"La legión perdida", de Santiago Posteguillo

En la primera parten nos acerca a la derrota, en la terrorífica batalla de Carras o Carrhae, del procónsul Marco Licinio Craso, el hombre más rico del SPQR y, que como parece ser que se merecía, sería muerto tragando oro fundido, como tortura final realizada por los enemigos victoriosos de Partia. En la segunda parte, se nos aproxima al ataque del gran emperador Trajano, quien realiza, 150 años después de la conflagración anterior, una nueva campaña bélica contra los irredentos partos. En la época histórica del emperador Trajano, el mundo más o menos civilizado está dividido en cuatro imperios: el Imperio de Roma; el Imperio de Partia; el Imperio kushan de la India, y el Imperio han de China. El resto del orbe conocido está bajo la influencia de estos cuatro grupos dominantes.

«‘Hay emperadores que terminan un reinado, pero otros cabalgan directos a la leyenda’. En el año 53 a.C., el cónsul Craso cruzó el Éufrates para conquistar Oriente, pero su ejército fue destrozado en Carrhae. Una legión entera cayó prisionera de los partos. Nadie sabe a ciencia cierta qué pasó con aquella legión perdida. Ciento cincuenta años después, Trajano está a punto de volver a cruzar el Éufrates. Los partos esperan al otro lado. Las tropas del César dudan. Temen acabar como la legión perdida. Pero Trajano no tiene miedo y emprende la mayor campaña militar de Roma, hacia la victoria o hacia el desastre. Intrigas, batallas, dos mujeres adolescentes, idiomas extraños. Roma, Partia, India, China, dos Césares y una emperatriz se entrecruzan en el mayor relato épico del mundo antiguo. ‘La legión perdida’, la novela con la que Santiago Posteguillo cierra su aclamada trilogía sobre Trajano. ‘Han pasado diez años desde la aparición de la primera de las novelas de la Trilogía de Trajano. El mundo, el nuestro, el del siglo XXI, no ha mejorado. La ausencia de líderes con carisma auténtico, preparados, formados, y que, sobre todo, intenten ser ejemplares en su acción de gobierno es decepcionante. Leer sobre Trajano y recordar que aquí, en nuestro país, nació uno de los grandes líderes del mundo antiguo es un ejercicio de esperanza’».

En este libro, muy completo, se acerca la narración, otra vez, a los avatares del gran emperador hispano, quien cosechó una gran cantidad de éxitos políticos y, sobre todo, militares; Trajano trató de evitar que Roma se deslizase hacia el caos y, obviamente, lo consiguió. Todo le sonríe, ya que sus admiradores están en el cenit, mientras que sus enemigos temen, siempre, la aparición de las legiones romanas en sus territorios, sea el que sea. No queda otro remedio, pues, que meter en cintura al único imperio que le disputa el poder oriental al SPQR, y que son los partos. Estos herederos del imperio persa ya habían estado en el pensamiento militar de Gayo Julio César, los planes del Dictador Perpetuo se truncaron en las Idus de Marzo del año 44 a.C., cuando se produjo su magnicidio; ya que Julio César no podía dejar de lado la venganza romana, ineluctable, contra aquel pueblo que había derrotado y asesinado a su compañero de Triunvirato, Marco Licinio Craso. Por consiguiente, si alguien puede dejar las ‘cosas’ en su sitio es él mismo, que se considera heredero de Julio César, y de toda la tradición imperialista romana.

Trajano prepara una embajada secreta, conformada por el ex-gladiador Marcio, su esposa Alana, claro nombre bárbaro, y su hija Tamura, joven mujer ágil y valiente, a la par que de una riqueza cultural destacable, a ellos se les une el joven gladiador griego Ayax (en la Ilíada Ayante-Ayax es el segundo héroe más fuerte de los danaos, tras Aquiles), el mercader Aticus, y, además, tres soldados de las legiones de Roma; todos ellos conforman este pequeño grupo, encargado por el emperador de crear problemas a los partos, hasta que llegue la gran invasión del SPQR. Los partos pondrán todas las trampas posibles a los planes de Roma, para así impedir el triunfo de Trajano. La estructura inicial de la obra es similar a la de las dos anteriores; ya que comienza con un pequeño prólogo o información importante para el lector. A continuación, comienza la obra, sensu stricto, donde se estructura la obra en dos partes concatenadas o enlazadas, entre lo que le ocurrió a M. Licinio Craso, y los planes actuales de M. Ulpio Trajano.

El prof. Posteguillo es un especialista universitario en la Historia Antigua de Roma, por lo que conoce; y si no, se informa de forma fehaciente; sobre todo lo relativo a la sociología y al ambiente de la época narrada. Dentro de los personajes de la obra, ambos históricos, aparece la emperatriz Plontina, que es bastante ambiciosa, pero en la línea de las mujeres romanas, que trataban de defenderse del dominio masculino típico de la estructura social del SPQR, léase Livia, Antonia “la Mayor”, Agripina “la Menor”, Mesalina, etc, siempre sometidas a los deseos autoritarios heredados del valetudinario y rencoroso Catón “el Censor”. El otro personaje que pretende medrar es, como era de esperar, su pariente Adriano, quien quiere heredar el trono de Trajano, y en el proceloso mar de la política del Capitolio ello es muy peligroso; ya que el título de PRINCEPS ET IMPERATOR es muy goloso para muchos patricios de Roma, que miran con temor y desprecio a aquellos funcionarios hispanos, ahora ya en el trono de Rómulo-Quirino y de Augusto. A un servidor que, como historiador profesional, está más volcado en el Medioevo, le parece una novela-histórica fuera de serie, que realiza un servicio magistral al ensayo histórico de la Edad Antigua en Roma.

“La legión perdida es la historia de la campaña militar de mayor envergadura que emprendió nunca el Imperio romano, pero también es la historia de las relaciones entre cuatro formas diferentes de gobernar y de entender el mundo. La legión perdida es un gran viaje hacia un pasado donde todo, pese a las enormes distancias, estaba mucho más cerca de lo que nos imaginamos”. Estimo que esta obra, y sus dos hermanas apriorísticas, son magníficas, a mí me ha encantado esta obra, donde se realiza un retrato pormenorizado del hecho histórico y, sobre todo, del fenotipo de los personajes, lo que nos los hace mucho más cercanos, como si fuera una pincelada televisiva de plena actualidad, contemplando-leyendo hasta la forma de humor del propio emperador. “No soy capaz de derrotar a esa maldita legión perdida y al miedo que causa su recuerdo entre mis legionarios”. ¡Plena recomendación! «Eleanore regina anglorum: salus et vita. ET. Regis regum rectissimi, prope est dies domini».

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9788408151081