"Elena y sus amigos": Un homenaje a la vida y obra de Elena Fortún

Elena Fortún, seudónimo de Encarnación Aragoneses, nació en Madrid en 1886 y se convirtió en la creadora de las célebres novelas de Celia, el personaje infantil más emblemático de la literatura española. Aunque sus obras han dejado una marca indeleble en la cultura, Fortún ha estado en gran medida oculta tras el éxito de su creación literaria. Elena y sus amigos busca cambiar esto al reunir testimonios de viejos amigos como María Lejárraga, Josefina Carabias, Matilde Ras, Carmen Laforet, Carmen Conde, Viera Sparza, Inés Field, Francisco Ayala, y otras personalidades destacadas como Carmen Martín Gaite, Francisco Nieva, Carmen Bravo-Villasante, José Luis Borau, Marisol Dorao, y Juan García Hortelano.

Este libro, cuidadosamente elaborado por la profesora de Teoría de la Literatura Purificació Mascarell, se suma a la creciente investigación sobre la figura de Elena Fortún, proporcionando una visión única de su vida y obra. Mascarell recopila y enmarca testimonios que, por primera vez, nos acercan a la mujer detrás de la pluma, revelando su rostro "vivaz de pájaro o de golondrina trashumante, de mirada aguda y cordial", en palabras de la ilustradora y pintora Viera Sparza.

Podremos encontrar en este libro-homenaje sentidos testimonios de sus admiradores y amigos tan inspiradores como el de Carmen Laforet que afirma: "Si puede darse amistad honda, compartida, y, sin embargo, en que uno de los amigos ignore totalmente la existencia del otro, yo tuve con Elena Fortún una amistad íntima de más de veinte años; desde el día que, teniendo yo seis, cayó en mis manos el primer cuento de Celia, publicado en Blanco y Negro, hasta el día 8 de mayo de 1952, en que murió Elena Fortún".

O la evocación de Encarnación Aragoneses de la mano de su amiga Matilde Ras: "Elena Fortún ha sido una de las criaturas más generosas que he conocido en toda mi vida; siempre tuvo socorro para el desgraciado, consuelo para el afligido, apoyo para el débil, indulgencia para el que caía en falta, y, sobre todo, cordialidad a raudales para todos los que la rodeaban".

Y es que Carmen Conde no se equivocaba al afirmar que "La verdadera Celia era ella misma, como saben muy bien los que la conocieron. Elena Fortún no ha sido vieja nunca, ni siquiera en los días tristes de su vida, cuando las amarguras hacían que su voz adquiriera tonos de ternura bajo una imborrable sonrisa infantil".

Finalmente unas breves líneas a modo de botón en la boca, o mejor dicho pluma de Francisco Ayala: "Aquellos años de nuestro común exilio en Buenos Aires era el tiempo en que, a veces, Elena Fortún aparecía por mi casa, y mi hija contemplaba a la visitante con tímida curiosidad, porque yo le había advertido que aquella señora tan cariñosa era quien había escrito los cuentos de Celia que tanto la recreaban y complacían a ella en sus lecturas infantiles".

Además de ser un tributo a una figura literaria trascendental, Elena y sus amigos ofrece una mirada coral para amantes de la Edad de Plata y sus redes de amistad. Una obra que no solo conmemora el legado de Fortún, sino que también destaca su influencia en las generaciones posteriores.

Puedes comprar el libro en: