"Toscana", de José Miguel Romaña

Toscana es una de las regiones más paradigmáticas de Italia, sino la que más. Es la región del río Arno. Fue la patria de los etruscos o tuscannis, por consiguiente, es la Etruria, sus árboles son esclarecedores de donde estamos, y muchas de sus ciudades alientan un poso esencial de cultura del Renacimiento. Desde Florencia a Prato, Pisa, Siena, Parma, Livorno, y tantas otras; personajes como Miguel Ángel Buonarroti o Domenico Ghirlandaio o Leonardo da Vinci, y tantos otros. Por lo tanto, sus paisajes, y su patrimonio artístico y cultural es tan magnificente que puede ser el decorado, sine qua non, la obra no tendría sentido. Los personajes históricos son la referencia necesaria de esa época convulsa que fue el Renacimiento toscano. En este libro aparece, por supuesto, esa fecha que tanto representó en Florencia, y que conllevó un sangriento enfrentamiento entre dos familias dirigentes y poderosas florentinas, me refiero a la denominada como conspiración fallida de la familia Pazzi, en el año 1478, contra la todopoderosa y enemiga de los Medici, ambas conformadas por baqueros y políticos.

«Personajes de ficción de toda condición social cruzan sus vidas en esta novela, con el añadido de un exhaustivo rigor histórico. Imprescindible para plasmar una época convulsa de temores sinfín ante las enfermedades y los hechos considerados sobrenaturales. A su vez, la región más hermosa de Italia sirve de escenario inigualable para mostrar las grandezas y miserias del ser humano. Es durante la estación de las flores cuando el autor sorprende con los giros más imprevisibles del destino. Por otra parte, nos guía para transmitir un elevado grado de sensaciones de todo tipo. Incluso también a riesgo de escandalizar la sensibilidad de algunas personas. El amor, el odio, el terror, los engaños, el sexo más sofisticado y brutal, las amistades rotas, y los diferentes abusos cometidos contra las mujeres, se dan cita aquí. Surgen en unas páginas que en absoluto van a dejar indiferente a nadie que las lea».

En la obra se cita algo, no muy abundantemente, sobre el asedio de la urbe toscana y etrusca de Volterra. Los seres humanos de esta época, de cualquier linaje y condición, viven con un cierto temor a poder sufrir una nueva epidemia de peste, como la que sufrió la gran urbe de los Medici y del Ponte Vecchio en el siglo XIV. En todo este tiempo, la viruela sigue haciendo estragos. La Iglesia Católica del Renacimiento tiene mucho poder, y no está dispuesto a perderlo, ya que de esta forma mantendrá un dominio obvio sobre todos los habitantes de esas tierras. Sin olvidar que el Papado posee, todavía, un Estado Vaticano, y trata de mantenerlo pura y simplemente. En esta obra existe una importante documentación, y se nota la subordinación de la mujer al varón; lo que me sorprende, porque, por el contrario, las féminas tenían ya un cierto poder o predicamento en las tierras de las Españas.

El autor nos presenta a todos aquellos personajes, que habitaban y dejaban prístino lo que era el siglo XV en Italia, todos aquellos que conformaban la Comedia Humana del momento histórico narrado. Miseria, ausencia de higiene, la hambruna de los pordioseros y muchos campesinos que tenían comportamientos crípticos homosexuales. Los varones religiosos y laicos parece que presentaban una importante obsesión por ir a los prostíbulos, que solían ser muy abundantes en la Toscana del Renacimiento. Los florentinos afrontaban las enfermedades esperando su curación por medio de las ayudas sobrenaturales de la divinidad, hacia ello eran conducidos desde los púlpitos de sus hermosas iglesias. El amor, el odio, el terror o el pánico, los engaños o las mentiras, el sexo muy sofisticado y poderoso, las amistades que se rompen por cuestiones políticas o económicas, y los, según el autor, abusos que se producen contra las mujeres. La obra de cerca de 900 páginas, nos ofrece un muy necesario glosario de términos, que casi es un diccionario. En el inicio del volumen nos ofrece un capítulo titulado como Dramatis Personae, donde están citados y definidos todos los actores del libro, indicando profesión y lugar de nacencia. “José Miguel Romaña Arteaga, es un veterano e incansable investigador de la Historia. Toscana es su primera obra de ficción, que le ha supuesto doce años de viajes y estudio para documentar una convulsa y lejana época, y casi cuatro en escribirla”.

Tras la paz de Lodi, 9 de abril de 1454, que puso fin al enfrentamiento bélico entre la Serenísima República de Venecia y el ducado de Milán, enfrentamientos de guerras, que ya duraban desde los albores del Quattrocento (siglo XV). Por este tratado de paz, las ciudades lombardas de Bérgamo y Brescia pasaron a pertenecer a Venecia; en Milán se produjo la substitución del duque Francesco Sforza; a partir de entonces, comenzaron cuarenta años de una paz estable, y esta situación de ausencia de conflictos bélicos favorecería el florecimiento artístico y literario del Renacimiento. Aunque, el Reino de Nápoles, poderoso y peligroso para el papado, siguió perteneciendo a los Reinos de Aragón, a este estado monárquico se añadirían las dos islas de Sicilia y de Cerdeña. Todas las ciudades-estado de la Italia del Siglo XV eran bastante pujantes, y se dedicaban al comercio y a la industria, con un componente artístico muy destacado, ya que pintores y escultores o arquitectos se dedican a enriquecer a estas ciudades.

“La presente novela histórica está ambientada durante la estación de las flores de 1478, cuando todavía los condottieri, jefes mercenarios, eran los caudillos militares del septentrión de la península itálica. Una macrorregión políticamente desestructurada. En esta amplia obra los personajes nacidos de la imaginación del autor son los auténticos protagonistas. Por eso mismo, los que vivieron de verdad, denominados históricos, solo se mencionan a modo de referencia de su tiempo. Sirven un par de ejemplos, al escribir del franciscano papa Sixto IV y de la oligarquía familiar Medici, la que gobernaba, de facto, la República de Fiorenza, convertida en un avispero de enfrentamientos políticos donde los asesinatos por encargo constituían algo normal en el diario devenir. Y sucedía lo mismo con el préstamo de dinero, la usura que había sido condenada por la Biblia, el libro sagrado, como pecado mortal. Era lo que cínicamente formaba el pilar fundamental de una riqueza siempre en pocas manos”.

Por consiguiente, estimo muy interesante esta obra que nos acerca a la realidad del siglo XV en la patria de los Medici y de los etruscos, el gran pueblo de la predestinación, cuyos reyes reinaron en Roma. «Cuiusvis hominis est errare: nullius nisi insipientis, perseverare in errore».

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