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"La faraona oculta", Abraham Juárez

Ed. Edhasa. 2022
viernes 10 de marzo de 2023, 19:18h
La faraona oculta
La faraona oculta
Otra muy interesante novela-histórica, dentro del espectro global de lo bien que acompaña este género, y completa en muchas ocasiones, al ensayo histórico, que un servidor realiza. Y, deseo indicar, con rigor, que la novela-histórica me ha servido para mis libros de Historia, sensu stricto. Además, este volumen ha sido galardonado con el ‘Premio de Narrativas Históricas’ de EDHASA-2022, más que merecido.

El volumen comienza con la muerte del Rey Amenofis III/Amenhotep III, el denominado como el ‘REY SOL’, una especie de Rey Luis XIV de Francia, pero en la Antigüedad del Reino de las Dos Tierras o del Alto y del Bajo Egipto, y, aunque el culto a Atón no estaba claro, ya se habían creado las condiciones para que un nuevo dios, absoluto y único, cuyo reflejo era el Sol, apartara al panteón (Amón) habitual egipcio del culto de ese pueblo; Amón sería, por consiguiente desterrado; y el poder omnímodo de sus corruptos y prepotentes sacerdotes seguiría el mismo camino. El autor nos indica, de forma prístina que la obra no es una biografía de Nefertiti, sensu stricto, pero el acercamiento a ese final de la XVIII Dinastía es de lo más destacado y complejo de la Historia del Egipto de los faraones, y el autor nos acerca a ella con mucho rigor, estudiando como serían los personajes de ese momento histórico.

«Un nuevo dios viviente es coronado tras el fallecimiento del gran Amenhotep III. Su hijo Amenofis es ahora faraón del Alto y Bajo Egipto. Pero los tiempos de bonanza y paz están por acabar: renacen las hostilidades con los pueblos vecinos, hasta ahora aliados, pero también entre las dos mujeres que buscan compartir el trono, la cortesana Nefertiti y la princesa de Mitanni Teryshepa; y el mismo faraón provoca un cisma interno al derogar el culto a los dioses tradicionales e imponer la veneración a Atón, único dios verdadero. Lejos de Tebas, en la luminosa Akhetatón, ciudad que manda construir en su honor, nacerá Tutankhamón. Pero no será del vientre de Nefertiti… Y entonces todo se sucederá a una velocidad vertiginosa: asesinatos, incestos, intrigas y traiciones que ponen en peligro no solo el proyecto para el reino del faraón, sino la vida de sus principales protagonistas. Ambientada en el Egipto del siglo XIV a. C., ‘La faraona oculta’ es una delicada y apasionante narración cuyos personajes, propios del imaginario colectivo, cobran vida plena. En ésta su primera novela, Abraham Juárez nos muestra, con prosa fluida, amplia documentación y vívido ingenio, que la historia, una vez más, supera a la ficción».

Cronológicamente el volumen abarca desde la muerte del Faraón Sol, el gran Amenhotep III, hasta el ascenso al trono del País de las Dos Tierras del general de arqueros, y virrey del Alto Egipto, que es el faraón Horemheb, pasando por Smenkhare, el joven Tutankhamón, y el gran sacerdote Ay. La obra consiste en el diálogo testimonial de un valetudinario escultor, llamado Tutmosis, y que se presenta como el autor del famoso busto de la gran reina Nefertiti. En la narración se mezclan, como es de rigor en cualquier novela-histórica que se precie, personajes reales con los ficticios, y de esta forma se incardinan unos con otros para llevar a buen puerto la trama de esta esclarecedora obra. Desde todos los puntos de vista, no se puede aceptar que la revolución amarniense fuese pacífica, y el hecho se encuentra claramente expresado en el aserto de que, cuando el faraón Amenofis IV pasó a mejor vida, su culto monoteísta se diluyó, y las represalias contra sus seguidores fueron múltiples. No obstante, está claro que el faraón Akhenatón debía ser un personaje muy especial, y el influjo de su esposa, Nefertiti, parece ser muy claro; pero, en algún momento determinado, la pareja se pudo separar en lo que se refería a sus objetivos políticos.

El capítulo titulado ‘Dramatis Personae’ es más que necesario, ya que con él podemos conocer la nómina de los personajes intervinientes en la trama de la obra. La cronología de los faraones siempre ha estado en entredicho, ya que existen varios egiptólogos, y su forma de contar la cronología es variopinta; yo prefiero la de dos egiptólogos eximios llamados Baines y Malek; pero, todas las demás son aceptables y esclarecedoras. La muerte del primogénito Thutmes conllevó que fuese coronado, como faraón, el segundogénito Amenofis IV o Akhenatón. Nefertiti no le dará hijos, por lo que lo intentará con sus dos hijas Meritaton-Tasherit y Ankhesepaatón-Tasherit; el varón, tampoco de un óvulo de Nefertiti, se llamará Tutankhatón, luego pasando a ser Tutankhamón, quien otorgará, de nuevo, el poder a los sacerdotes de Amón, en Tebas, y la corte se entregará al poder de los corruptos servidores espirituales de Amón-Ra. El 6 de diciembre de 1912, el arqueólogo e historiador alemán, Ludwig Borchardt, descubrirá el busto simpar de Nefertiti; sobre la que existen diatribas y discrepancias múltiples. Un grupo de egiptólogos estiman que la reina tenía un gran predicamento, ya que actuará como corregente en el trono del País de las Dos Tierras. No obstante, para el profesor Christian Loeben, catedrático en Gotinga, y director de la colección egipcia del Museo August Kestner de Hannover: “Nefertiti no tenía ni voz ni voto, ni en el plano político ni en el religioso. La única razón de que su papel fuese tan prominente, siempre al lado de Akhenatón, fue porque convenía a la teología del faraón”. La representación del matrimonio-regio con sus hijas, siempre sería utilizada como un instrumento de propaganda política, ya que esta forma de relieve templario, más humanizada, acercaría al pueblo a la familia real. La novela nos ofrece el enfrentamiento cortesano entre dos mujeres, una es Nefertiti y la otra es la princesa Teryshepa. Será Nefertiti la faraona oculta, y el autor le añade un toque pérfido y malicioso.

La narración sigue una cronología correcta, y estimo que es bastante fiel con respecto a lo que se piensa que ocurrió. Las mujeres, en este libro, tratan de sobrevivir en el proceloso mar de la política del Período de Amarna, por medio de sus hijos. Los personajes históricos de esta obra, nos hablan, desde las páginas nítidamente, y así cobran vida. La prosa del autor es delicada, fluida e inteligente. Los dioses Amón y Atón se enfrentan, mediatizando a los seres humanos, como solía ocurrir en la mitología griega. Deseo destacar a la sierva de Nefertiti, llamada Erectea, una intrigante de primera magnitud, y siempre en la defensa de su ama y señora. “Yo siempre había creído que, tras la muerte del faraón Amenhotep III, el trono había pasado a manos de Horenheb, pero Tutmosis lo negaba, afirmando que entre ambos habían gobernado otros cuatro hombres, de cuyos nombres se había eliminado cualquier indicio para que nunca fuesen recordados por las generaciones venideras”. Una estupenda novela-histórica, muy recomendable. «Humanum fuit errare, diabolicum est per animositatem in errore manere».

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