Pedro Caldas, con La leyenda del samurái y la mariposa azul se alza con el Premio SM El Barco de Vapor y David Lozano, con Intruso, gana el Gran Angular.
La niña del samurái y la mariposa azul destila alegría, humor a través de todas sus páginas. “Representa la fragilidad que hay en la naturaleza, lo fácil que es perder aquello que amamos… Y la metamorfosis, la posibilidad de cambiar”, afirma su autor. “A veces hay cosas que no están en peligro, pero somos incapaces de prestarles atención, y entonces es como si no estuviera con nosotros”. Pedro hace una reflexión, cuando comenta que tendemos a fijarnos solo en las cosas cuando están a punto de desaparecer, haciendo un paralelismo entre la mariposa y la vida real, cuando no valoramos lo suficiente lo que tenemos a nuestro alrededor hasta que estamos a punto de perderlo. Ese es el simbolismo de su mariposa azul. Su libro también plantea un otro con la naturaleza cuando no cuidamos el medio ambiente como deberíamos sin prestarle atención.
Sería mantener “la atenta mirada sobre la belleza”, apunta acertadamente Maica Rivera. Tal vez debamos pararnos un poco más en aquello que tenemos al lado, en las personas que nos acompañan día a día, porque también en un momento las podemos perder.
La novela intenta acabar con determinados prejuicios, favoreciendo la empatía a medida que los personajes van evolucionando y se muestran más luminosos, porque “depende de dónde te toque estar en la vida, ocupas un lugar u otro y, cuando eres capaz de ponerte en la piel de la otra persona tienes la capacidad de entenderlo. Es lo que más valoro de los personajes, la capacidad de poder cambiar, la transformación personal… más allá del honor del samurái” afirma Pedro Caldas, y continúa: “lo más horrible es cuando personas normales son capaces de hacer cosas que no son normales. A veces porque creen que son por una buena causa, otras por envidia… es más horripilante que los monstruos. Las personas podemos tomar conciencia y cambiar”
David Lozano destacó que “desde el primer momento se dio cuenta de que esta obra necesitaba un punto íntimo con el lector, una proximidad”. Se planteó narrarlo en primera persona, pero después pensó que tenía que dar más protagonismo a la víctima. Comienza la historia cuando Joel ya está muerto y le dio una presencia de personaje, “aunque complicaba un poco la escritura, me pareció muy interesante”. “Lo había dado todo por ser tu amigo”, afirma el protagonista cuando investigó en las redes y se encontró con esa muerte. Se niega a ponerle las cosas fáciles a su asesino.
Intruso es una novela de introspección, de emoción contenida, impactante, como destaca Maica Rivera.
Las redes sociales también están muy presentes en Intruso, con un protagonista, Dani, dado a bucear en las vidas de aquellos que se marcharon demasiado pronto, no de manera morbosa, sino casi como un homenaje. Así se asoma a la vida de Joel planteándose un conflicto con el asesino aun sin haber conocido al muerto, porque lo siente como un amigo.
Intruso plantea interrogantes, sin dar una respuesta clara. Emitimos juicios de valor, sentenciamos sin tener todos los datos. Gracia a la influencia de las redes. Otra reflexión para los jóvenes lectores. “Entre el bien y el mal hay una escala de grises. El objetivo de este libro es suscitar el debate entre los jóvenes, lo mal que está el acosar, el hacer daño, el humillar, pero al final, todos podemos cometer un error también”, sentencia el autor. Un tema sin respuesta, para reflexionar.
Pedro Caldas (Sevilla, 1973) reside en Camas. Es psicólogo y trabaja en una residencia de mayores. Autor, entre otros textos, de Mujer Paloma (primer premio del I Certamen de Poesía Mercedes de Velilla) e Inculto (segundo premio del XVI Certamen de Poesía José Mª de los Santos, 2005), también ha publicado la novela corta Cerca (ediciones en Huida), de corte fantástico, sobre la inmigración; y fue finalista del premio Internacional de Novela Ciudad de Barbastro en 2015. Confiesa no considerarse escritor de mapa, ni siquiera de brújula, simplemente se siente caer en el desierto y se pone a caminar, y ve cosas en el horizonte y allá que va sin más guía que su curiosidad. Antes de la pandemia, solía escribir en bares porque la gente y el ruido le ayudan a anclar la fantasía a la realidad.
David Lozano, licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza, máster en Comunicación y con estudios en Filología Hispánica, en la actualidad compagina la escritura con su labor como guionista para algunas productoras españolas. En 2006 obtuvo el XXVIII Premio Gran Angular de literatura juvenil con la novela Donde surgen las sombras, y en 2018, el premio Edebé por su novela Desconocidos, cuya edición catalana también obtuvo en 2019 los premios Menjallibres y Protagonista Jove, así como el Frei Martín Sarmiento en lengua gallega. Finalista del XXVI Premio Edebé de Literatura Infantil con su novela El ladrón de minutos, es autor de la trilogía de fantasía gótica La Puerta Oscura. Especializado en el género de suspense, cuenta entre sus títulos más conocidos con las novelas Hyde, Cielo Rojo y Valkiria.
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