Se levantaba esta mañana de viernes atestada por los turistas que inundan la plaza de Callao pateándola sin dirección fija y sin conocimiento de que se encontraban junto al escenario que recibiría a la historiadora Elvira Roca Barea, ganadora del prestigioso Premio Primavera de Novela 2023. El espacio de Ámbito Cultural de El Corte Inglés ha acogido a un jurado compuesto por Antonio Soler, Gervasio Posadas, Fernando Rodríguez Lafuente y David Cebrián, presidido, además, por Carme Riera; que inauguraba el fallo del premio con una ilusión elevada al cubo.
El Premio Primavera de Novela fue creado por la editorial Espasa Calpe y la asociación Ámbito Cultural en 1997, con el fin de apoyar la creación literaria y contribuir a la máxima difusión de la novela como una de las formas esenciales de expresión artística de nuestra época. Hoy día se ha convertido en uno de los premios con más prestigio del mundo literario español e hispanoamericano.
Se recordaba al inicio del evento los nombres de los autores galardonados con el premio cada año desde que su creación; así como los títulos de las obras que les colocaron en la cima. Se hacía referencia, con especial ilusión, a la primera edición del premio, que tuvo lugar en 1997 y fue entregado por un jurado presidido por la novelista Ana María Matute, a Rosa Montero con “La hija del caníbal”. Otros nombres célebres, como Raúl del Pozo (ganador del premio en 2011), Fernando Savater (2012) o Juan Eslava Galán (2015), destacaban en un breve vídeo a modo de aldea de los vencedores, que se enorgullecía del legado construido.
La participación en esta edición, como ha explicado Posadas —Director del Espacio Cultural de El Corte Inglés—, se ha elevado a un número de 1.335 originales recibidos. 661 son novelas españolas, encabezando la lista de participantes, seguida de Argentina y México, con 210 y 90 originales, respectivamente. Con respecto a otros años, los temas pandémicos se desplazan a un lado para permitir el auge de historias transgénero. La novela negra y la histórica protagonizan una vigesimoséptima edición que ha optado por premiar una novela de una historiadora excepcional.
Elvira Roca Barea es licenciada en Filología Clásica y Filología Hispánica, y doctora en Literatura Medieval. Ha enseñado en varias universidades estadounidenses y europeas latín y griego, literatura española e historia del mundo hispano. Es la autora de numerosos artículos publicados en revistas especializadas y diarios como El Mundo, El País o ABC, y ha impartido conferencias dentro y fuera de España. La mayor parte de su vida profesional la ha dedicado a alfabetizar adolescentes en la enseñanza pública como profesora de instituto.
“Es la primera novela que sale de mi casa”, explica la ganadora, que, ante la excitación del público y sus miradas expectantes, mantenía una calma arrolladora. La idea nació a raíz de un programa de El Ojo Crítico en el que se comentaban los trabajos de Baroja sobre Zugarramurdi y se expresaba que “no todo era lo que parecía”. La historiadora se centra en la figura del inquisidor, perseguida por una larga tradición de personajes históricos que provocan una heladera general y animadversión al entrar en escena. En su lugar la autora plantea hacer una distinción entre “los de verdad y los de la literatura”. La inquisición tuvo un papel de vital importancia en la historia de nuestro país y, sin embargo, Elvira confiesa que “en España no se puede hablar bien de un inquisidor porque si no eres un franquista redomado”. La sala ríe.
“Las brujas y el inquisidor” se centra en 1609, cuando varias personas son acusadas de brujería en la aldea Zugarramurdi. Lo que parecía un episodio puntual, sin importancia, va adquiriendo una virulencia inusitada. En estas circunstancias el inquisidor general Bernardo de Sandoval envía a Alonso de Salazar y Frías a Logroño, sede del Santo Oficio. No se trata tan solo de hechicerías, mal de ojo, vuelos nocturnos o tratos carnales con Lucifer: los hay que confiesan atroces asesinatos y la utilización sistemática de niños como acólitos del Gran Cabrón.
Elvira Roca nos presenta así a Alonso de Salazar, un personaje real no muy conocido que se enfrentó a una creencia generalizada en la sociedad de su tiempo. No por ello dejó de pelear por lo que creía que era más importante: la razón. En el caso de Zugarramurdi, destaca la autora, “no hay que olvidar la rivalidad entre Francia y España por el control de Navarra”, que se convertirá en un punto vital de la novela.
Con respecto a la brujería, la ganadora del Premio Primavera de Novela 2023 explicaba que todos sus episodios son, aunque con afluencias diferentes, un fenómeno de histeria colectiva. Se refiere a su novela como una “de caminos”, puesto que se ha de mover a los personajes por diversos caminos para que vayan recogiendo las piezas de un puzle mucho mayor que dibujó en su momento Baroja.
“Las brujas y el inquisidor” estará disponible en todas las librerías el 22 de marzo.