Se trata de una obra colectiva realizada por especialistas del mundo de la Literatura Infantil y Juvenil Iberoamericana, que comenzó a publicarse bianualmente en el año 2012. Debido a qué cada vez se publica y se lee más el cómic, esta edición incorpora un artículo dedicado íntegramente a él.
María Teresa Ortiz, directora de la Fundación SM, puntualiza que la publicación bianual del Anuario “responde a nuestro compromiso con el fomento de la lectura como eje fundamental para lograr equidad educativa y, en consecuencia, personas con un hábito lector que les permite aprender a lo largo y ancho de la vida”.
El bienio que se analiza abarca (2021 y 2022) corresponde a la vuelta a una cierta normalidad tras la COVID-19, con la aparición de nuevos hábitos de lectura derivados del confinamiento, con un importante auge de la lectura digital, con un papel pujante del cómic y con la aparición de nuevos géneros, lo que ha supuesto que los índices de lectura en niños y jóvenes sean los de mayor crecimiento en este periodo.
“De la lectura de los artículos podemos concluir que, tras vivir un periodo muy duro, estamos atravesando una etapa difícil, pero fructífera, durante la cual todos los agentes del sector (editores, autores, ilustradores, libreros, bibliotecarios…) han mostrado una gran resiliencia y ganas de hacer cosas. Tristemente, han desaparecido editoriales, pero han surgido otras nuevas”, explica Teresa Tellechea, coordinadora de programas de fomento de la lectura de la Fundación SM.
La LIJ en España: audaz, libre y diversa
Para Pepe Trívez, especialista literario y autor del capítulo La LIJ y sus lectores, locomotora de la lectura en España, “las propuestas LIJ son cada vez más audaces, más diversas, más libres. La, sin duda excesiva, oferta de temas, formatos, estilos, etc., hace aparecer obras más exigentes, artísticas, reflexivas incluso, otras con infinidad de capas y niveles de comprensión e interpretación; obras muchas veces calificadas como “difíciles”, pero de un valor incuestionable y con un enfoque verdaderamente necesario”.
La LIJ representa actualmente el 16% del total del mercado del libro, con casi 9.000 títulos publicados a lo largo de 2021 y 2022 y más de 50 millones de ejemplares publicados.
Según el Informe de hábitos de lectura y compra de libros en España, que cada año edita la Federación de Gremios de Editores, en casi un 76% de hogares con menores de 6 años se leen libros diariamente, preferentemente en formato papel.
Pero sin duda lo más importante de este último bienio es que el 83,7% de los niños de 6 a 9 años lee libros en su tiempo libre de forma voluntaria. Por otro lado, son los adolescentes los más propensos a leer en formato digital y cambian la literatura por páginas web y textos en redes sociales. También son los que han aumentado en todos los índices de lectura publicados en estos últimos dos años, sin embargo, estos índices caen estrepitosamente a partir de los 18 años.
Sagas, misterio, aventura, romance, thriller, realidades sociales, ecología... forman parte de las temáticas habituales de la LIJ y son, sin duda, los que sostienen estas cifras de ventas y de lectura.
Tendencias: ilustrados, sagas, cómic y preocupación ambiental
El álbum ilustrado sigue siendo el “género” preferido para los prelectores y para la lectura mediada en la familia, la escuela, las bibliotecas.
Para los lectores autónomos, el mercado editorial de LIJ ofrece una tal variedad que cuesta categorizar, los libros de cuentos y relatos se entrecruzan con la exploración de otras culturas y la no menos interesante exploración de emociones.
Dirigidas a todas las edades, a veces injustamente valoradas por su serialización, parece inevitable señalar la buena salud de la que gozan muchas de las sagas dirigidas al público infantil y juvenil.
Un tema que cobra sentido en nuestros días tiene que ver con la preocupación ambiental, no solo desde los libros de información, también desde la ficción, así como la tecnología, tanto en la narrativa como en la incorporación de los nuevos discursos transmedia, el uso de códigos QR en los libros y las distintas narrativas digitales, libros interactivos y las nuevas generaciones de influenciadores en redes sociales.
La literatura juvenil lleva ya un tiempo moviéndose en las fronteras en las que cada vez parecen encontrarse más cómodos los autores. El fenómeno young adult ha tenido en nuestro país un impacto importantísimo. La novela histórica tiene en la literatura de jóvenes y adolescentes un claro nicho, sin embargo, una de las tendencias que venía creciendo, las distopías, se estanca.
La poesía infantil, cuya máxima representante es Gloria Fuertes, se ha convertido en más que un género, ha ido recuperando el hueco que siempre tuvo y la novedad reside ahora en la ambición, en la convicción de que la poesía puede ser un vehículo privilegiado para llegar a los lectores con independencia de su edad.
El Anuario ha constatado la importancia de leer teatro y, de hecho, son varias las editoriales que han incluido el teatro entre su oferta LIJ. El teatro infantil ya tenía un lugar en los catálogos –fruto, seguramente, de su uso prescriptivo en la escuela– y ahora la novedad está en un teatro dirigido específicamente a jóvenes y adolescentes, con clara vocación de ser representado.
El repunte del cómic infantil y juvenil en España sigue la tendencia mundial en su aumento de publicaciones y ventas. El 43% del total de cómics lanzados al mercado a lo largo de este bienio eran infantiles. Este auge se debe a varias razones: el aumento de la lectura tras el confinamiento, el repunte del manga (copa el 30% de los títulos de cómic) y la creación de colecciones de cómic infantil en muchas editoriales.