"El amuleto de la luna", de Esther Peñalba Aller

La gran urbe y civilización de Cartago ha sido eliminada, manu militari, por el genocida Publio Cornelio Escipión Emiliano “Numantino o Segundo Africano” en uno de los primeros e inexplicables genocidios de la Historia. No creo que sea una novela de ficción, ya que sí así fuese no estaría bajo mi atención preferente. Los hechos narrados, licencias incluidas, están documentados, los nombres propios existieron, y los patricios romanos sí hablaban, y hasta se matrimoniaban, en alguna ocasión, con sus esclavas; de ahí la importancia de los libertos en Roma, y su poder y consideración social. Me encanta la humildad inteligente de la autora leonesa, pero su esfuerzo merece los parabienes. Deseo destacar la consciencia que demuestra en la cita de dos personajes muy importantes en la Antigüedad, como son: a) Yugurta (160-106 a.C.), quien luchó en las tropas auxiliares de Roma contra la celtibérica Numancia, en el verano del año 133 a.C., y en Iberia comprendió la corrupción fácil de los funcionarios romanos, salvo Tiberio Sempronio Graco, único romano que despertaba toda la confianza de los celtíberos. Tras obtener el trono de la Numidia occidental, invadiría Cirta, la capital oriental de su primo Aderbal, y tras diversas vicisitudes bélicas, Roma conseguiría la victoria por medio de las tropas de Lucio Cornelio Sila, lugarteniente del segundo personaje, que fue: b) Gayo Mario, quien sería el tío-abuelo de Gayo Julio César, y Sila conseguiría aherrojar a Yugurta, llevarlo a Roma cargado de cadenas, y ser ejecutado por estrangulamiento en la prisión Mamertina, ya en el año 104 a.C.

«En plena República Romana, en la época de los cónsules y durante la conquista de los territorios germánicos, Selena, la joven númida hija de un importante criador de caballos, vive una historia de superación, descubrimiento, pérdida y amores imposibles. La niña que soñaba con convertirse en una valiente amazona verá trastocada su vida de forma repentina y gracias a sus amados caballos su destino discurrirá por un camino que jamás había imaginado. Viaja con Selene a través de los paisajes del reino africano de Numidia y descubre con ella la Roma del año 107 a.C. y la provincia de Bética en Hispania».

La autora es licenciada en Historia del Arte y se le nota, ya que el análisis histórico novelado que realiza está impregnado de esa sensibilidad que otorga el Arte. Selene es la narradora y, consiguientemente, la protagonista. Tras un diálogo esclarecedor, con el que suelen comenzar los capítulos, muchas veces titulados, puede existir una recreación analítica que nos enriquece el hecho a narrar; verbigracia en el capítulo-VII, dedicado a una de las capitales de Numidia, conquistada, manu militari, por Yugurta. Pretendo, con ello, y algunos ejemplos más, que estimo necesarios, informar sobre la riqueza vivencial del libro.

“El sonido de los tambores llegaba con total nitidez hasta el campamento. También se distinguían los aplausos, los vítores, las ovaciones… y por supuesto, los temidos abucheos. Aquellos ecos nos desconcertaban. Nos mirábamos los unos a los otros inquietos, conscientes de que pronto culminaríamos nuestra misión. En los establos trabajábamos en absoluto silencio y observábamos furtivamente a los jinetes, que repasaban sin montura los ejercicios una y otra vez muy cerca de allí. Getulio parecía el más tranquilo, sin embargo yo sabía que aquella serenidad era fingida. Apenas comió nada en todo el día y supervisó escrupulosamente todos los preparativos hasta que los dio por buenos. Rapsa permanecía impasible y mostraba una determinación y una fiereza inusual en él y aunque finalmente no tendría que presentarse ante el rey, culminó aquella jornada de entrenamiento junto a sus compañeros destacando por encima de todos ellos”.

El capítulo XVI se desarrolla en el Foro de Roma, en junio del año 107 a.C., cuya narración nos muestra la preparación y el estudio pormenorizado realizado, sobre lo que se desarrollaba, a diario, en el centro de la Roma Republicana. Es una exposición sobre cómo se vendían los esclavos para la oligarquía senatorial de Roma.

“Desde mi posición puedo ver con facilidad la tarima giratoria que sirve para exponer a los esclavos. La venta ha comenzado. Los futuros amos observan con atención al vendedor que con gran elocuencia y palabrería enseña uno a uno a los prisioneros. No saben que antes de subir a la tarima el maquillaje ha sonrojado su cara cetrina, el aceite ha hidratado la piel desnutrida, una túnica limpia ha sustituido sus harapos y una esencia olorosa ha perfumado sus cabellos y ocultado sus pestilencias. En un cartel al cuello se puede leer de dónde proceden, cuál es su edad o cuáles son sus habilidades, mientras la tarima rotatoria gira incansablemente sobre sí misma. Llevamos cinco días esperando nuestro turno. Nos mantienen encadenados unos a otros en un recinto reservado exclusivamente para los esclavos. Las heridas de nuestros pies ya se han cerrado y las quemaduras sufridas por el sol han cicatrizado, sin embargo el daño infligido a nuestro espíritu es irreparable. Nos tratan peor que a los caballos que viajaron desde Numidia y que junto a nosotros también aguardan para ser vendidos”.

Este texto nos sirve para reflexionar, de forma prístina, como se ha estudiado la vida y el futuro que les esperaba a los esclavos en -de Roma, una urbe, que alumbraba ya a un Imperio, formado en sus cimientos más inmorales sobre el sufrimiento laboral de los seres humanos que habían perdido su libertad. Los que perdían una Guerra con las, tras el genocidio púnico, invencibles legiones del SPQR, sabían que, si no habían perdido su vida en el campo de batalla, la perderían si el azar no lo remediaba durante su vida como esclavos, trabajando donde fuese pertinente, bien para el SPQR o para un particular. “Aquel desfile de almas en pena era deprimente”. La novela histórica que presento, fundamenta su esencia en un mosaico que, la ficción inteligente nos lo traslada a Corduba/Córdoba, y no en Mérida/Augusta Emerita donde está en realidad, pero la capital de la Extremadura leonesa medieval fue fundada, a posteriori, por veteranos de las luchas ástur-cántabras contra el Emperador César Augusto. Getulio y el caballo ‘Iluminator’ son personajes principales de la trama. “Una cuadriga. Ese es el tema del mosaico que se representa con enorme maestría y que nos ha dejado con la boca abierta”. En suma, deliciosa obra literaria, que recomiendo sin ambages, narración trepidante. «Iurare iussit numquam me in amicitia cum romanis fore. ET. Diuide et impera».

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