Entrevista a Josiah Osgood: "El triunvirato ayudó a institucionalizar la autocracia que César había logrado brevemente como dictador"

Los historiadores a menudo se han especializado en la República o en el Imperio romano. El período triunviral, entre medias de ambos, es una especie de tierra de nadie. Es tentador detener la historia de la República con el clímax dramático del asesinato de César, y comenzar el Imperio con la victoria de Augusto. Los enmarañados pero cruciales años que quedan en el medio han sido ignorados hasta que escribí mi libro.

¿Qué representa el Segundo Triunvirato en la transformación de la República en Imperio?

Los romanos tenían un imperio mucho antes del asesinato de César en el 44 a.C. Pero no había un ejército permanente: las legiones se levantaban y se disolvían según fuera necesario. En los años del triunvirato, las legiones de César salieron de su retiro y se convirtieron en permanentes, con nombres e insignias específicos, como la Legio X Equestris. El heredero de César, nacido Cayo Octavio, tomó el nombre de César. El triunvirato ayudó a institucionalizar la autocracia que César había logrado brevemente como dictador.

Una de las grandes virtudes de "El legado de César" es que, más allá de la alta política, trata de arrojar luz sobre las experiencias, los padecimientos, y las esperanzas de los individuos de a pie, tanto en Roma e Italia como en el resto del mundo romano. ¿Ha sido complicado ponerse en su piel?

Sí, fue difícil pero gratificante. No tenemos la riqueza de diarios o cartas que los historiadores modernos pueden usar para ilustrar la Guerra de Secesión, por ejemplo. Encontré útil leer algunas de las ricas fuentes históricas sobre la vida bajo las tiranías modernas, por ejemplo, la Europa nazi. Los romanos se enfrentaron a decisiones similares sobre la disyuntiva entre la colaboración o la resistencia.

En este sentido, el aparato documental del libro es sorprendente por su extensión y complejidad, pero imagino que ha sido un reto imprescindible para conseguir esa pluralidad de visiones a que antes hacíamos referencia, ¿verdad? ¿Cómo ha gestionado esta enorme variedad de fuentes?

Hay fuentes magníficas para este período de la historia. Historiadores y biógrafos posteriores, como Plutarco, brindan relatos importantes de la alta política y de las principales personalidades, como Antonio y Cleopatra. Pero busqué en otras partes perspectivas más próximas y las encontré en poetas contemporáneos como Virgilio y registros administrativos de las ciudades orientales del Imperio romano que estaban inscritos en piedra.

El Segundo Triunvirato aparece en su libro como un periodo tremendamente violento, ¿cuáles son los principales retos que hubo de afrontar el ciudadano romano durante este periodo tan convulso?

Las guerras civiles suelen ser las más violentas, y son difíciles de terminar, porque los combatientes deben aprender a reconciliarse, a vivir uno al lado del otro y de alguna manera a olvidar las atrocidades cometidas. Las instituciones políticas romanas e incluso el estado de derecho llegaron a quebrarse por completo. Hubo muchas promesas de paz, y la mayoría se rompieron. El pesimismo se apoderó de los romanos, sumidos en una lucha física – la comida a menudo escaseaba debido a la guerra– y también mental por la supervivencia.

La propagando política, algo que actualmente vivimos en nuestro día a día, exacerbada por las redes sociales, no es algo nuevo. ¿Qué importancia tuvo el uso de la propaganda política en las guerras civiles del periodo triunviral?

La propaganda política era bastante importante. La tecnología ha cambiado, pero los temas a menudo siguen siendo los mismos. Los romanos entendieron que los ataques personales llamaban la atención, y de este modo, un líder acusaba a otro de ser un borracho o un pervertido sexual. Los diferentes bandos desplegaron símbolos visuales simples y poderosos. Una moneda famosa del asesino de César, Marco Bruto, por ejemplo, muestra las dagas utilizadas y el gorro frigio que se les da a los esclavos liberados.

La figura que emerge como triunfador de este terrible periodo es ese puer que Cicerón minusvaloró, Octaviano. ¿Cómo podemos explicar su triunfo?

Octavio (luego Augusto) tenía apenas 18 años cuando comenzó a reclutar el ejército con el que vengaría a Julio César y alcanzaría el poder por sí mismo. Era el sobrino nieto de César, y eso ayudó. Atribuyo el triunfo de Augusto sobre todo a sus cualidades personales:implacabilidad, trabajador incansable y de férrea determinación. El biógrafo Suetonio escribió que tenía un sofá especialmente equipado para que pudiera trabajar cómodamente en sus papeles hasta altas horas de la noche.

¿Cómo influyó este periodo en la configuración política que Octaviano aplica para que la República pase a ser un régimen unipersonal, el Imperio?

Octavio ascendió al poder como heredero de César, y la impronta de César estaba por todo el imperio, especialmente en el ejército. Pero César también sirvió de contraejemplo. Después de su muerte, ningún líder romano se llamó a sí mismo dictador, por ejemplo. A medida que Octavio acumulaba cada vez más poder, trató de ser menos ostentoso en su uso, evitando así ofensas innecesarias. La inestabilidad del período triunviral también afectó a sus reformas: creó un sistema administrativo mucho más desarrollado para gobernar la ciudad de Roma y el imperio.

Ha publicado también con Desperta Ferro otro libro, Roma. La creación del Estado mundo. ¿De qué manera pueden complementarse uno con el otro?

Roma. La creación del Estado mundo ofrece un panorama más amplio. En ese libro, observo cómo la riqueza fluía hacia Roma e Italia según progresaban las guerras de conquista y la construcción del imperio. Esta riqueza desestabilizó la política, ya que nuevos grupos de interés exigieron su parte del botín. Al mismo tiempo, el imperio amplió los horizontes culturales de los romanos. Construyeron teatros al estilo griego y produjeron una literatura que rivalizaba con la de estos. El legado de César aporta una perspectiva más cotidiana de la crisis política en su apogeo, y la emanación literaria que generó.

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9788412496475