Se sueña antes del verso, se sueña al nacer el verso, se sueña al editar y traducir el verso.
Se sueña en el idioma de los sueños, se sueña en el idioma de la realidad de los sueños, se sueña en el insomnio.
A veces esos versos gritan, y es el grito buscando la palabra, buscando romper el silencio, buscando que lo sueñen, aunque los sueños duelan.
A veces el poeta sueña que sus versos caen en manos infantiles y se transforman en una alegre ronda, en ojos que se iluminan, en palabras que encuentran su sentido en oídos ajenos.
Versos que rompen el velo que los aprisiona cuando la amable y justiciera espada de una editora, de un editor, de un festival les permite salir a caminar por el país de los sueños, caminar, por fin, junto a los suyos, junto a aquellos a los que estaban destinados.
No son versos justos, son versos que buscan un alma en la cual soñar, o morir en el intento, es el alma que los recibe quien los lee con los ojos de la justicia o de la injusticia.
En el Día Mundial de la Poesía, soñamos que el sueño llega a su destino sabiendo que...
los sueños, sueños son.
Gustavo Gac-Artigas: escritor, poeta, dramaturgo y hombre de teatro chileno, miembro correspondiente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE). Reside en los EE. UU.
Priscilla Gac-Artigas: traductora, Fulbright Scholar, numeraria de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE), correspondiente de la RAE y profesora de literatura latinoamericana en Monmouth University, NJ, EE. UU.