“La especulación inmobiliaria no es un fenómeno nuevo, durante la segunda mitad del siglo XX la sufrimos con especial crudeza en las costas y en las principales ciudades de nuestro país. Fue incluso más salvaje que en los primeros años 2000, echando a la gente de sus casas, destruyendo los entornos naturales e incrementando la desigualdad. La Transición fue un contexto ideal para esta impunidad, ya que se nos ha vendido una farsa de consenso y paz cuando fueron unos años violentos y represivos. La novela negra es un instrumento muy útil para denunciar estas injusticias y reivindicar a la gente que las sufrió”, asegura el autor.
Una novela negra de lectura frenética que provoca preguntas
“Nadie corre más que el plomo” nos traslada al año 1979, a un pueblo de pescadores de la costa valenciana que ve truncada su habitual paz tras el asesinato de su alcalde. Eugenio Martín, subdirector del Cuerpo Superior de la Policía, viaja desde Madrid con el objetivo de investigar el escabroso crimen. Allí se reencuentra con sus amigos Paco y Rosa, con los que vivió uno de los más salvajes episodios del final de la Dictadura. Acechado por los fantasmas del pasado, Eugenio Martín conocerá en Benissa de la Safor a toda una serie de personajes que le mostrarán el lado más sórdido de la sociedad. Sin embargo, también descubrirá la solidaridad y la alegría de los vecinos del Grau, el humilde barrio de pescadores que está a punto de ser devorado por el supuesto progreso que trae el turismo de masas. Vecinos que se creen protegidos por una antigua leyenda, la Polseguera, que se manifiesta con toda la furia de la Naturaleza.
Ignacio Marín recupera la novela negra con marcado carácter social que caracterizó su ópera prima, “Edificio España”, denunciando las injusticias y contradicciones de la sociedad mediante el género negro. Pero ha querido también innovar con el realismo mágico, jugando con la frágil línea entre la realidad y la fantasía, entre lo onírico y lo tangible, mediante poderosas descripciones. Profundiza además en los personajes, mostrando sus inquietudes y debilidades, humanizándoles en un entorno despiadado. El resultado, una novela negra de lectura frenética, con enfoques diversos que harán que el propio lector se planteé preguntas. Una historia que muestra la crueldad del capitalismo, pero que reivindica a la vez la tradición, la naturaleza y la generosidad de las relaciones humanas.
"Nadie corre más que el plomo" cuenta además con un poderoso diseño de la artista gandiense Gem Díaz, que combina la cultura y el folclore valenciano con la inquietud que en el lector genera la novela negra.
Ignacio Marín (Madrid, 1984). Escritor y periodista afincado en Vallecas, ha ido madurando un sólido compromiso por denunciar la desigualdad y la injusticia social a través de la palabra escrita. Desde su tribuna en el periódico Vallecas Va señala en cada número a los responsables de la miseria y la pobreza que se sufre en barrios como el suyo.
Fue ganador, entre alrededor de 300 participantes de 14 países, del concurso Narrativa del Centenario del PCE con su relato “Valle de silencio”, un homenaje, duro pero evocador, a la lucha guerrillera de los maquis.
Su estreno en la novela fue en 2022 con “Edificio España”, un crudo relato policiaco sobre el tardofranquismo y las desigualdades en el Madrid de los años setenta. Según El Confidencial, “Marín consigue lo que pocos, ficcionar un hecho reciente, tomando partido por algunos de los más desfavorecidos, planteando una línea pop y obrera, pero sin dejar de mostrar los sinsabores de la época”. Los personajes de “Edificio España” no quisieron morir y volvieron en “Nadie corre más que el plomo”.
Además, su pasión por el género negro y por poner al alcance de todos la cultura le ha llevado a crear y dirigir Vallekas Negra, el primer festival de novela negra y social de Vallecas, que ya es una cita imprescindible para la cultura popular de Madrid.
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