Solón fue un importante poeta ateniense, pero sobre todo un conspicuo legislador; y siempre tuvo bien claro, como se podía resolver la lamentable situación económica y social, en la que se encontraba la capital del Ática-ATENAS. «En épocas como las actuales el pensamiento griego se muestra como el camino más evidente de lo que necesitamos realizar para superar nuestras dificultades y adentrarnos con velas desplegadas y confiados en el futuro. Si alguien es ejemplo de esta manera de proceder, este fue Solón de Atenas. Él se encontró ante una comunidad política sumida en una profunda crisis que amenazaba con hundir la nave del Estado. La confianza de los atenienses y su genio político lograron salvar a Atenas de su hundimiento y avanzó por aguas procelosas, mediante el establecimiento y el desarrollo de una primera teoría política, que todavía hoy día sigue rindiendo frutos muy granados para los hombres que viven en la incertidumbre de este siglo XXI. Ayer, igual que hoy, se alumbró un nuevo paradigma político que exige respuestas y soluciones, como en los tiempos de Solón, hace ahora más de veintisiete siglos. Uno de los grandes atractivos de la figura y de las ideas de Solón radica en su actualidad. Cuando aceptó el nombramiento de arconte la región del Ática estaba sumida en una cuádruple crisis: financiera, económica, política y social. Solón con sus reformas y decisiones logró revertir la situación crítica en cada uno de sus ámbitos». Solón de Atenas (c. 638 a.C., Atenas-c.558 a.C., Chipre) fue considerado como uno de los Siete Sabios de Grecia. Los otros seis serían: Tales de Mileto; Bías de Priene; Pítaco de Mitilene; Cleobulo de Lindos; Quilón de Esparta; y Periandro de Corinto. Solón realizó siempre un diagnóstico certero de la situación de precariedad ateniense, 'LA PRIMOGÉNITA DE LA HÉLADE', en este aserto-calificativo se encuentra subrayada la presunción ateniense, frente a las otras ciudades griegas, desde Tebas hasta Argos o Corinto y, por supuesto, llegando a la capital de Laconia, que era la Esparta de los lacedemonios. Su análisis conlleva la búsqueda de soluciones, para poder resolver la aguda crisis en la que se iba hundiendo la orgulloso polis del Ática. Era un político con una gran autoexigencia ética, previamente a volcar la exigencia sociopolítica en pos de los ciudadanos atenienses, y tratando de hallar el mejor camino para poder superar los susodichos problemas, que estaban consiguiendo agravar la vida sociopolítica de la poleis aticense. "Solón fue consciente de que tenía ante sí mismo y ante sus conciudadanos la ineludible obligación de hallar remedios a los problemas que les causaban malestar, que afectaban a las instituciones y a la vida política que se desarrollaba en la ciudad de Atenas, dificultades que amenazaban la propia continuidad de la ciudad. Buscó y aplicó soluciones radicales que sirvieran para poner fin, superar las dificultades concretas y, también, trató de realizar propuestas que perduraran en el tiempo y dotaran de estabilidad a la vida política". Lo primero que hizo fue redefinir sus ideas y los propios ideales políticos, para tener la certidumbre de que, entonces, estas novedades podrían ser adaptadas, sensu stricto, con la finalidad de resolver las necesidades tan urgentes, como las que tenían en ese momento histórico, los ciudadanos de la región del Ática; y de esta forma los cambios socio-políticos y económicos, tan paradigmáticos, que estaban ocurriendo y que parecía que colapsarían a la propia convivencia de la ciudad, serían reconducidos. Tras realizar un estudio y una introspección, rigurosamente pormenorizados, estuvo, ya, en condiciones de poder definir los conceptos políticos básicos, y de esta forma aplicarlos a la realidad inmediata y local. "Pero su pretensión apuntaba más lejos, deseaba que sus palabras, ideas y soluciones fueran útiles para otros hombres, otras ciudades y, si fuera posible, que traspasaran la línea del tiempo y sirvieran de modelo y guía para otras generaciones". Es obvio, que todos estos estudios y planteamientos empíricos consiguieron ser estables y, por lo tanto, perduraron en el tiempo; con todo ello, Atenas, gozó de la estabilidad suficiente como para garantizar el progreso y el bienestar de sus ciudadanos, que eran los más exigentes de toda la Hélade, para con sus políticos. El fin pretendido se produjo, y Solón y sus reformas transformaron a Atenas y fueron el ejemplo eximio para otras poleis helénicas. Solón pretendía, y lo consiguió, que la libertad de los atenienses fuera total, pero hay que tener claro de que esta libertad no era disfrutada por las mujeres atenienses y, mucho menos, por los miles de esclavos existentes en la capital del Ática, y únicamente lo era por los ciudadanos varones. Atenas colocó, por lo tanto, las bases de la teoría política, mientras que su filosofía sería importada desde los territorios vecinos, y, asimismo, desde las zonas de la Jonia. En los pensadores atenienses previos a Solón, como Homero, Calino, Arquíloco, Hésiodo y Tirteo, entre otros de mayor o menor consistencia de pensamiento, se encuentran múltiples escritos sobre lo que opinaban de los políticos de la época, pero sin olvidar como los dioses intervenían, siempre, en la resolución de los conflictos sociales. "Solón situó el ámbito de resolución de los problemas en la formulación de una teoría cuyas ideas y principios pudieran soportar la socialización y la introducción de estos en el derecho positivo. Es decir, su intención era conseguir que la teoría fuese la base firme sobre la que construir y asentar todo el entramado social de las relaciones políticas y jurídicas". Solón sería el primer político en reivindicar la libertad del ciudadano-varón, para que participase en los asuntos concernientes a la gobernabilidad de la propia polis ateniense. Lo llevaría a efecto: mediante el establecimiento de leyes escritas, las cuales impedían, de forma taxativa, que los ciudadanos-varones, los únicos que podían ser ciudadanos de pleno derecho, se viesen privados de libertad por causa de contraer deudas económicas, y por ello ser reducidos a la condición de esclavos. "Él no quiso hacer filosofía. Expuso en sus escritos los fundamentos para reformar una polis para que se convirtiera en una comunidad política justa, con un derecho justo que fuera guía para la actuación correcta de los gobernantes". Por consiguiente, Solón de Atenas con su sapiencia conspicua, volcada en sus ideas, y en sus propuestas, consiguió crear un revulsivo para la vida cultural o intelectual y, además, para la propia actividad política de los atenienses. En toda su vida fue un político muy coherente, con una forma muy racional de presentar las soluciones a los problemas atenienses. Solón de Atenas iría de lo particular de Atenas a lo general, es decir a los conceptos y a las ideas políticas, por lo tanto, este corpus jurídico llegaría más allá de su tiempo, y de sus circunstancias personales. Solón de Atenas fue un sabio y político, ejemplificador para todos los tiempos, y todo ello está en esta obra. «Confusa ebrius est non iens ut producat ex optimis in sobrii sint mulier». Puedes comprar el libro en:
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