Estamos ante un libro, novela-histórica, de mucho interés, ya que narra todo lo relativo a lo que ocurrió, tras encontrar Howard Carter la tumba del faraón Tutankhamon, joven monarca de la XVIII Dinastía del Imperio Nuevo de Egipto. Pocos días después de que se hallase dicho cenotafio, completo y con unas riquezas sin parangón, el mecenas absoluto del proyecto, el lord británico Carnarvon pasaba a mejor vida, y en muy extrañas circunstancias. Por todo lo que antecede, su hija lady Evelyn decide, motu proprio, investigar las causas de tan extraño fallecimiento, empleando todos los medios de que dispone. «El 4 de noviembre de 1922, Howard Carter encontró la tumba de Tutankamón, el mayor descubrimiento arqueológico de todos los tiempos. Unos días después, él mismo, su mecenas lord Carnarvon y lady Evelyn, la hija de este, fueron las tres primeras personas en vislumbrar los tesoros allí acumulados más de tres mil años antes. Ninguno quiso hacer caso a los trabajadores egipcios que les advirtieron de la maldición del faraón. Pocos meses después, lord Carnarvon moría en extrañas circunstancias. Así comienza una intriga vertiginosa, en la que la joven lady Evelyn, enamorada secretamente de Howard Carter, no cejará en su empeño por averiguar si su padre murió de forma natural o si hubo una conjura oculta tras la milenaria maldición. Arqueología, historia y una labor detectivesca se dan la mano en esta novela de aventuras». Esta novela-histórica utiliza personajes reales, y de esta forma realiza una narración pormenorizada sobre uno de los más eximios descubrimientos arqueológicos de la Historia de la humanidad, y, de esta forma, puede imbricar todo ello dentro de los acontecimientos que tuvieron lugar a posteriori. Presenta diversos capítulos relacionados con el pasado vivencial de Howard Carter, y así consigue incluirlos dentro de aquellos que están dedicados a lady Evelyn, creando toda una trama muy ágil y descriptiva. En el centro de la narración está la figura de lord Carnarvon, y su implicación de todo tipo con la figura del faraón -niño, que se ha descubierto. El autor nos delinea al personaje del arqueólogo con la cuestión genética diferencial de ser autista y, asimismo, homosexual; lo que es prístino es que, según el autor, estas características no era posible que tuvieran un encaje social aceptado en su época; lo que antecede no fue óbice para que siguiese adelante en sus investigaciones. Estamos ante un personaje que se hizo a sí mismo, y que tenía un enorme orgullo de llegar a ser, a pesar del rechazo del resto de arqueólogos del momento que no le aceptaban por no tener ninguna titulación académica universitaria. El descubrimiento fue un bombazo en el momento histórico de inicios del siglo XX, 1922, y más si cabe en un Egipto recientemente independiente. El personaje de lady Evelyn va a ir evolucionando hasta llegar a la maduración personal necesaria, para poder obtener la verdad, sin circunloquios, del hecho que está investigando. La trama parece estar concatenada con la propia personalidad tan críptica del propio faraón, quien fue hijo y heredero de Amenofis IV-Akhenatón, el denominado como 'el faraón-impío', quien realizó una auténtica revolución religiosa, monoteísta, del culto al dios Atón, y que fue de todo menos pacífica, aunque ya el Rey Amenofis III 'El Rey Sol' anunciaba un cambio en el poder de los todopoderosos y corruptos sacerdotes tebanos de Amón-Ra en Luxor o Karnak. El autor Luis Melgar es diplomático, y en la actualidad es el primer secretario de la embajada de España en China. "-Descuida. Leeré tu crónica con toda atención y creo que sé exactamente a quién se la voy a entregar. ¿Qué opinión te merece Winston Churchill? Es primo mío. -Una de las pocas voces sensatas que se escuchan últimamente. -No se hable más. Y basta ya de hablar de asuntos tan serios que la pobre Patricia se va a aburrir. Dime, ¿te gusta el Antiguo Egipto? ¿Has visitado ya la tumba de Tutankamón? -Aún no, mamá dice que soy demasiado pequeña -respondió la niña-. Pero, antes de dormir, siempre me cuenta la historia de cómo ella, el abuelo y el tío Howard fueron las primeras personas que entraron en la cámara secreta del faraón después de más tres mil años. Era de noche y mamá fue la primera en entrar y había muchísimos tesoros. Y. ¿sabes?, la reina había dejado un ramo de flores para el faraón, ¡y las flores seguían allí! ¿Te imaginas? ¡Después de tres mil años! -Me pregunto qué encontrarán de nosotros después de tres mil años -murmuró Jacobo". Magnífica descripción realizada, en la página-19, en la que se narra, por parte de lady Evelyn, el viaje hasta el Egipto de inicios del siglo XX. Terrible noticia, en la página-18, relativa a como los periódicos narran la muerte de Lord Carnarvon, exposición inenarrable de como los egipcios contemplaban y deseaban la muerte del mecenas del descubrimiento. Sea como sea, la hija del Milord inglés se aficiona a las novelas de misterio, patognomónicas son las de Agatha Christie; su investigación se parece, como es de rigor, a cualquiera de las que aparecen en las obras de la laureada escritora británica, incluyendo el no esperado desenlace, con una trama que se va complicando de forma paulatina. El misterio de la muerte de Lord Carnarvon implica muchos datos, ya que puede implicar a la política internacional, de la que el Reino Unido de la Gran Bretaña es el espécimen más involucrado. La novela-histórica mezcla personajes reales con los novelados para el desarrollo de la precisa trama de suspense. "Porchy se dejó caer sobre un sillón, arrojó los periódicos encima de la mesa y comenzó a leer los titulares. -'El conde de Carnarvon sucumbe a la maldición de Tutankamón'. 'La venganza del faraón'. '¿Seguirán los ingleses expoliando tesoros a pesar de la maldición?'. 'Lord Carnarvon: ¿el ladrón recibe su castigo?' -¡Pero esto es intolerable!-gritó mi madre". El autor presenta un epílogo muy interesante, que define toda la evolución de la obra y, sobre todo, el hecho histórico y arqueológico que otorga carta de naturaleza al libro. "En el caso del descubrimiento de la tumba de Tutankamón, el volumen de documentación disponible es casi infinito. Howard Carter, además de escribir libros y artículos sobre sus expediciones y proyectos, dejó unos completísimos diarios donde da cuenta detallada de cada acontecimiento importante de su vida. Existen, además, innumerables biografías que indagan en la personalidad del famoso arqueólogo". Por todo lo que antecede, el diplomático Luis Melgar nos explica lo dificultoso que, desde el punto de vista histórico y arqueológico, fue el desarrollo de la obra, pero lo define todo como apasionante. Ayudemos, pues, al autor por el esfuerzo realizado para desgranar este volumen, que se debe leer. ¡Esto es todo! «Roma locuta, causa finita. ET. O tempora, o mores!». Puedes comprar el libro en:
Noticias relacionadas+ 0 comentarios
|
|
|