“España es un país magnífico, pero parece que estamos empeñados en denostarlo. El carácter español es una mezcla entre modestia y orgullo. No tenemos un verdadero punto de referencia y por eso nos da la impresión de que somos peores de lo que somos”, dice el autor nada más de comenzar nuestra conversación sobre su nuevo libro. “Llevo catorce libros publicados, pero este no es un libro cualquiera. Creo que es un libro que nos hará amar nuestra tierra”, subraya. El libro utiliza las herramientas que proporciona la geografía para ayudar al lector español a apreciar su país, aportando datos y argumentos que expresen mejor su sentimiento de pertenencia y simpatía por España. Recorre de forma amena los componentes físicos del medio geográfico (montañas, ríos, bosques, fauna o flora) así como los de carácter humano (población, organización política y social, economía, ciudades o educación). Un recorrido que nos enseña a amar una tierra única, diferente y diversa. En su opinión, “España sabe proteger sus espacios naturales. Por ejemplo, los pinos negros no se pudieron cortar cuando quisieron hacerlo. Creo que no sabemos muchas cosas de nuestro país. Por desgracia, no se conoce mucho fuera de nuestras carreteras. Hay que salir de ellas y adentrarse en la riqueza natural del país, donde tenemos diferentes climas y hábitats únicos y variados”. Y a todo esto se une una riqueza gastronómica increíble. “La dieta mediterránea es la más sana del mundo”, corrobora. “Llevamos décadas cuestionando nuestros valores y virtudes. Hay que recordar que hicimos una transición modélica en 1978 y, desde entonces, una espectacular renovación económica y social. Ha llegado el momento de recapitular con calma lo mucho que tenemos y lo mucho que podemos perder”, evalúa el escritor y geógrafo, que conoce nuestra piel de toro como nadie. “La Transición lo cambió todo en nuestro país y se hizo bien. El franquismo se liquidó a sí mismo y nadie dijo nada. Fue un cambio increíble”, añade. Para el escritor vallisoletano, “España es un país muy segmentado debido a nuestras muchas cordilleras y donde hay diferentes culturas con distintas peculiaridades. No es lo mismo vivir en Galicia que en Andalucía o las islas Canarias. Diferentes sí, pero en esas comunidades la vida es maravillosa. Hay que saber protegerlas y estar a favor de sus peculiaridades”. Hablamos del sentimiento que muchos españoles tienen contra su país. “Parece que, si te gusta tu país, eres un facha y no tienes por qué serlo. Yo lo achaco a la Leyenda Negra y al franquismo y eso ya está más que pasado. El franquismo ha hecho mucho daño y con la bandera pasa lo mismo. La bandera es de todos y debemos estar orgullosos del símbolo que representa”, sostiene Francisco J. Tapiador. “Juntos estamos mejor”“Lo que tienen que hacer los políticos es que todo el país funcione mejor, de forma más cohesionada, y los ciudadanos tienen que colaborar. Juntos estamos mejor”, asegura con convicción. Recuerda que problemas generacionales se han ido superando. “Hay muchos jóvenes españoles que no saben lo que significó el 23F. Sobre todo, los que nacieron después del 1981. Ya es cosa pasada”, expone.
Según su criterio, “los españoles somos muy generosos, abiertos y tolerantes. La gente es amable en la calle. Y, lo mejor de todo, tiene alegría de vivir. Muchos medios de comunicación lo que destacan es lo peor y, encima, exageran. Gracias a Dios, tenemos muchas vías de escape. Los españoles somos de muy cuidar a los mayores y a los enfermos. El sistema se sustenta por los familiares, los hijos cuidan de los padres y los abuelos de los nietos. Tenemos un carácter muy humano, aunque seamos muy individualistas”. España es una socialdemocracia en nuestra forma de vida y de organizarnos. Somos gente de centro, aunque las elecciones las suele ganar los partidos que se llevan los votos del centro izquierda, algo que han olvidado nuestros recientes gobernantes escorándose a la ultraizquierda. “Hay una erosión institucional tremenda. Se está cuestionando la base de nuestro sistema democrático, con el que nos ha ido muy bien. Se cuestiona la independencia judicial, la separación de poderes y se utiliza el Estado de forma partidista. Nuestro estado está pensado para proteger a las minorías, pero algo no funciona. No sé hacia dónde vamos a evolucionar, pero soy optimista”, explica de forma clara. Para finalizar, se queja de la “politización de la cultura”: “Si no eres de izquierdas no puedes hacer cultura, sostienen algunos. Hay demasiada violencia en muchos comentarios. Estamos perdiendo la ecuanimidad y nos estamos haciendo cada día más extremistas”. Nos confiesa que la parte más difícil del libro ha sido escribir sobre la geografía política del país. “Es la que más se discute y, también, el diagnóstico final del libro”, concluye este geógrafo, que ha conseguido hacernos mirar a España con otros ojos. Puedes comprar el libro en:
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