NAPOLEÓN es un espectáculo lleno de épica y acción que detalla el enrevesado ascenso y caída del icónico Emperador francés Napoleón Bonaparte, interpretado por el ganador del Oscar® Joaquim Phoenix.
La película
"NAPOLEÓN" la superproducción dirigida por Ridley Scott (Marte, Gladiator, Blade Runner) llegará exclusivamente a los cines de toda España el próximo 24 de noviembre.
Con un impresionante telón de fondo orquestado por el director Ridley Scott, la película captura su incesante carrera hacia el poder a través del prisma de su adictiva relación con el único amor de su vida, Josefina, mostrando sus revolucionarias tácticas militares y políticas en algunas de las secuencias de batalla más potentes jamás rodadas
Ficha técnica
Título original: Napoleon
Dirección: Ridley Scott
Guion: David Scarpa
Productores: Ridley Scott; Joaquin Phoenix; Kevin J. Walsh; Mark Huffam
Reparto: Joaquin Phoenix (Napoleón Bonaparte); Vanessa Kirby (Josefina de Beauharnais); Tahar Rahim (Paul Barras); Rupert Everett (Arthur Wellesley ); Mark Bonnar (Jean-Andoche Junot)
Música: Martin Phipps
Fotografía: Dariusz Wolski
Año: 2023
Duración: 158 min.
País: Estados Unidos
Género: Drama histórico
Distribuidora: Sony Pictures Entertainment Spain
Fecha de estreno en España: 24 de noviembre de 2023
NAPOLEÓN "VISITA" EL MUSEO DEL PRADO
Con motivo de la gran premier española de NAPOLEÓN en el Museo del Prado de Madrid , Sony Pictures y el propio Museo han realizado en colaboración este vídeo
https://www.youtube.com/watch?v=2UvYkiRQpG
en el que se recrea una imaginaria visita del Emperador que gobernó Francia entre 1804 y 1814, y cuyo hermano, José Bonaparte, se convirtió en el Rey José I de España tras la ocupación napoleónica entre los años 1808 y 1813, durante la cual contempla algunas de las grandes obras de Goya, testimonios de esa ocupación y del contexto histórico de la época.
Además de las escenas más conocidas de la Guerra de la Independencia, el 2 y 3 de mayo en Madrid, el tráiler muestra La familia de Carlos IV, en la que el pintor aragonés realizó un magistral retrato psicológico de los personajes de la familia reinante, en especial del monarca Carlos IV y su heredero Fernando VII, personajes históricos con quienes Napoleón se relacionó en su época.
El actor que interpreta a este imaginario Napoleón (que no pudo conocer el Prado, puesto que este se inauguró en 1819 cuando él ya estaba deportado en la isla de Santa Helena) va vestido con el traje original que el protagonista Joaquim Phoenix utilizó en la película y que se ha traído expresamente desde Los Ángeles.
En el vídeo, el personaje también se detiene a contemplar el cuadro La rendición de Bailén pintado por Casado del Alisal en 1864, que representa el momento en que las tropas francesas se rinden en dicha batalla. Aunque Napoleón no estuvo allí, esta batalla, que tuvo lugar el 1808, ha pasado a la historia como la primera derrota en campo abierto de las tropas napoleónicas.
Grandes obras de Goya, “visitadas” por Napoleón
La familia de Carlos IV. Francisco de Goya (1746-1828),1800. Óleo sobre lienzo
Cuadro emblemático de la pintura española y manifiesto del poder de la Casa de Borbón en 1800, cuando las tensiones con la Francia posrevolucionaria ponían en peligro su estabilidad en España. La magnificencia propia de los reyes, que Goya resolvió con la brillantez de su técnica, está expresada por la belleza de sus vestidos y la riqueza de joyas y condecoraciones. El entronque dinástico con el pasado reside en su enlace visual con Las meninas de Velázquez, pero nada oculta la personalidad exacta, definida con profundidad psicológica, de cada uno de los retratados, desde los reyes y sus hermanos en segundo plano, hasta los numerosos hijos, con el heredero el Príncipe Fernando, vestido de azul, al frente, que aseguraban el futuro de la Monarquía.
El 2 de mayo de 1808 en Madrid o “La lucha con los mamelucos”. Francisco de Goya (1746-1828), 1814. Óleo sobre lienzo
Al igual que El 3 de mayo de 1808 en Madrid, el cuadro fue pintado para Fernando VII con destino a las salas del Palacio Real. Encargado por el regente, el cardenal Luis María de Borbón, en febrero de 1814, cuando se esperaba ya el regreso del rey a España, representa la revuelta de Madrid la mañana del 2 de mayo de 1808 para impedir la salida de la ciudad de los últimos miembros de la familia real. El pueblo, armado con navajas, ataca a los mamelucos, cuerpo del ejército de Napoleón procedente de Egipto, que acudieron, junto con los dragones de la emperatriz y los granaderos de la Guardia Imperial, a sofocar la sublevación. Al fondo, a la izquierda, preside la escena la mole del Palacio Real, reconocible por su cúpula.
El 3 de mayo en Madrid o “Los fusilamientos”. Francisco de Goya (1746-1828), 1814. Óleo sobre lienzo
La obra fue pintada, junto con El 2 de mayo de 1808 en Madrid, para Fernando VII, y encargada por el regente, el cardenal Luis María de Borbón, en febrero de 1814, cuando se esperaba ya el retorno a España del monarca. Representa los fusilamientos de los españoles por un pelotón de soldados franceses como represalia por la revuelta del día anterior. La escena nocturna se sitúa cerca del Palacio Real, pues se distingue al fondo la antigua puerta de la Vega y, detrás, las torres de Santa María la Real de la Almudena y de Santa Cruz, llamada “la atalaya de la Corte”. La luz del farol enfoca a los que han de morir, aterrados ante su destino, y a los que ya han sido ejecutados.
La rendición de Bailén (de la tradición y de la historia). José Casado del Alisal (1831-1886), 1864. Óleo sobre lienzo
Esta obra, pintada en París, representa la capitulación del general Dupont, al frente del ejército francés, ante las tropas españolas mandadas por el general Castaños. Fue la primera derrota francesa en la Guerra de la Independencia. Sucedió cerca de Bailén el 19 de julio de 1808. La composición se inspira claramente en La rendición de Breda de Velázquez, con la que comparte la distribución de los grupos de los dos ejércitos frente al paisaje bélico y el comportamiento respetuoso ante el enemigo vencido. Por otro lado, la técnica vaporosa, el brillante colorido y el marcado claroscuro remiten a la tradición de la pintura de historia francesa.