“Cuento en Madera de GEO muchos sucesos que he vivido de primera mano y, también, algunos que me han contado mis compañeros. Hablo sobre técnicas policiales muy originales. Muchas de las cosas que narro no se han leído en ningún otro libro”, dice el autor que ha arreglado con mimo esta obra que se publicó anteriormente.

Miguel Jarque se decantó por hacerse policía porque su hermano lo era. “Terminando la mili una catalana me deslumbra, y por perseguirla dejo mis oposiciones a Correos y me hago policía”, recuerda el antiguo GEO, que entró a la unidad en la segunda promoción (1979). Aquellos años de la Transición que relata en su libro fueron los más duros en la lucha policial contra los grupúsculos minoritarios que quisieron imponer su ideología por las armas. “Había necesidad de madera”, señala. El Grupo Especial de Operaciones (GEO) fue una de las unidades antiterroristas pioneras en el mundo y, desde hace tiempo, forma parte de la élite global.

Jarque describe los inicios de la carismática unidad, la selección de los aspirantes, las extenuantes pruebas físicas y psicológicas, la filosofía que la inspira, las famosas intervenciones nacionales e internacionales y desvela apasionantes detalles sobre la operativa. Todo un relato que destila la originalidad y la tensión propias de quien ha vivido los hechos de primera mano. La obra se cierra con la descripción de otro largo y apasionante periodo como jefe de grupo en la unidad tecnológica de la Comisaría General de Información.

El autor del libro comenzó su periplo en una comisaria de Barcelona. No quiso ir al País Vasco pese a que los pluses eran muy superiores a otras comunidades. Aprovechando su estancia en la Ciudad Condal estudio peritaje mercantil en la Universidad de Pedralbes, cuando termino me presento al GEO. “Siempre he sido una persona muy activa, por eso entré en el cuerpo. Allí se trabajaba 24 horas al día. Había muchas ganas e ilusión. Allí me di cuenta de que el que quiere puede. Me preguntaba si ¿yo podía aguantar tanto? La respuesta es que sí”, rememora el ya jubilado policía.

“No hay nada más bonito que servir a tu sociedad”

Como ha señalado, los años de la Transición fueron muy duros, había muchos grupos terroristas como ETA, el GRAPO, el FRAP… “Somos pioneros en la lucha anti-terrorista y en casi todo lo policial. Creo que no hay nada más bonito que servir a tu sociedad, a tu pueblo. En algunos sitios no estábamos bien vistos, pero algunos éxitos que tuvimos los vimos recompensados con aplausos, como el secuestro a los clientes y trabajadores del Banco Central de Barcelona, o cuando resolvimos el asalto al banco en el barrio de San Ignacio de Bilbao”, apunta Jarque.

El exceso de material es tan perjudicial como la escasez

“Ahora estamos mejor valorados, en aquellos tiempos éramos los malos de la película. Los grises siempre eran los malos, por eso decidieron cambiar los uniformes al marrón. El respeto lo es todo”, afirma el autor y añade “luchábamos contra ETA y los violentos con pocos medios. Nunca son suficientes todos los dispositivos que se tienen para luchar contra la delincuencia”. Y si no que se lo digan a los guardias civiles de Barbate que por falta de medios no pueden combatir en igualdad de condiciones a los narcos. Aunque reconoce que en la actualidad cuentan con más que hace cuarenta años. “El exceso de material es tan perjudicial como la escasez”, sentencia.

En su opinión, “nuestras fuerzas policiales están muy valoradas en el extranjero”. Recuerda el éxito que tuvimos en la prevención de las olimpiadas de Barcelona 92. “Se verificó edificio a edificio, piso a piso de manera muy meticulosa. El trabajo previo es la mejor arma de la policía”. Como el perteneció durante tres décadas a los GEO señala que “este cuerpo es el último recurso de la policía.

Se muestra crítico con que “los jefes de la policía y sus comisarios generales dependan del gobierno. La policía tiene que buscar la eficacia y no la fuerza del mando. No puede ser que haya recortes periódicos y que a los policías no se les equipe como deben. La información es un tema importante, cuanta más se tenga de los delincuentes, mejor nos irá. Conocer es igual a poder defenderse mejor”, aclara.

En cuanto a su forma de escribir, reconoce que “me ha faltado algo de didáctica para escribir, a veces no encontraba las palabras adecuadas; pero me he ayudado de los apuntes que he ido recopilando durante años y muchos recortes de periódicos. Lo que no se te olvida jamás es el sentimiento, gracias a todo eso la elaboración del libro ha ido muy fluida”.

Dejamos para el final un tema polémico: ¿quién es más eficaz la policía o la guardia civil? Su respuesta no se hace esperar. La guardia civil es un cuerpo más militar. Al principio de la Transición la policía era más eficaz que la guardia civil en el tema de terrorismo. A partir de 1986 a raíz del caso Sokoa se cambiaron las tornas. Ellos invirtieron más en capital humano y los éxitos más sonados fueron de la Benemérita”, concluye Miguel Jarque y deja como perla que “no es bueno comparar”, pero siempre lo hacemos. La policía está demasiado politizada. Lo que no es bueno.

Miguel Jarque (1954) fue uno de los pioneros del GEO en su etapa de formación (1979). Allí permaneció hasta 1993, en que inició una exitosa trayectoria policial en comisarías de Barcelona, Guadalajara, Madrid y Torrejón de Ardoz, hasta desembocar en la Comisaría General de Información, donde culminó brillantemente su carrera policial. Participó activamente en algunos servicios transcendentales, como los relacionados con el 23F o los JJOO de Barcelona. Es autor de “Supervivencias de un GEO”, donde narra, desde una óptica personal, algunas de sus experiencias juveniles, profesionales y de ámbito privado.

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