Con estos versos comienza el poema que inspiró a Maggie O’Farrell a escribir “El retrato de casada”, nos explicaba esta preciosa mañana de lunes en la librería Tipos Infames. Su nueva novela histórica versa sobre la vida de Lucrezia di Cosimo de’ Medici, que salió de Florencia en 1560 para emprender una nueva etapa en su vida, ser la esposa de Alfonso II d’Este, duque de Ferrara. Aquel poema, acompañado de un retrato de la duquesa, suscitó el interés de la autora de “Hamnet” que, tras indagar en la historia, averiguó que Lucrezia murió antes de cumplirse un año de su matrimonio. Y que presuntamente la había asesinado su marido. “Lucrezia de Medici es un personaje olvidado”, explica O’Farrell. Es esta la característica que empujó a la autora británica a indagar más en el personaje histórico que protagoniza aquel popular poema en los colegios de Inglaterra. Aquellas historias soterradas bajo otras más conocidas son lo que impulsa a Maggie O’Farrell a escribir esta novela: “historias escritas en agua que son, en su mayoría, las historias de algunas mujeres”. De esta forma, la autora encontró una oportunidad de la mano del personaje de Lucrezia puesto que, quizás un biógrafo hallaría mayor dificultad en virtud de lo exiguo de la información concerniente al personaje. El novelista, en cambio, es capaz de dilucidar y exprimir su ingenio aprovechando dichas lagunas. Si bien es cierto que el personaje principal suponía un enigma, existe una gran cantidad de información sobre su entorno para construir la novela. Sus padres, Cosimo de Medici y Leonor de Toledo, eran una pareja poco convencional para la época. En pleno Renacimiento, eran fieles el uno para con el otro, se querían y tenían el mismo objetivo: asegurar la continuidad de la dinastía. En un contexto en el que el valor y prestigio del Nombre era primordial y, los lazos matrimoniales una herramienta política para establecer alianzas y garantizar la posesión de territorios, Lucrezia se ve obligada a prometerse en matrimonio con tan sólo trece años. A la hora de darle forma al personaje de Lucrezia, aquel retrato que la cautivó desde un primer instante fue lo que despertó en Maggie cierta creatividad. Cuando nos referimos a los retratos del Renacimiento “hablamos de mujeres, pero realmente se trata de niñas”, relata. Niñas que aparentaban ser dulces y complacientes, que parecían regocijarse en su situación. No obstante, “al hablar de niñas de trece años, no son estas las primeras palabras que se le vienen a uno a la mente”, reía la autora. Es el retrato de Lucrezia, concretamente, uno que no muestra a una niña que se ajusta a estas características sino a una persona que parece estar ansiosa y afligida.
A Maggie O´Farrell le gusta narrar "la historia que hay detrás de la historia. Las historias que se han quedado de lado, las que han quedado en el olvido. Sobre Lucrezía había muy poca documentación, por eso era posible ficcionar todo lo que no se conoce", dijo y añadió "se conocía algo de la vida cotidiana de ellos como, por ejemplo, que Cosimo favorecia a su hijo primogénito". La autora británica reconoció que no tiene ninguna rutina a la hora de escribir. "Tengo tres hijos y suelo aprovechar que están en el colegio para hacerlo, pero no planifico mucho las tramas. Sí llevo un control exhaustivo sobre los diferentes hilos de las mismas, de ahí que utilice post it de diferentes colores para poder seguir con la escritura. En una ocasión mi hija pequeña se comió los post it y casi tuve que empezar de nuevo la documentación, desde entonces mis editores llamaban a mi hija baby post it", recuerda con cariño. Después del gran éxito de su anterior novela, reconoce entre risas que "no suelo leer las críticas, sí las que me hacen mis editores. De las críticas de los periódicos se encarga mi marido. Él me dice a quien debo evitar o atender mejor". El éxito de “Hamnet” ha fomentado las altas expectativas del público con “El retrato de casada” que, aunque basado en hechos y personajes históricos, no deja de ser un relato de ficción. “Lucrezia es tan solo un retrato en un poema”, explica Maggie, “le debemos tanto a este tipo de historias”. Así, O’Farrell ha logrado una composición exquisita de detalles que sumergen al lector en una historia que se hace sentir como si tuviese vida por si sola. Puedes comprar el libro en:
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