Bernar Freiría es ante todo novelista. Su primera novela, Cuarto de derrota, fue presentada en Barcelona por Manuel Vázquez Montalbán, quien se mostró asombrado de que fuera ópera prima, y trata sobre el mundo del narcotráfico y su trastienda económica. La segunda, Los roedores, disecciona el ambiente de la prensa y el poder en la España de los 90. Triple juego en Cuba, narra la peripecia vital de supervivencia de un joven gallego emigrado a Cuba, que termina actuando como espía triple durante las guerras de independencia. La trama y la amplia galería de personajes donde se mezclan realidad y ficción ofrecen un panorama de la guerra y del mundo colonial.
La orilla de los Artigas es un viaje de ida y vuelta entre España y Uruguay en unos años con falta de libertades y represión, donde sobre todo los hombres pueden triunfar en los negocios. Se narra la peripecia vital de una mujer capaz de tomar las riendas de su propia vida.
¿Cuál fui el aliento creador de esta novela entre España y Uruguay?
Cuando leí Pastoral americana, de Philip Roth, me di cuenta de que lo que quería era escribir una Pastoral española, una obra que mostrara la esencia del mundo hispano, de cuánto tenemos en común, de las incomprensiones, de grandezas y defectos. Y de ahí ha nacido La orilla de los Artigas. Las primeras críticas han sido inmejorables y tranquilizadoras.
¿La orilla de los Artigas tiene más de saga familiar o de retrato de una época en España y Uruguay?
Muy bien visto. Si tuviera que definir La orilla de los Artigas la definiría de cualquiera de las dos maneras. La saga familiar la atraviesa de principio a fin y al mismo tiempo pretende ser un retrato de una época en España y en Uruguay. Cuando leí la Pastoral americana de Philip Roth me di cuenta de que lo que siempre he pretendido es escribir una Pastoral española, o más bien hispana. Hemos sido un imperio y nuestra impronta está en toda América, para bien y para mal.
¿Se puede considerar que el personaje femenino de la novela es el que muestra una mayor fuerza y determinación?
Sí, sin duda. Es la primera vez que construyo una novela en torno a un personaje femenino y me ha salido una mujer fuerte, bien plantada sobre sus piernas como diría Nietzsche. Una mujer que enamora y sobrecoge a la vez. Tierna y firme. Una mujer que busca su libertad y que quiere lo mejor para sus hijos por los que es capaz de cualquier cosa, aunque sin diluirse en ellos, conservando su modo de estar en el mundo. Es una superviviente capaz de dar un golpe de timón a su vida con tal de no verse encerrada donde no quiere estar, ni siquiera en una jaula de oro.
Esta novela transcurre en parte en Uruguay, una anterior en Cuba. ¿Por qué le inspira Hispanoamérica?
En esta novela me centro en Uruguay, pero también he visitado Colombia en otra novela. Creo que nuestro horizonte no lo determinan nuestros actuales límites geográficos. Nuestro horizonte se extiende hacia la otra orilla. O al menos me gusta dilatarlo hasta allí en mis novelas, aunque también hay algo no consciente que me lleva a hacerlo. Nuestra lengua común es un hermoso tesoro, poder comunicarse con tantos millones de personas es algo que me fascina y emociona.
Han sido presentadores de sus libros autores como Manuel Vázquez Montalbán, Juancho Armas Marcelo o Antonio Elorza. ¿Qué significa el apoyo de autores tan renombrados a la hora de lanzar un libro?
Aparte del evidente foco que pone sobre ti un escritor de la talla de los que cita, la lectura que todos ellos han hecho de mi obra me ha supuesto un espaldarazo que me anima a perseverar en este oficio en el que siempre te sientes pisando arenas movedizas. En concreto, Vázquez Montalbán presentó mi primera novela sin conocerme de nada y le estoy muy agradecido porque su minucioso análisis me confirmó que muchas cosas que había tratado de poner en la obra realmente estaban allí ya que él las había visto.
Y las presentaciones del libro están funcionando muy bien.
Me sorprendió la gran cantidad de ejemplares del libro que firmé en la Feria del Libro de Murcia. Hemos presentado el libro en librerías con grandes resultados, y el domingo 17 de diciembre, presentamos La orilla de los Artigas en la librería Sin Tarima de Madrid, que ha sido siempre lugar de reunión del progresismo español y de la buena literatura.
¿Hay en la novela una reflexión moral sobre el papel de las oligarquías en las dictaduras militares?
No era mi objetivo. Si hubiera querido hacer una reflexión moral habría escrito un ensayo y no una novela. Sostengo que la literatura, aunque sea realista, no debe ser un tratado moral o político. El misterio insondable de lo humano aparece en cualquier situación política, geográfica o histórica, si bien los humanos no somos impermeables a lo que nos rodea. Bien es cierto que la novela empieza en la Transición española, lega a Uruguay con la dictadura y que el momento histórico queda reflejado.
Ha dicho que Elisa es “tierna y firme”. En la novela, los sentimientos de los personajes tienen un papel muy relevante y sin embargo la novela no es sentimental.
Sí, me interesaba mucho indagar en los sentimientos de los personajes, porque están en la base de sus acciones, de sus decisiones y de sus relaciones. El tejido de los sentimientos recíprocos en una familia es un tema fascinante e inagotable. Y necesitaba que la protagonista fuera una mujer fuerte, porque así son las mujeres que he conocido y que no sólo han cambiado mi vida, sino que han trabajado en cambiar el mundo.
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