerra Civil. Fruto de tales hechos, la artista pasa de ser apolítica a considerarse públicamente republicana de Lerroux y a simpatizar con el sindicalismo de Pestaña; años en los que, entre las violencia social, se dedicó a crear la canción andaluza, como génesis de la copla española. Como dato que demuestra su modernidad, no se casó, sino que en plena dictadura franquista vició con su compañero sentimental, Demetrio Corbi. En ese sentido quiero destacar la portada del libro de Talía de Rus, que ha conjugado la imagen tradicional de Estrellita con una estética propia de la República y muy moderna, porque ella fue una total precursora.
La novela, que toma como hilo conductor de las convulsiones sociales la vida de Estrellita Castro, hace un homenaje a los espectáculos de variedades, a olvidados y recordados artistas y compositores y a los teatros que daban vida tanto a los pueblos de la España de los años 20 y 30 como a los concurridos music-hall barceloneses y los teatros madrileños. Junto con esto, se muestra la realidad de los movimientos obreros, principalmente el anarquismo, y las perspectivas de la educación reglada. El ansia de libertad motiva y cambia la vida de los personajes. La novela contiene información desconocida o novedosa sobre Estrellita Castro hallada en la prensa de la época.
El autor, el cordobés Manuel Guerrero Cabrera es profesor de lengua y literatura, articulista ensayista, narrador y poeta. Entre sus publicaciones, destacan sus libros de poesía y sendos libros sobre el tango y sobre Carlos Gardel.
Afirma el autor sobre el hecho de que el Franquismo le perdonara su pasado republicano y sindicalista: “Durante la República fue una mujer moderna, consciente de la política y de la situación del momento, aprendió a conducir, practicó deporte, participó en radio y en cine y, sin olvidar, que alcanzó la ambición de ser referente de la canción y el logro de tener su propia compañía. Respecto a borrar el pasado, una vez acabada la guerra puedo aventurar que, al igual que otras personalidades de la música, el cine y el teatro, ella aprovechó la oportunidad de irse de España, concretamente con un contrato para Cuba, y decidió volver directamente a la zona franquista; esto ayudó mucho. En La Estrella de la canción, creo dar las claves para entender cuánto sufrieron los artistas y creadores españoles que vivieron entre 1920 y 1940 para sobrevivir en un ambiente hostil por todas las partes”.
Puedes comprar el libro en: