Estamos ante una novela-histórica necesaria para el conocimiento de una de los personajes más paradójicos de la Historia, cuya idiosincrasia ha llenado ríos de tinta, ya que el atractivo de la emperatriz Isabel de Austria es indubitable. Ana Polo Alonso utiliza el axioma como argumento narrativo, y un servidor no duda del hecho investigador profundo realizado por la autora. Sea como sea, creo que el libro debe ser conocido y leído, para luego tener una consciencia fehaciente de la orgullosa emperatriz de Austria. La fórmula para ello, no se puede negar que es bastante inteligente, ya que la novela-histórica otorga muchas más posibilidades narrativas, o cuanto menos diferentes. «Cuando Elisabeth de Wittelsbach, princesa de Baviera, la mítica Sissi, nació el 24 de diciembre de 1837, una serie de malos augurios anunciaron lo que más tarde se confirmaría: que aquella chiquilla tendría un futuro privilegiado pero repleto de tragedias. La suya sería una vida tan dramática como malentendida, sepultada entre fábulas y mentiras, a la que un anarquista daría fin en uno de los asesinatos más famosos de la historia. Sissi se convirtió con el tiempo en un icono, pero su verdadera personalidad no siempre se ha contado bien: ni amó a su esposo, ni se instaló en Madeira por un problema de pulmones, ni acabó yéndose a destinos lejanos para huir de la asfixiante corte de Viena. Durante años se ha perpetuado una visión fantasiosa que negaba la auténtica Elisabeth, una mujer a contracorriente, rebelde, fascinante y compleja. Muy avanzada a su época, se enfrentó a su propio marido y su vida sexual fue mucho más pasional e intensa de lo que se creía. Sufrió con desgarro y padeció agudos problemas de salud, con una anorexia que nunca superaría y gravísimas depresiones. Durante décadas, Sissi ha vivido entre mitos, pero ha llegado la hora de desvelar sus más profundos secretos. 'Esta es la verdadera historia de Elisabeth, la mujer detrás de la leyenda'». La emperatriz bávara de Austria ya tenía antepasados, o parientes próximos, con problemas de psicopatías, léase el rey Luis II de Baviera, inclusive su propio padre que era un ciclotímico de libro. Sissi ya fue, en su propio siglo XIX, una mujer popular y famosa; los pueblos que la conocían la admiraban e, incluso, despertaba afectos y simpatías entre las gentes de Europa. Compararla con Diana de Gales me parece ridículo, ya que los matices intelectuales de la emperatriz están a años luz de los de la británica. La lectura de esta novela histórica es muy amena, por su ágil escritura, además de que en el libro se encuentran todos los personajes que la rodearon y que, en muchas ocasiones, no la comprendieron o sufrieron su cierto egocentrismo. En todo ello se encuentra la personalidad antagónica de su esposo imperial Francisco José I; a la par se realiza un análisis constante a la situación política de Austria, Baviera y Hungría, que influyó y conformó modelando el carácter de la emperatriz. Sissi nunca fue una emperatriz al uso, moderada y sumisa, sino una mujer de muy fuerte personalidad. Su educación siempre había sido muy librepensadora, en una Baviera católica, y muy inteligente, y siempre rechazó el encorsetamiento de la corte Habsburgo de Austria, tan rígida como libre lo era entre los húngaros. La autora intercala, con buena inteligencia, diálogos esclarecedores para dejar nítida la personalidad de Sissi. En Schönbrunn chocaría, sin ambages, y desde el principio, con su tía y suegra Sofía, quien protegía al emperador y a la rígida corte vienesa, sin el más mínimo dialogo con su nuera. El volumen presenta, y el hecho es prístino, una importante cantidad y calidad de información, recabandola de Archivos históricos y diversas Bibliotecas. Esta obra presenta diferentes notas explicativas y, algo que alabo sobremanera, asimismo bibliografía, la cual es muy interesante y loable, aunque podría haberse acercado a los más clásicos del siglo XIX. "Así fui dándome cuenta de que la archiduquesa Sofía tenía poco que ver con la imagen de suegra malvada en la que había sido encasillada, que Francisco José no había sido tan buen emperador como nos habían vendido y que aquel imperio que parecía esplendoroso en realidad estaba podrido por dentro y sufría demasiadas grietas internas". El libro, que posee más de 400 páginas, tiene un comienzo interesante, y no habitual, ya que se inicia por el final del devenir vivencial de Sissi Emperatriz, ya que narra, con todo lujo de detalles, incluyendo los psicológicos, como se perpetró el magnicidio de la emperatriz, por un anarquista psicópata llamado Luigi Lucheni, en la helvética Suiza, el 10 de septiembre de 1898; esta anormalidad psicopática se hallaba inscrita a fuego en los genes del anarquismo del siglo XIX y primera mitad del XX, incluyendo nihilistas y demás criminales de la época. Según su hija preferida, la archiduquesa María Valeria, ella murió como lo deseó, sin estridencias, sin dolor crónico y de forma aguda e inmediata. "Agarró el punzón con fuerza y se dirigió hacia las dos mujeres. Al principio fue lento, luego aceleró el paso. Cuatro metros de distancia, tres, dos. La emperatriz no sintió dolor. Tan solo notó una punzada rápida en un costado mientras aquel hombre se le abalanzaba. Del golpe cayó al suelo. Su cabeza chocó bruscamente contra el pavimento. Nunca llegó a su destino. Después de embarcar, sintió un fuerte dolor en el pecho y perdió el sentido. Se desmayó en cubierta. Una enfermera que había entre el pasaje logró reanimarla. La emperatriz volvió a ponerse de pie, pero al cabo de unos minutos se desmayó de nuevo. La condesa Sztàray le desabrochó la blusa y le aflojó el corsé para que pudiera respirar. Fue entonces cuando la vio: una gran mancha roja de sangre que se expandía peligrosamente a la altura del corazón". Se había entrenado para conocer la anatomía del ventrículo izquierdo, en el 5º espacio intercostal, y donde poder asesinar. No me agrada que la autora haya introducido datos sobre las películas de Sissi-Romy Schneider en los inicios del libro, ya que yo estoy a favor de otros presupuestos narrativos, pero lo mismo no deja de ser mi opinión, aceptable o rebatible. Es más que probable que su regio-esposo Franz Josef I le contagiase una gonorrea, enfermedad de trasmisión sexual provocada por la bacteria Neisseria Gonorreae, algo que era habitual entre los varones reinantes, verbigracia su hijo el archiduque Rodolfo también padecería esa patología ya cronificada. La obra se aleja de imágenes estereotipadas y edulcoradas sobre la emperatriz Isabel de Austria, que son las absurdas y definitorias de un romanticismo, que ella ni representó ni sintió o aceptó como propias. Deseo destacar, también, la imagen de la portada, que es la habitual y real de la emperatriz, quien demuestra ilusión, !es joven!, con determinación y belleza interior. Me ha gustado la obra, y creo que representa bastante bien a la emperatriz de Austria y reina de Hungría. «Cuiusvis hominis est errare: nullius nisi insipientis, perseverare in errore». Puedes comprar el libro en:
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