Seis meses después de la trágica muerte de su mujer, el doctor Quirke se ha mudado a casa de su hija Phoebe. Cuando aparece el cadáver de la joven estudiante judía Rosa Jacobs en un garaje de la capital irlandesa, Quirke y Strafford no tardan en sospechar que se trata de un crimen, a pesar de que todas las pruebas parecen apuntar a un suicidio. La hermana de la víctima, una periodista londinense, se une a los protagonistas en su búsqueda de la verdad. Sin embargo, a medida que destapan los vínculos de Rosa con el hijo de una acaudalada familia alemana que se mudó al condado de Wicklow tras la Segunda Guerra Mundial, el misterio se intensifica. Con la relación entre los dos investigadores volviéndose cada vez más tensa, ¿podrán unir las piezas de este rompecabezas oculto?
De esta forma, la novela aporta una prosa rica que reemprende el tema del abuso de poder y sumerge de lleno al lector en el Dublín de después de la Segunda Guerra Mundial. Acompañado del irónico sentido del humor que tanto caracteriza al autor, Las hermanas Jacobs nos transporta más allá de la historia de Irlanda para adentrarnos en escenarios del todo desconocidos: un monasterio en medio de los Alpes, un campo de concentración alemán y un Tel Aviv de turbias alianzas empresariales. Así lo reconoce The New York Times: «Black regresa con su perspicacia habitual y su elegante prosa. [...] Una escritura fluida que nos deslumbra en algunos pasajes delicadamente labrados que hacen que uno quiera ir más despacio para saborearlos». Sin duda, su dedicada escenografía y personajes han hecho de Black un maestro de la novela negra.
John Banville se convirtió en Benjamin Black a partir de la publicación de su novela El secreto de Christine (2006); y lo que empezó como un experimento, resultó ser una invención mucho más importante de lo que el propio autor había imaginado. Tal y como declaró en una entrevista para El País: «El arte es una cosa extraña. Bajo el sombrero de Banville puedo escribir 200 palabras al día. Un día decidí que podía convertirme en otro y bajo ese segundo sombrero, en esa segunda piel, puedo irme a comer tras haber escrito un millar de palabras, tal vez 2.000, y disfrutar con ello. Es increíble descubrir cómo otro tipo puede vivir tu vida y usar tus manos y deleitarse con eso. Escribir es un trabajo peculiar... Escribir es como respirar. Lo hago por necesidad. Por mi propia boca, y ahora también por la de Black».
John Banville (1945) es un novelista irlandés, ganador del premio Booker en 2005. Entre su obra publicada en Alfaguara destacan Regreso a Birchwood (2017), El intocable (2015), La señora Osmond (2018), La guitarra azul (2016) o Tetralogía científica (2022). Bajo el seudónimo de Benjamin Black, que continúa utilizando exclusivamente en sus ediciones en español, ha publicado El Lémur (2009), La rubia de ojos negros (2014), Los lobos de Praga (2019) y la serie protagonizada por el doctor Quirke, que incluye El secreto de Christine (2007), El otro nombre de Laura (2008), En busca de April (2011), Muerte en verano (2012), Venganza (2013), Órdenes sagradas (2015), Las sombras de Quirke (2017) y Quirke en San Sebastián (2021). En 2011 recibió el Premio Franz Kafka, a menudo considerado como la antesala del Premio Nobel. En 2014 le fue otorgado el Premio Príncipe de Asturias de las Letras por «su inteligente, honda y original creación novelesca».
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