Para asistir a la presentación de esta nueva novela, que publica Ediciones Siruela, nos trasladamos hasta los escenarios de la trilogía (hasta el momento) de Teresa Cardona. La rueda de prensa se celebró en la Casita del Infante don Gabriel, hijo de Carlos III, para muchos el hijo inteligente que desgraciadamente no llegó a reinar, siento Carlos IV el que lo hizo, para desgracia del país y los españoles. El infante don Gabriel mandó al arquitecto Juan de Villanueva la construcción de una villa italiana para su recreo. “La casita tiene una sonoridad espléndida”, apunta uno de los responsables del Patrimonio Nacional. Como le gustaba mucho la música, hizo que le preparasen una caja de resonancia para que se oyese la música desde todo el jardín, donde disfrutaba de un ligero asueto que no podía tener en el monasterio de El Escorial. Para Ofelia Grande, la editora de la autora madrileña, “Teresa se va superando con cada libro y trata temas cada vez más complicados”. La violencia entre mujeres o el ciberacoso están presente en “La carne del cisne”. Cardona refleja en sus novelas dos mundos diferentes: por un lado, el de las personas que viven en localidades no muy grandes y, por el otro, las personas que vienen de grandes capitales o del extranjero. “Cuando regresé a España y me establecí en San Lorenzo del Escorial, el choque entre esos dos mundos era evidente: los habitantes del pueblo tenían un código diferente. Las calles no eran conocidas como el callejero indica, sino por los nombres antiguos que tuvieron”, cuenta la escritora. En la novela, además de la investigación que realizan los guardias civiles, Teresa Cardona se detiene en los problemas cotidianos de los habitantes. “Además, en esta ocasión, no he querido presentar a la víctima desde un primer momento. Tenemos unas cincuenta hojas hasta que aparece; mi intención es que el lector se enfrente a la personalidad de los protagonistas sin conocerlos realmente. Mi intención es hacer dudar al lector desde el primer momento; también creo que ayuda el título ambivalente de la novela. Esos dos cisnes existen en la realidad; cuando me topé con ellos, los quise sacar en la portada”, recuerda con pasión. “En esta ocasión, me ha salido un libro bastante violento, pero hay que hacer la salvedad de que hay diferentes tipos de violencia a los que intento enfrentarme sin prejuicios. Esas situaciones me han dado la posibilidad de hacer discutir a mis guardias civiles, para intentar convencerse unos a otros. Lo que a mí me gusta es que la gente dialogue y se quieran convencer”, reflexiona la autora. “A los lectores de novelas policiacas lo que les gusta es sufrir un poco”“El lector de este tipo de novelas lo que espera es que se le mantenga con una cierta tensión. Lo que le gusta es sufrir un poco”, afirma Teresa Cardona. Quizá por eso siempre escriba sus novelas con dos tramas bien diferenciadas, pero que terminan convergiendo. Así crea esa necesidad de mantener al lector ocupado en ellas y pasar de una a otra con celeridad. “Una parte de la novela se desarrolla en los años 80. Intento que el lector se meta en dichas escenas con otros ojos diferentes”, subraya. La trama de “La carne de cisne” comienza cuando la teniente Karen Blecker contempla la espesa niebla del invierno de San Lorenzo de El Escorial: no espera que su rutinario desayuno con su compañero el brigada Cano se vea bruscamente interrumpido por la aparición de un cadáver en uno de los chalets de la carretera que conduce al club de golf de la localidad.
Una muerte violenta, un juicio que no ha conseguido esclarecer con nitidez quién ha sido la víctima y quién el verdugo… Un caso que, con sus numerosos interrogantes, obligará una vez más a la pareja de la Guardia Civil a revisar sus convicciones: ¿son los hechos inequívocamente monocromos? ¿Es su verdadero color el que muestran a primera vista? ¿O, como el cisne, ocultan bajo un níveo plumaje su carne oscura? La escritora madrileña ha sido galardonada con el Premio Villanús Rural Noir del Festival VillaNoir. “Me ha encantado este premio. Me gusta que digan que mis obras tienen ese sabor rural. A los lectores les gusta reconocer los sitios donde discurren las novelas. Y las novelas con crímenes que suceden en los pueblos tienen muchos adeptos porque al lector le gusta ir a pillar en algún fallo al escritor”, elucubra con humor. Teresa Cardona reconoce que el germen de su nueva novela se basa en un suceso que ocurrió en Alemania hace unos 20 años. “El acoso cibernético está a la orden del día. Hay que educar a los jóvenes sobre el problema de las redes sociales: si no, va a ir aumentando paulatinamente. Las prohibiciones sirven de poco, hay que educar”, insiste. Pero, ante todo, quiere mantener el humor en sus libros, por muy crudas que sean las situaciones a las que se vean sometidos sus protagonistas. Así que ya tiene pergeñado un nuevo libro con Blecker y Cano como protagonistas. “Se me ocurren las tramas cuando estoy terminando el libro anterior”, concluye. Su cerebro no descansa, para fortuna de sus lectores. Teresa Cardona (Madrid, 1973) ha publicado en Francia junto a Eric Damien las novelas negras “Un travail à finir” y “Terres brûlées”, bajo el seudónimo de Eric Todenne. En Ediciones Siruela ha publicado “Los dos lados”, exitosa serie ambientada en San Lorenzo de El Escorial y protagonizada por la teniente hispano-alemana Blecker y el brigada Cano. Puedes comprar el libro en:
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