En el Parque del Estanque, el escenario de este libro mágico, se encuentran diversos personajes. Hay un árbol centenario, que es acogedor y sabio. También está un pájaro azul, descendiente de un ángel. Además, hay un hombre que regresa a su tierra natal para reunirse con el amor deseado y anhelante. Asimismo, encontramos a una anciana viuda y triste que en el pasado fue una niña soñadora. Por último, está una gata que puede dar sentido a la vida de alguien. Estos son los habitantes del mundo donde la línea infinita continúa su curso, tejiendo los hilos en el telar para iluminar la trama del tejido llamado Vida.
Unidad, separación, miedo, fronteras, nostalgia, reencuentro, vida y muerte son los protagonistas de las historias que acaban confluyendo en El mundo de la linea infinita. ¿Se le ofrecen al lector muchas vidas en una?
Así es. Yo diría que se contemplan todas las vidas posibles que podemos vivir y que no nos atrevemos a vivir. De lo que se trata es de expresar que todo lo que existe en nosotros y a nuestro alrededor tiene lugar en el contexto de una vida superior que posibilita las demás, que engloba al resto, es decir: la vida del universo mismo. Cada uno de nosotros somos una pequeña parte del universo y necesitamos estar en armonía con él. Por eso todo confluye en los distintos escenarios del libro, como sucede en la realidad, aunque desde ella no siempre seamos conscientes de estas confluencias. Estoy muy agradecida a M.A.R. Editor por publicarme esta novela que se sale de las modas actuales y busca profundizar en nosotros mismos.
¿Es este libro en realidad una fábula que nos ayuda a comprender la exhuberancia de la vida, de los sentimientos?
De nuevo, así es. La línea infinita simboliza esa unión cósmica, porque nos guste o no, todo está enlazado. De la misma forma que en ese micro universo que es nuestro cuerpo, cualquier parte afectada repercute en todo el organismo, para bien o para mal, a escala cósmica, nos dicen los científicos, se repite el mismo patrón. Si pudiéramos ser lúcidos en esto, el mundo sería diferente, todo sería mejor porque no seguiríamos actuando como el pájaro de una de estas historias enlazadas, que piensa que puede vivir al margen de su entorno sin que este le afecte. Y por eso la estructura argumental de esta obra: historias independientes y a la vez enlazadas entre sí. Como lo están nuestras propias historias vitales.
¿Lo ves más cercano a tu libro Beatricia o a Por Caridad? ¿Por qué?
Es más cercano a Beatricia en cuanto a que he utilizado la fantasía para describir la realidad, aunque la de Beatricia es una fantasía diferente, más desbordada, más libre. Por Caridad en cambio es un relato estrictamente realista, no me sirvo de ninguna imagen extraordinaria para relatar unos hechos en sí brutalesy vergonzosos, ahí no visto la realidad, sino que la desnudo. Y en El mundo de la línea infinita la fantasía aparece, pero solo cuando es necesaria para expresar aquello de nuestra existencia que no podemos comprender del todo, que se nos escapa. Aquí la fantasía se imbrica en lo cotidiano para ahondar en su dimensión, en lo que nos excede y al mismo tiempo, nos identifica.
¿Le muestras al lector un paraíso cercano?
Lo intento. Porque yo creo, desde una perspectiva aconfesional, que la vida está llena de paraísos a nuestro alrededor. Hay tantas oportunidades de acceder a los paraísos que tenemos cerca que no somos capaces de verlos, quizá por saturación. A veces solo hay que detenerse un poco, y mirar. Mirar el interior de las cosas. Creo que además las ilustraciones a color de Marta Virseda han ayudado a generar ese ambiente maravilloso.
¿Quién es esa gata protagonista del relato central más largo?
Maga Menganita fue, es y seguirá siendo un milagro. Uno de esos paraísos inesperados que te ofrece la vida. Una gata vieja que en la sazón de su vida nos trajo inmensas horas de ternura y belleza. Apareció un buen día en el jardín y se quedó con nosotros, y durante tres años nos enseñó que, si una simple gata podía tener acceso al paraíso sacramental del que hablábamos antes, y eso era algo apreciable en su comportamiento, nosotros también podíamos. Solo tenemos que mirar como miraba ella, y disfrutar de la gratuidad sobrevenida cuando se presenta.
Tu anterior, Por Caridad, es un relato casi autobiográfico y my doloroso de los años que pasaste en un internado durante el Franquismo.
Sí, fueron unos años horribles. Lo he escrito con dolor pero no con ira. Lo he podido contar con serenidad y sin caer en el victimismo, tal como sucedió todo, porque han pasado 50 años. A los ocho años, al fallecer mi padre, mi madre me internó en un orfanato católico. El trato de las monjas era terrible, vejatorio, anulaba la personalidad de las niñas. Me costó mucho perdonar a mi madre pero me pongo en su lugar y puedo entenderlo. Aquellos cuatro años y medio, en una de la instituciones que dependían del Patronato Para la Protección de la Muker fueron en verdad vivir en una cárcel para niños, estuvieron a punto de hacer descarrilar toda mi vida.
Debutaste con Beatricia, una obra fantástica, que sirve para conocer y ordenar nuestros sentimientos y emociones, y que tiene mucho que ver con El mundo de la línea infinita.
La protagonista de aquel libro era Liena, una adolescente que huye de su entorno mediocre, que cambia su triste y siniestro destino, pero sus planes se irán al traste porque hay algo importante que en su fuga dejó al azar. Es su amor, vivo y sano, quien le muestra que, antes de empezar a diseñar su propia vida, necesita conocer lo que es la vida en sí y necesita conocerse a sí misma y saber quién es en esencia. Descubrir sus fortalezas, para saber a lo que se puede enfrentar y hasta dónde puede llegar. Fiada de su intuición y de ese amor, inicia un recorrido que la dirige en cada paso hacia la verdad. El lector verá que, desde aquella novela a esta hay una búsqueda del sentido de la vida, de la belleza que nos motiva a vivir y de la necesidad de encontrar la paz interior.
El libro El mundo de la linea infinita se presenta el lunes, 6 de mayo, a las 19h, en la librería madrileña Sin Tarima, C. Magdalena 32. ejercerá de presentadora Pilar García Muñiz, actualmente presentadora de informativos en la Cadena COPE y anteriormente presentadora de Telediarios de TVE.
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