- Vani, ¿sabes que no siempre ganan los buenos?
- Pero Puri, tú no te has caído de un guindo, ¡te has desplomao desde una higuera de Jericó o de su pariente el sicomoro!
- Me da que sigo siendo una ingenua tía. ¡Ya no acaban bien ni las películas! No tienes más que ver 1984, que al que le daba por la reflexión lo acababan reintegrado en la sociedad, roto y sin ánimo ninguno de lucha, un suponer, anulado totalmente.
- No tienes que recurrir a un futuro distópico si quieres referirte a la manipulación, cuando en este mundo mundano todo un Ministerio de la Verdad se encarga de revisar las noticias y modificarlas a su antojo para que sean publicadas y cuelen en el ánimo de tanto ciudadano aborregado como nos circunda mayormente. Que la reflexión ya no tiene cabida en el siglo XXI y otro día hablaremos de la libertad y la censura, que no es moco de pavo lo que nos está tocando vivir. Qué se lo digan a las de la copla, que hoy estarían mudas sin poder ganarse los garbanzos por esta panda de desilustrados que tenemos y que nos desprotegen.
- Ay Vani, ¡tanto revisar la historia para que se ajuste a la ideología del desgobierno! Prefiero pasar de película y centrarme mismamente en hombres perdidos irremisiblemente por malas mujeres, un suponer. ¿Te acuerdas de Perdida?, el prota es el bueno de Nick, que no puede dejar a su esposa -lo peor que te puedes imaginar y hasta asesina- sin destruir su reputación, y el lerdo acepta permanecer en su matrimonio sin amor.
- No jodas Puri, esa no me la sé. ¿Puede haber hombres tan tontos? En mi pueblo a ese le llamarían calzonazos, achantado, poltrón, bragazas, gurrumino… y no acabo con los calificativos, y que conste que condeno, rechazo y abomino el utilizar la mano abierta, pero que una asesina se te suba a las barbas, no jodas, tampoco me cabe.
- Yo creo que el problema de los hombres, y hoy solo quiero hablar del hombre clemente, compasivo, indulgente, generoso, comprensivo y magnánimo, es lo que viene siendo la falta de asertividad, o lo que es lo mismo, la que no tienen.
- ¡Cómo que es tan fácil tener habilidad para expresar de manera adecuada, sin hostilidad ni agresividad, las emociones que sientes frente a una persona que te quiere joder! ¡a ver quién es el guapo que expresa sus sentimientos y opiniones sin dejarse llevar por la ira cuando te provocan! Claro, así acaban los pobres, arrastrando por el suelo su autoestima y perdiendo el respeto a los demás.
- No te soliviantes Vani, que para eso está el entrenamiento. Hay que empezar por aprender a decir NO, y eso solo se puede conseguir hablando desde el yo, ayudándote con el lenguaje no verbal y fijándote objetivos pequeños, que si no tienes costumbre, pues al principio te puede costar un poco, pero con la práctica… hasta el más tonto lo consigue. Mi vida, ¿me acompañas a tomar el fresco? NO cariño, estoy un poco cansado. ¿Corazón, quedamos a cenar con mis amigas? NO muñeca, hoy me duele un poco la cabeza… Siempre con una sonrisa envolvente de lobo de mar…
- Puri, eso me recuerda el libro de J. Smith, el psicólogo impulsor de la terapia asertiva sistemática, Cuando digo no, me siento culpable, que habla de la necesidad que tenemos tantos de complicarnos la vida con relaciones que se acaban convirtiendo en tortura cuando nos dejamos llevar por los proyectos de los demás, aunque intuyamos lo que intentan, pero somos tan tontos que acabamos siendo incapaces de negarnos a sus caprichitos. Este profesor adjunto de psicología en la Universidad de California, en los Ángeles, ayuda a liberarse de los miedos con su terapia conductista y sigue siendo actual a pesar de que sus libros los leía en mi lejana juventud estudiantil.
- Y que lo digas Vani, ¡a mano está el vecino! Menos mal que sigue siendo un mal endémico de la sociedad, un suponer, y no dejan de salir publicaciones que nos actualizan y nos refrescan los conceptos. Por ejemplo, el libro de la colega Olga Castanyer, La asertividad, expresión de una sana autoestima que me acabo de leer. Me ha refrescado totalmente sobre la falta de habilidades de los socialmente torpes, es decir, los no capaces de autoafirmar los propios derechos y se dejan manipular por los demás. Los oportunistas y abusones. Los enseñamos a aprovecharse de nosotros.
- Pero tía, yo creo que esos son los que creen que deben algo y se pasan la vida pagando la deuda al vecino que se beneficie del tema; o aquellos que reproducen hábitos o patrones aprendidos porque quieren mantener la imagen que los demás tienen de ellos y que fue reforzada en el pasado mayormente. Como tú que ibas de buena y te iba bien y ahora de repente te conviertes en canalla y hasta poligonera… ¿Te van a querer igual tus amigos y conocidos?
- Vani, es siempre tuya la culpa de esa imagen macarra que estamos dando cuando querías que fuéramos de intelectuales…
- Entiendo lo que dices Puri, y es posible que tengas razón, siempre acabo diciendo tacos…
- ¡!!Guauuuu!!! Estamos haciendo reestructuración cognitiva con este role playing, y esta técnica se llama “Banco de niebla”, que conozco alguno que lo utiliza habitualmente. Aceptas, no discutes y sigues erre que erre porque no vas a cambiar ni miejita ni falta que te hace porque están seguro de tu postura y no la cuestionas; lo de que me quieran todos, a estas alturas de la vida me importa una mierda. Ni yo quiero a todos ni todos tienen por qué quererme. Son las ideas irracionales de Ellis, y esas las tengo muy presentes. Siempre fui una rebelde sin causa y ahora más, con lo bueno y con lo malo. Y me la pela, María Elena, no necesito la aprobación del respetable para mostrar mi identidad.
- No te pongas borde ni agresiva Puri, que ese es otro de los comportamientos que adoptan los no asertivos y yo te tenía más bien por sumisa. No hace falta herir para dejar clara nuestra postura, que la asertividad es un camino hacia la autoestima, hacia la capacidad de relacionarnos con los demás de igual a igual, no estando por encima ni por debajo… que me da que esa agresividad es porque te sientes vulnerable.
- Lo has clavao Vani, dicen que la mejor defensa es un buen ataque…
- Ni de coña si quieres buscar un acuerdo, y ahora que lo pienso, ¿me dejas 2.000 euros para ir de viaje a Santo Domingo en Semana Santa? Estoy sin blanca, te lo devuelvo con la paga de julio…
- Me encanta que quieras ir a ese viajecito y me gustaría ayudarte, pero me pillas sin un duro, mayormente…
- Joder Puri, ¡que asertiva!
- Ahí lo dejo Vani, ¡ahí lo dejo! Y otro día hablamos de persuasión…