El brutal enfrentamiento entre Francia y Alemania, que dio origen a la Primera Guerra Mundial, 1914 a 1918, denominada también como la Primera Guerra Europea, tiene un prístino precedente, y asimismo muy sangriento y pavoroso, y no es otro que la denominada como Guerra Franco-Prusiana (1870-1871), en la que el Canciller de Hierro, Otto von Bismarck dirimió la preeminencia en Europa y, en este caso, serían los prusianos los que aplastarían a los franceses del Emperador Napoleón III Bonaparte, casado con la española Eugenia de Montijo. El Emperador de los Franceses perdería guerra y trono. Es obvio, que Francia no olvidó la afrenta sufrida y preparó, con tiempo suficiente, el desquite, que le llegaría entre 1914 y 1918, con el consiguiente desmembramiento de los Imperios de Austria, de Prusia y de Rusia; lo que se denominó cómo: ‘LA CAÍDA DE LAS ÁGUILAS’. «La gran batalla del Marne, que tuvo lugar en septiembre de 1914, detuvo a los alemanes a pocos kilómetros de París. Estas sangrientas jornadas supusieron un punto de inflexión en la Primera Guerra Mundial (1914-1918). El Marne marcó a todos los participantes y, a la postre, se le atribuyó la responsabilidad de haber iniciado el terrible periodo de trincheras. La presente obra estudia de manera pormenorizada los hechos acaecidos en aquella importante etapa. El libro hace un recorrido desde las primeras acciones en las fronteras a mediados de agosto hasta la conclusión de la campaña veraniega con la propia batalla. En las subsiguientes páginas se desplegarán ante el lector los ejércitos, estrategias, políticas y combates que, al final, estructuraron el enfrentamiento librado en el Marne. El autor se ha esforzado en traer de vuelta los testimonios y recuerdos de combatientes, mandos y personas que vivieron aquel momento hace ya más de un siglo. Los aspectos sociales también componen una parte fundamental del volumen. ¿Fue el Marne una batalla decisiva? ¿Acaso un milagro? Estas y otras preguntas se analizarán sobre la base de la documentación francesa, alemana y británica». Ante todo, debo indicar, en primer lugar, que la portada y la contraportada, en función de mi gusto por lo barroco, y tal como realizo en mis propios libros, son una auténtica delicia, ¡sobresalientes! Además, en el inicio del siglo XX y finales del XIX, los historiadores eran profesores universitarios, cerrados en sus propias contradicciones y en sus tactismos preferenciales; que en lo que se refiere al Medioevo ha sido sangrante; felizmente hemos comenzado a llegar historiadores, con titulación para ello, pero sin estar dando docencia en esa Universidad hispánica, que, en lo que se refiere a las Humanidades, los políticos de todo signo y condición, pretenden aherrojar. Este es el caso del autor de este libro, con un talento historiográfico fuera de toda duda, lo que es prístino en la extraordinaria calidad de esta obra. La primera parte del volumen nos aproxima a los antecedentes de la gran batalla y, como es exigible, nos menciona de forma rigurosa y pormenorizada, quienes fueron sus contendientes. De esta forma, por la independencia dependiente de sus dos partes, se puede leer el libro sin tener una idea obvia sobre el Marne. El autor, un auténtico especialista en las dos guerras mundiales, ha trabajado, con el rigor que le caracteriza, mezclando los conceptos tradicionales, con todo lo actual y que él conoce fehacientemente. El subtítulo es absolutamente esclarecedor, ya que esta batalla sería la última campaña del siglo XIX en Occidente, por la forma en que se planteó y los resultados obtenidos. Escuchemos al propio autor: “La Primera Guerra Mundial (1914-18), luchada hace un siglo, continúa siendo origen y causa del mundo en el que vivimos en la actualidad. La conocida entonces como ‘Guerra del 14’ dio el pistoletazo de salida a toda una serie de conflictos sociales que se convirtieron a su vez en nuevas guerras luchadas a lo largo y ancho de todo el globo. La contienda desatada en los meses estivales provocaría todo un choque cultural e ideológico al dejar atrás la herencia decimonónica, adentrándose pueblos y naciones en el tumultuoso siglo XX. Enormes obuses, trincheras y millones de muertos serían las características de este enfrentamiento que marcaría a toda una generación que nunca sería capaz de olvidar el horror vivido en esos cuatro años de combates”. La derrota del ejército de Prusia produjo, en los orgullosos alemanes, un sentimiento de que no eran imbatibles; hasta tal punto es así la cuestión, que las autoridades del Kaiser Guillermo II no se atrevieron a comunicar la derrota al pueblo, realizando juegos propagandísticos de prestidigitación; por lo que, los alemanes, cuando recibieron la información, comenzaron a entrar en una fase ciclotímica conformadora de un síndrome social global ansioso-depresivo. El relato de Ismael L. Domínguez se construye, tanto desde abajo refiriéndose a los soldados rasos y a los mandos intermedios, como a los grandes generales y mariscales; estando situados, en su justa medida, todos los contendientes participantes en aquella espantosa carnicería bélica, tanto los británicos, como los franceses y los prusianos-alemanes. Esta forma, tan inteligente de narrar, nos presenta una panoplia muy amplia de la propia conflagración bélica; todo ello no surge de forma simple, sino exige, y así lo ha hecho el autor, el trabajar con numerosas fuentes primarias, testimonios variopintos de diversas tendencias, y una más que necesaria y copiosa bibliografía. El conspicuo historiador Ismael López Domínguez ha conseguido crear todo un fresco, quizás como el tapiz de Bayeux, lo que hace que yo la considere una obra de altura, extensa obviamente, como debe ser, y estructurada perfectamente. “Un historiador francés lo comparó con lo ocurrido casi treinta años después en la URSS con Stalingrado. La impresión que dejó la lucha acaparó decenas de libros y las conversaciones de miles de personas durante años. En torno a la misma surgió y se institucionalizó un discurso que se utilizó como prueba de la valentía y grandeza de los franceses. Un relato oficial, y por ende de naturaleza nacionalista, que ha permanecido sin cambios en la actualidad”. Creo que el calificativo que se debe realizar, para resumir, sin ambages, lo que representa este volumen para la historiografía bélica de la Primera Guerra Mundial, es de ¡Magnífico!, siendo necesario conocer como fue el fin evolutivo de esta batalla y de la propia guerra, que alumbraría la monstruosidad del Tercer Reich, y que conllevaría que los jóvenes de 1914, fuesen adultos matándose, de forma inmisericorde, ya en el año 1939. La editorial HRM presenta obras de un cuidado exquisito, que permiten tener una convicción mucho más rigurosa sobre los años transcurridos desde 1914 hasta 1945. Recomiendo, sin ambages, esta obra sobresaliente, y que debe leerse con fruición. ¡Ánimo y merecimiento obtenido! «Iurare iussit numquam me in amicitia cum romanis fore. ET. Diuide et impera». Puedes comprar el libro en:
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