Una luz oscura se cierne sobre una mujer, Francisca de Pedraza, huérfana y criada en un convento, hasta que un mal marido ejerce sobre ella toda la rabia, la inquina, el odio, la potestad de su fuerza y su vínculo matrimonial para maltratarla, vejarla, violarla y casi matarla en más de una ocasión.
FRANCISCA tuvo que aguantar, soportar humillación, sufrió, pero tuvo coraje suficiente para interponer una demanda que fue rechazada varias veces, hasta que, una década después, consiguió la separación, la devolución de la dote, la mitad de los bienes gananciales y el alejamiento de su torturador. Anteriormente, la sentencia se basaba en “que me trate bien y amorosamente”. ¡Ja! Después de cada juicio solo le quedaba decirse a sí misma: “una soy y sola me siento”.
Estamos asistiendo a una historia del siglo XVII y parece que es de hoy. Tal cual. Los mismos detalles, las mismas rudezas, idéntica violencia. Aunque entonces todavía no se le llamaba violencia de género. Era cuando la mujer era posesión del marido.
Con dramaturgia de Borja Rodríguez, ahonda en la figura de esta mujer que consiguió que la corte de justicia de la histórica Universidad de Alcalá reconociera el maltrato al que estaba sometida, en 1624.
Fredeswinda Gijón lo dirige, con la delicadeza y la dureza necesarias para que se nos hiele la sangre. Con un comienzo altamente poético, una declaración de esos pequeños detalles que te pueden hacer feliz, poco a poco el elenco va entrando en situación, aunque interpreten varios personajes. “Libre te quiero, pero no mía, ni de Dios ni de nadie, ni tuya siquiera” debiera ser la canción oficial de este tema.
Elena Rey con la emoción de las hojas de un árbol moviéndose a merced del viento. Antonio Lafuente, al que no debe ser fácil introducirse en un personaje sin arrepentimientos, por mucho que quiera aparentar otra cosa, pero que asume con gran credibilidad. Anabel Maurín y Esther Acevedo en varios roles de un más difícil todavía dando ritmo a la escena. Respiramos la música de la guitarra de Silvia Nogales, que nos da momentos de tregua.
Una puesta en escena impecable, quizás me sobran los vídeos de los actores dando sus razones de la asunción de personajes e historia, aunque, por otro lado, es lo que nos conecta con la realidad y la actualidad de hoy, de cada noticia sobre violencia de género que, constante y lamentablemente, se siguen sucediendo en número alarmante.
Mujeres prisioneras de un corazón equivocado. Las que su nombre es ¡ay! Horror indemne de un energúmeno desgraciado. FRANCISCA somos todas, cicatrices de lágrimas, no disimuléis el dolor, no calléis, sangre de moratones en los costados, las que escriben con desamor una página en blanco, salgamos juntos de las manos a defendernos no, a hacer frente a frente, cuerpo a cuerpo, lo que quieren arrebataros, la libertad de sentimientos, la necesidad de amar sin llantos. Que tu voz, tu cuerpo, tu sonrisa, suenen y resuenen por encima de los sueños que estás esperando.
FICHA ARTÍSTICA
FRANCISCA
DIRECCIÓN: Fredeswinda Gijón
DRAMATURGIA: Borja Rodríguez
INTÉRPRETES: Carolina Lapausa/Elena Rey, Antonio Lafuente (Cover Nacho Sánchez), Anabel Maurín (cover Alicia Rodríguez) y Esther Acevedo (cover Alicia Rodríguez)
Música en directo Silvia Nogales (Covers Celia González de la Aleja / Elena Ortega)
ESPACIO: Teatro Quique San Francisco
CUÁNDO: Del 18 de octubre al 12 de noviembre