Desde el primer plano, errores históricos descomunales. Situar a Bonaparte en París viendo caer la hoja de la guillotina sobre María Antonieta, cuando en realidad el Corso estaba en el sitio de Toulon. Ya en Egipto, emplazar sus cañones disparando contra las pirámides, cuando debemos a su segundo ejército, el de los sabios que le acompañaron, el nacimiento de la egiptología.
Más le hubiera valido recrear el proyecto imperial para España en 1810. Dividirla en prefecturas “racionales”, aboliendo la historia. A nosotros nos hubiera tocado integrarnos en la de ‘Bidasoa’, con capital en Pamplona. Al resto de los vascos en la de ‘Cabo Machichaco’, con capital en Vitoria. Un rasgo de genio napoleónico digno de Monty Python, aunque estuvo cerca de materializarse. Es lo que sucede con esta película que se pretende grandiosa. Fuera de la magnífica recreación de sus batallas, roza lo irrisorio.
¿Sobre qué se construye? Sobre un tópico pueril, digno del Planeta: con sus campañas Napoleón sólo pretendía merecer el amor disfuncional de Josefina. Quien la interpreta, Vanessa Kirby, se salva por su hieratismo. El pecado de Joaquin Phoenix. Le hubiera bastado un ápice de su ‘Jocker’ para remedar el carácter de este personaje complejo, trágico y romántico. De sus cien caras no vemos más que la de un metalizado replicante de ‘Blade Runner’.
Cuesta creer que fuera Ridley Scott quien rodó una de las mejores películas napoleónicas, ‘Los duelistas’, premiada como la mejor ópera prima en Cannes, 1977. Dos años antes Kubrick estrenaba ‘Barry Lindon’, tan despreciada en su día como aquel “Blade Runner’, por su atrevimiento. Soñaba entonces Kubrick con un proyecto colosal, precisamente su ‘Napoleón’. ¿Por qué no llegó a filmarse? Porque su ambición de verosimilitud desbordaba todos los presupuestos.
A los 86 años, la edad que censa hoy Ridley Scott, puedes no atreverte a nada. Que hayas renunciado a lo más genuino, la autenticidad, no tiene disculpa. Buscando la gloria de los Óscars, este Napoleón del cine ha filmado su propio Waterloo.
Puedes comprar su último libro en: