La imaginación es poderosa, y permite soñar, y eso nos hace caer en trampas. Además, siempre habrá alguien vigilando para el buen orden y la cordura, para el establecimiento de las buenas formas, para que nadie se salga del camino, del tiesto, de la tangente.
El transitar puede ser infinito porque da vueltas y vueltas, y das amor y te devuelven mentiras, y das esperanza y te pagan con monedas. El horizonte se ha quedado limitado. No hay extensión para ese camino. En la noche parece que nos dejarán en paz, pero no. Acecharán sombras, luces que nos apunten directamente al cerebro o al corazón, luna menguante para aliarse con la muerte.
Y ahí estás, con el miedo metido en el cuerpo, con los libros a cuestas. No, con los libros tirados por el suelo, para que nos sirvan de camino, porque la libertad es frágil y se puede romper en cualquier momento.
Carlos Sarrió, de la mítica compañía Cambaleo, con más de 40 años de trayectoria, nos habla en De la noche una canción de todo esto: de la libertad, de la cultura cercenada, (últimamente cada vez más), de los callejones sin salida, de la sangre derramada, de los huesos en carne viva, de la prisión del alma. Nos lo cuenta con pocas palabras, las necesarias y repetidas. Y nos lo cantan en esa canción de noche, en esas miradas perdidas, en ese vertedero de libros que puede ser una espiral, un laberinto, una cruz, un sendero, un cristal que un día fue transparente y hoy está sucio de rayos infrarrojos que detectan cualquier falso movimiento.
Antonio Sarrió y Cristina Samaniego le ponen voz y cuerpo, silencios y sombras, son personajes que se escapan de los libros y, quizás, no vayan en busca de su autor, como los de Pirandello, sino que se enfrentan a sus propios miedos. Porque el temor se siembra en el aislamiento, se ceba en el pensamiento, se cubre y se esconde con una capa huérfana de emociones y cariño.
Es una propuesta que no puede evitar los acontecimientos, que nos quitará las ganas de seguir intentándolo, que se nos indigesta cuando nos ponen trabas pero, de repente, de noche suena una canción y nos paramos a escucharla.
FICHA ARTÍSTICA
Autoría: Carlos Sarrió
Dramaturgia y dirección: Carlos Sarrió y Zbyszek Olkiewicz
Interpretación: Cristina Samaniego y Antonio Sarrió
Diseño de escenografía y atrezzo: Cambaleo Teatro, Pablo Almeida y Gonzalo Buznego
Espacio sonoro: Bartek Swiderski
Espacio: dentro del X Festival Surge Madrid en Otoño en la Sala Tarambana