El llamado "siglo de Pericles" fue el momento de esplendor de Atenas, sus luchas contra los persas y Esparta definió su liderazgo. La cultura y la arquitectura fueron realzadas de su mano. En la novela, conoceremos al político, pero también al niño y su formación, cómo se crió y cómo evolucionó hasta llegar a ser jurista, orador, político y general. Es "El ascenso de Pericles" una obra fundamental para redescubrir a este gran hombre, todo de la mano de Olga Romay, a la que tuve la suerte de conocer en un certamen de novela histórica donde, en aquella ocasión, hablamos de Egipto y Grecia.

Después de dos novelas que tenían su centro de gravedad en Egipto, regresa a la Grecia clásica de la mano de Pericles. ¿Qué le atrae de este político y general ateniense para dedicarle una novela?

Siempre he admirado la figura de este gran político desde que hace años en el máster de Historia Antigua, hice mi proyecto de investigación en la Grecia del s. V a.C. Sabía que era uno de esos pesos pesados y que había muy pocas novelas sobre él. Sólo cuando me puse a escribir comprendí la dificultad: es complejo usar un lenguaje sencillo para que un lector de hoy en día comprenda el complejo mundo del siglo de oro ateniense donde se mezclan conflictos militares, rivalidades políticas, filosofía, arte y teatro.

Al comienzo de su "El ascenso de Pericles" dice que "algunas cosas en Occidente siguen siendo como hace 2.500 años en Grecia". ¿A qué se refiere, a la política o a la vida en general?

Cuando nace Pericles, la democracia sólo tenía quince años de existencia, pero es sorprendente qué rápido aprendieron los atenienses el juego político: forjaban alianzas interesadas, se hacían la "pinza" entre ellos para expulsar a los rivales, idearon el ostracismo, que es similar a una moción de censura y tuvieron que legislar leyes para frenar la corrupción y la malversación porque tenían los mismos problemas que hoy en día.

Por eso puede decirse que aprendieron deprisa y si hoy pudiésemos hacer viajar en el tiempo a un político de la época de Pericles y sentarlo en el congreso de los diputados, seguramente se adaptaría a la perfección. Todo en el juego democrático ya lo inventaron los griegos.

Pericles fue jurista, magistrado, político, orador y general. De todas sus facetas, ¿cuál es la que le atrae más?

Su lado humano siempre me pareció más interesante: era un hombre muy amigo de sus amigos, amante de su esposa Aspasia de Mileto y una persona que se rodeó siempre de filósofos, artistas y dramaturgos. Cuando estaba a punto de morir, sus amigos fueron a verle y le hablaban de todas las cosas hermosas que hizo por la ciudad, y eso que corrían el riesgo de contagiarse de la enfermedad que se lo llevó a la tumba.

Pericles padeció muchas dificultades en su infancia. Estos problemas, ¿forjaron un carácter fuerte en él?

Por una parte, tenía miedo de entrar en política y terminar en el destierro como su padre, pero después de pensarlo mucho se unió al partido reformista, el que hoy llamaríamos demócrata y consiguió convertir a Atenas en una maestra para toda Grecia.

Las dificultades forjaron un carácter prudente, prueba de ello es que evitó por todos los medios entrar en guerra con Esparta. Tanto fue su empeño en evitar la Guerra del Peloponeso, que cuando Pericles rendía una vez al año las cuentas de lo gastado, le explicaba a la Asamblea que había unos fondos que gastaba en "lo que hace falta", es decir tenía una partida reservada para corromper a los éforos espartanos para que no atacasen Atenas, una especie de "fondos reservados" de los cuáles los ciudadanos sabían de su existencia, pero no hacían preguntas.

Después de estudiar a Pericles. ¿Cómo le definiría? ¿Qué cualidades y defectos destacaría?

Creo que él consideraba su mejor virtud la prudencia. Cuando se moría confesó a sus amigos que su mejor legado no eran las grandes obras de la Acrópolis, sino que ninguna viuda llevaba luto por su culpa.

También intentó fomentar la igualdad entre los ciudadanos de Atenas con las reformas para que todos los ciudadanos pudiesen acceder a los cargos públicos. Incluso convocó un congreso panhelénico al que acudieron todas las polis griegas, salvo Esparta que dejó plantado a Pericles.

