En el ámbito literario es autor, entre otras obras, de Gente muerta y La montaña, ambas Finalistas en los Premios Ignotus 2014 en las categorías respectivas de Novela y Novela Corta. También fue nominado en 2016 a los premios Guillermo de Baskerville por su novela De acero y escamas. Coordinador de argumento y coautor del proyecto literario en internet Tiempo de héroes, publicado por Norma Editorial en 2014, ha sido miembro de la Horror Writers Association (HWA) y de la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror (AEFCFT). En la actualidad es asiduo colaborador en publicaciones como SuperSonic Magazine y en la red social de literatura de ciencia ficción Ficción Científica.
Ante todo, felicidades por el premio ¿Se lo esperaba?
Los premios literarios siempre deben ser una sorpresa, porque es síntoma de que el premio es limpio y de que el género está vivo. Este lo ha sido, claro, además de una gran alegría, porque es mi primera novela de género negro. También ha sido motivo de satisfacción el fallo por unanimidad en una novela que considero atrevida e incluso un poco gamberra.
¿Como surgió la idea de presentarse al concurso?
Pues viendo con mi hermano las posibilidades que tenía la novela, y en un periodo en que, creo recordar, no parecía haber muchas editoriales con periodo de recepción abierto. Han sido varias veces en que he escrito una novela y primero he intentado con concursos importantes y luego he intentado con editoriales. Tengo la sensación de que, en muchas ocasiones, los jurados de los concursos pueden recibir una propuesta literaria con la mente más abierta que las editoriales en sí; creo que este ha sido el caso.
Normalmente escribe géneros de novela fantástica y de terror ¿Con este libro no se sale de estos formatos literarios?
Sí, pero es un género que me gusta mucho como consumidor y hacía tiempo que tenía ganas de escribir y crear un pequeño mundo del crimen para jugar con él. De todas maneras, cuando leáis la novela veréis que no he renunciado por completo a algunos vasos comunicantes con estos géneros. En cualquier caso, para escribir, necesito divertirme y sorprenderme o emocionarme como lector, y la novela negra lo permite.
¿Cómo nace "Los perros que nadie quiere"?
Por algunas conversaciones con compañeros de trabajo vinculados al ámbito militar. Ya sabes lo que dicen: si hablas con un escritor, cualquier cosa que digas podrá ser usado en una novela.
¿Lo que se relata en el libro es real o es fruto de su imaginación?
Mitad y mitad. Me he basado en sucesos que seguramente no son noticia, porque los estamentos legales e ilegales de nuestro mundo tienen sus propios mecanismos de abaratamiento de la realidad. Hay una gran cantidad de militares que, según sus propios relatos, son tratados como material reciclable por su jefe, el Ministerio de Defensa, gente que ha jurado el más alto grado de lealtad, el que se puede pagar con la vida, y que ven cómo se les ha hurtado el reconocimiento a un accidente o enfermedad laboral con consecuencias nefastas para su vida.
También hay mucho del más básico conocimiento callejero sobre cómo funciona, por ejemplo, el tráfico de drogas en la provincia de Cádiz, y de algunas historias escabrosas a su alrededor; esto no es material clasificado, solo hay que saber escuchar a la gente a la que le gusta hablar.
¿Algún personaje del libro tiene rasgos suyos?
La convivencia con la agresividad propia, con la violencia natural o enseñada, es un conflicto que tiene que ver conmigo, sí. También un tema que me interesa mucho es el honor; al fin y al cabo, poner a personajes en situaciones difíciles para que hagan lo más fácil y previsible, no creo que sea algo emocionante. En ese sentido, imagino que hay pistas diseminadas entre los muchos personajes de la novela sobre la persona que creo que soy y la persona a la que aspiro ser.
Lo qué ocurre en el libro transcurre en el sur de España. Usted vive en Cádiz ¿Es casualidad?
En absoluto. Es totalmente intencionado. Escribir con la conciencia del olor, del color, del comportamiento de mi espacio natural y de la gente con la que me he criado es como vivir dentro de tu propio álbum de fotos y, al mismo tiempo, reivindicar todo lo dulce y amargo que te hace ser quien eres. No se trata solo de escribir sobre lo que conoces para que tu novela sea más sólida, sino también para que sea más honesta. Y hay algo de homenaje hacia mi gente, hacia nuestro contexto socioeconómico y padecimientos, que seguro que tiene su eco en regiones como Galicia o Murcia. En resumen, creo que es importante que se entienda que, si el ejército necesita mano de obra, el narcotráfico también, y en ambos casos hace falta un contexto socioeconómico que fabrique individuos que no tengan muchas más opciones. Esa es la historia, ni más ni menos, de toda la carne de cañón del contrabando y el narcotráfico en cualquier lugar del mundo.
¿Le ha costado mucho documentarse para escribir este libro?
Todos los libros que he escrito, y creo que todos los libros que se han escrito, necesitan mucha más documentación de la que puede adivinarse al leerlos. Los escritores estamos constantemente contrastando cosas nimias, como cuánto se tarda en llegar de un lugar a otro o en qué año hubo quizá una tormenta tropical en tal zona, y también exploramos datos que acaban siendo callejones sin salida y que no saldrán en la novela. Por ejemplo, buscas si hubo un caso sonado de corrupción policial en cierta ciudad durante la infancia de tal personaje y, si no encuentras nada, o renuncias a ese hilo o te inventas algo. Yo cuando escribo puedo tener abiertas fácilmente diez ventanas del navegador de Internet.
¿Cuánto tiempo le ha costado escribir el libro?
Escribo bastante rápido, la verdad, principalmente porque le echo muchas horas cada día y porque, cuando estoy dentro de una trama, esta absorbe mi atención por completo incluso cuando no estoy delante del ordenador. Creo que tardé entre escritura y correcciones cuatro o cinco meses como mucho.