Era buen orador, le llamaban el "olímpico", pero sólo se reservaba para los grandes momentos, no era un demagogo que engatusase al pueblo con promesas como hizo su sobrino Alcibíades.

Su mayor defecto fue amar a la mujer menos apropiada: Aspasia de Mileto. Amar a Aspasia se convirtió para Pericles en su punto débil. Pero formaron una pareja sólida y duradera.

"Me han dicho que las mujeres narramos mal las batallas, pero espero no defraudar"

La novela comienza con la batalla de Samos. ¿Es complicado recrear una batalla naval tan alejada de nuestro tiempo?

Hay mucha documentación sobre cómo eran esas batallas, no sólo en fuentes escritas sino también en las arqueológicas y he intentado ser lo más fiel a la realidad. Me han dicho alguna vez que las mujeres narramos mal las batallas, pero espero no defraudar.

Decidí comenzar la novela con una batalla para que el lector comprendiese que Pericles era ante todo un estratega, es decir ante todo era un general. Tras la batalla el lector tendrá tiempo de descubrir el Pericles amante de las artes, de la filosofía, de la música y del teatro. Los políticos de Atenas eran hombres de guerra, pero a la vez ilustrados, sin duda una combinación fascinante.

Para escribir el libro ha optado por la primera persona. El narrador es el militar Lisicles. ¿Por qué eligió a este personaje como narrador?

Lisicles es un falso narrador, pero muy útil. Seguramente algún lector intentará averiguar si existió o no y se llevará una sorpresa que no voy a desvelar. Su forma de narrar está basada en la técnica de un historiador muy famoso que es coetáneo de Pericles: Heródoto.

Por eso Lisicles nos va contando muchas historias cortas, que podríamos llamar digresiones o excursos como hacía Heródoto, que son como pequeños "Spin off" y parece que nos sacan de la historia principal, pero esas pequeñas historias son las que nos llevan siempre a Pericles.

Terminados los capítulos de esa batalla, la novela " se convierte en una analepsis que va repasando los años de formación y madurez de Pericles. ¿Por qué escogió un hecho crucial en la vida de Pericles como inicio de su narración?

Elegí la batalla de Atenas contra Samos por dos razones. La primera porque quería que el lector viese a un Pericles ya maduro en la cima de su poder dirigiendo la armada ateniense. Y la segunda porque cuando Pericles regresó a Atenas, el pueblo le pidió que dirigiese la oración fúnebre de los muertos en la batalla, y entonces él compuso su famoso discurso fúnebre, el panegírico más famoso de la antigüedad.

Después de la batalla y el discurso, el lector ya sabe quién es Pericles, pero no cómo ha llegado a ser Pericles. Es entonces cuando uso la técnica del flashback y comienza la verdadera novela: los años difíciles de Pericles hasta llegar a la cima del poder.

Después la voz de Lisicles se diluye en un narrador omnisciente. ¿Fue complicado encontrar esa voz narradora?

Quería un narrador ateniense para que nos descubriese la vida cotidiana, pero también un narrador que estuviese deslumbrado por Pericles. Por eso elegí a un joven oficial del ejército. Lisicles admira todo de Pericles: sus amigos, su forma de hablar, los simposios en su casa, y sobre todo a su esposa Aspasia de Mileto.

Como Lisicles dice en la novela "lo que sé de Pericles lo averigüé por mí mismo u otras personas se lo contaron".

Lisicles es la excusa que he utilizado para crear al héroe.

Quien pueda dominar el mar va a ser a partir de ahora el amo del mundo

En la novela vemos que la historia de Grecia estuvo ligada al mar. ¿Qué importancia tuvo el Mediterráneo y la marina en el destino de Grecia?

Desde el momento que Atenas construyó aquellos doscientos trirremes para combatir a los persas en la batalla de Salamina, se produjo una inflexión en la historia: quien pueda dominar el mar va a ser a partir de ahora el amo del mundo. Pero fue una ilusión y duró menos de cincuenta años, Esparta finalmente venció a los atenienses en la guerra del Peloponeso.

La lección que tuvo que aprender Atenas fue que siempre hay alguien más fuerte y dispuesto a cualquier sacrificio con tal de ganar. Los espartanos vivían para la guerra mientras que los atenienses para gozar de la vida, pero ¿quién ha aportado más a la humanidad? Si uno visita Esparta, solo ve piedras, si uno va a Atenas, sólo con subir a la Acrópolis siente que allí nació occidente.

El joven Pericles se relaciono con filósofos o dramaturgos de la talla de Sófocles o Esquilo que a su vez era un gran militar. ¿Qué importancia tuvo la cultura en él?

Pericles era un hombre culto: tenía un maestro de música, le gustaba ser juez en los concursos musicales de Atenas y promovió el teatro y entre sus reformas subvencionó la entrada gratis a las representaciones.

Su padre había sido amigo del poeta Anacreonte y cuando Pericles tenía veinticuatro años fue el mecenas de la obra más famosa de Esquilo: "los Persas".

Se codeaba no sólo con músicos y dramaturgos, también con filósofos como Anaxágoras. Seguramente gracias a Anaxágoras ya conocía el origen de los eclipses, se sabe que una vez Pericles tuvo que tranquilizar a sus soldados explicándoles que el eclipse no era de mal augurio, sino que la luna había ocultado al sol. Sócrates fue elegido por él para que educase a su sobrino Alcibíades.

No es de extrañar que se uniese a Aspasia de Mileto, que era maestra de oratoria y muchos llevaban a su casa a las esposas para enseñarles a hablar.

Llamar el "siglo de Pericles" a su periodo, ¿le hizo justicia?

El Partenón no habría existido si no hubiese sido por su empeño. En la Asamblea le echaban en cara los enormes gastos de la obra, pero cuando él les dijo que estaba dispuesto a sufragarlos de su bolsillo y que constara que lo había pagado él, el pueblo le dejó seguir gastando.

Atenas se convirtió como él decía en la maestra de Grecia por su libertad, su democracia, su riqueza y su cultura.

Una reforma importante en Grecia fue que se separó el poder judicial del político

También la política fue fundamental en la vida de Pericles. ¿Qué papel jugó en su trayectoria la pertenencia al partido demócrata?

El partido demócrata deseaba reformas para que el poderoso Areópago, formado por las familias poderosas, no acaparase los cargos públicos y los tribunales. Una reforma importante fue que se separó el poder judicial del político y todos los ciudadanos pudieron acceder a cargos públicos, muchos de ellos pasaron a ser por sorteo. La democracia se convirtió en un sistema más igualitario.

¿Fueron los grandes enemigos de Atenas y de Pericles Persia y Esparta?

Cuando se inició la guerra con Esparta, el poder de Pericles comenzó a decaer. Esparta era un problema, pero para Pericles el mayor enemigo estaba en la Asamblea de Atenas: los demagogos exigían a Pericles acciones más audaces en la Guerra del Peloponeso, ya no valoraban la política defensiva de Pericles y el pueblo se apartó de él.

Los enemigos de Pericles atacaron primero a sus amigos en los tribunales y como no podían acusarle a él de nada, puesto que como decía Pericles: "soy patriota e incorruptible", convencieron al pueblo para que no le eligieran estratega nunca más. Las urnas lo echaron del poder después de veinticinco años.

Persia pasó a ser un problema secundario, a mediados del gobierno de Pericles, Atenas había firmado con los persas la paz.

No podemos terminar sin hablar de su mujer Aspasia, con la que convivió antes de su matrimonio. ¿Qué influencia tuvo en Pericles esta gran filósofa?

Pericles se jugó su cargo por Aspasia de Mileto, que era extranjera en Atenas y además no le podía dar hijos legítimos con derecho a la ciudadanía. Se sabe que era una mujer culta, Sócrates dice de ella: "Aspasia me enseñó a hablar".

Tuvo que llorar en los tribunales para evitar que la condenaran con unos cargos ridículos, sin duda para humillar a Pericles.

Suponemos que habrá una continuación de la novela, ya que todavía quedan hechos en su vida que no ha contado. ¿Para cuándo tendremos la continuación?

Creo que habrá una segunda parte que narre la caída de Pericles. Soy incapaz de aventurar una fecha, me lleva tres años escribir una novela.

Narrar una tragedia es mucho más difícil que una novela donde el héroe asciende de forma triunfante.

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